MinHo despertó con un amargo sabor de boca aquel día al encontrarse a solas en su habitación, la cual compartía en ocasiones con su novio KiBum cuando él decidía auto-invitarse a quedar para pasar la noche.
Eran las nueve de la mañana, y por lo general KiBum solía despertarlo a las siete para irse ambos a la universidad, pero ahora estaba yéndose tarde y sin un mensaje de buenos días sobre la mesita de noche o por mensaje de texto. Tal vez lo olvidó.
Intentó ignorarlo, era la primera vez que su novio no le estaba llenando de constantes regaños y cuestionamientos sobre la noche anterior, en la cual se había salido de fiesta junto a sus amigos, aunque seguro la buena noche de pasión que tuvieron cuando el moreno regresó a casa había servido de mucho para calmarlo y que se le olvidara, deseaba estar en paz.
Siempre era así, KiBum no le dejaba respirar tranquilo, el chico rubio era condenadamente caliente en la cama, pero fuera de ella podía llegar a ser un verdadero problema.
Llevaban tres años de relación, pero para ser sincero... MinHo escapaba cada que alguna formalidad se presentaba en alguna de sus conversaciones. Comenzando desde el compromiso, boda, hijos, vivir juntos en una casa y no un departamento cerca de la universidad. MinHo no lo deseaba, él no quería casarse con KiBum.
Y es que el dinero no era un problema para MinHo, sus padres tenían una buena posición y podía darse el lujo de tener sus caprichos. En algún momento lo fue KiBum, que si bien no estaba tan bien posicionado como él ni tenía el dinero que la familia del moreno si tenía, era el chico más perseverante y conseguiría cada cosa que se propusiera, así fuera pequeña, la obtendría. Y MinHo, no dejaría pasar un chico con piernas bonitas sin antes haber sido suyo.
¿Cómo terminaron juntos?
MinHo no podría recordarlo, aunque estaba seguro que KiBum hizo de todo por salir hasta en su sopa, cada clase o fiesta a la que asistía. Sabía de una fecha porque KiBum lo recordaría cada mes y regañaría a MinHo por no recordarlo y tener un regalo preparado previamente para él.
— ¡MIERDA!
Hoy era el día en el que cumplían un mes más de novios. Cuatro de septiembre... ¿Cómo pudo haberlo olvidado?
No tenía ningún reglado preparado. Se levanta de inmediato de la cama, prácticamente saltando fuera de ella y tomando su teléfono móvil para llamar a la florería.
De pronto se detuvo en seco, relajando al instante la expresión de su rostro.
— ¿Qué estoy haciendo? Da igual, no gastaré mi dinero en él. Ya lo hice el mes anterior.
Y fue entonces que MinHo pensó en que era mejor recibir un regaño y un par de miradas molestas que resolvería con sexo por la noche, a mandar un ramo costoso de rosas rojas a KiBum.
Entonces rápidamente se preparó para ir a la universidad y llegar al menos para la segunda mitad de las clases.
KiBum coincidía en sus clases en una ocasión. Y sería a la primera que alcanzaría a asistir, justo a las once con diez minutos. No estaban en la misma carrera, pero por ser de las típicas materias que colocan como relleno, KiBum encontró la forma de hacer que sus horarios de clases coincidieran al menos por una clase.
Entonces se preparó mentalmente para recibir a su novio con un empalagoso y vergonzoso abrazo frente a todos sus compañeros de carrera al entrar al aula, sin embargo, aquello jamás sucedió.
KiBum estaba ahí, MinHo estaba ahí.
¿Qué estaba sucediendo?
Las voces de sus compañeros cesaron y sus miradas se dirigieron al cuerpo del moreno, el cual se tensó al no saber qué hacer.
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Tal vez...
FanfictionMinHo está cansado de que su novio lo asfixie. KiBum solo quiere ser parte de su vida. Cada persona desea algo y existe la posibilidad de que tal vez se cumpla su deseo. ¿Qué es lo que deseaban MinHo y KiBum? 1.- KiBum estaba enamorado y deseaba una...