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Reí y guarde el móvil luego, en la bolsa tenía dos helados, los había traído para después de la cena.
En eso abrió Baek, venía frotando sus ojos y sus cabellos un poco alborotados.
– ¿En serio dormías Baek?– me acerqué a el y sonreí.– Me hubieses dicho, no quería molestarte.– susurre y me acerque un poco más, en un movimiento rápido ya nuestros labios estaban unidos en un beso mientras sus manos bajaban por mi espalda, eso es lo que quería.
– ¿Trajiste helado?– este susurro entre el beso y asentí.– Sabes que amo el helado.– este llevo los helados al refrigerador mientras yo me sentaba en la mesa.
– Vamos Baek, ordene mi cena hace unos cuarenta minutos, llevo sentado aquí por más de una hora y mi trasero esta incómodo, ¿que pasa con mi pedido?
Exclamé bromeando y este soltó una risita.
– El pedido se ha atrasado un poco, pero ya que e atraso viene con sorpresas.– este asomo su cabeza por la puerta y le guiñe el ojo.
En unos dos minutos luego Baekhyun venía con un recipiente, pues debo admitir que lo que había adentro se veía un poco bien, olía a Kimchi...
– ¿Por que huele a Kimchi?
Le miré y este alzó sus hombros.
– Será porque la receta es del famoso Do Kyungsoo quién lo llamo Kimchi Spaghetti.– este dejo el recipiente en la mitad de la mesa y colocó los dos pares de cubiertos al lado. – Volveré por las cervezas.– este murmuró y reí.
– De nuevo cerveza.– negué y este asintió.
Cuando volvió nos dedicamos a comer mientras hablábamos de lo que habíamos hecho en el día.
– Lo de hace poco Baek, ignore tus mensajes ya que mi hermana justo había llegado y tenía que abrir la puerta.– le mire, este estaba bebiendo de su cerveza, asintió y trago para luego mirarme.
– Está bien. Solo soy un celoso mal educado, perdóname.– este río y siguió comiendo.
– Yo aveces también me pongo un poco celoso así que está bien.– me acerqué a el y con mi tenedor le di de un poco de spaghetti que había agarrado, este abrió su boca y lo recibió, al masticarlo sonrío.
– Todavía no te había dicho que está delicioso, me encanto todo.– mordí mi labio inferior y este sonrío.
Baek tenía justo en la comisura de su labio un poco de salsa, no quería decirle nada.
Lentamente me acerqué a el, este tomo mi hombro y frunció el ceño.
– Intentó ayudarte en algo.– susurre y me acerque un poco más rápido, ya al llegar, con mi pulgar limpie el pequeño rastro que tenía y bese sus labios cortamente. Al alejarme le mostré el dedo.
– Que vergüenza.– este abrió sus ojos y agarro mi dedo para luego limpiarlo, solté una risita.
– Iré por los helados.– Baekhyun se levantó y agarre su mano fuerte.
– Yo iré, no te molestes.– susurre y me levante ahora, me dirigí a la cocina y me giré para abrir el refrigerador, mi vista se optó por una pequeña foto que estaba pegada a este, sonreí al ver a Baek, se veía tan feliz, parecía riendo, a su lado había un chico un poco alto, su cabello era oscuro así como su piel, me recordó a Jongin, los dos eran morenos. Abajo de esa foto había un donde se estaban abrazando.
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– El es Tao.– una voz se escucho por detrás, me volteé y allí estaba Baekhyun, se veía un poco decaído.
– Si te sientes incómodo está bien, puedes contarme en otra ocasión.– abrí el refrigerador y saque los dos helados, le entregue uno abierto y luego abrí el mío.
– Te contare ahora mismo.– este suspiro y sonreí.
Nos dirigimos a su sofá y nos miramos.
– Hace dos años, solía salir con ese chico, se llamaba Huang Zitao, incluso era menor que tú por un año. En fin, nuestra relación iba de bien a mejor, todo era perfecto a su lado, hasta que llegó ese día donde decidió dejarme, íbamos a cumplir un año de aniversario así que lo invite a cenar, nunca llegó, culpándole ya que creía que me había dejado plantado decidí llamarle, me había contestado su madre... Tao había fallecido en un accidente automovilístico.– Baekhyun tragó saliva y soltó una pequeña lagrima.
Suspiré y le mire a los ojos.
– Quiero que sepas que siempre estaré para ti, puedes contar conmigo para lo que sea, si quieres decirme algo dímelo y te ayudaré.– susurre mientras le abrazaba fuerte, al separarnos esté limpio sus lágrimas y empezó a comer de su helado.
– No quiero darte lastima.– este susurro y negué.
– No lo estás haciendo Baek.– agarre su mano y este trago saliva.
Seguimos comiendo del helado pero esta vez todo estaba en silencio, y no pensaba en romperlo, quizás Baekhyun necesitaba este silencio.
