Capitulo 48

1.1K 105 8
                                    

No sabia muy bien lo que había pasado en tan cortos segundos, solo que algo en mi se rompio. No se si fue mi cordura, o mi conciencia, solo que aquel vampiro que hace cortos momentos se reía y burlaba de mi, ahora se encontraba en el suelo, ensangrentado y casi sin vida.

- Maldito monstruo, ahora entiendo porque el quiso que nosotros nos encargaramos de ti. - expulsaba sangre por la boca cada vez que decia una misera palabra.

No dije nada, solo fui a ver a Victor y Ricardo, quien se veían cansados y casi sin poder mirarme, quizas miedo, quizas respeto, quizas un sentimiento nuevo a nacido en ellos despues de verme luchar.

No les culpo, si yo estuviera en sus posiciones, no sabria ni como reaccionar.

Al medio convertirme en vampiro, comenzamos a intentar atacarnos, pero solo esquivabamos como bien podiamos, quise acabar cuanto antes esta ridicula pelea y poder ir a la gran batalla, quise ser mas fuerte.

En mis pensamientos estaban todas las personas a las que quería proteger, con mi vida si fuera necesario, pero lentamente ese pensamiento se volvio mas oscuro y violento, no entendia porque imaginaba tales cosas, solo me enfadaron cada vez mas.

Comenzo a dolerme el pecho, pero no tenia tiempo a quejarme, asi que solo segui atacando al hombre, quien solo se reia de mi.

En ese momento paso, mi cuerpo dolia a horrores, sentia una gran sed de sangre por el muchacho, queria torturarlo hasta su ultimo aliento de vida, queria verlo sufrir, queria su sangre. Temi mi propio deseo, ¿que me ocurría?¿porque queria beber su sangre en este instante y con tanta brutalidad?

Simplemente deje que la fuerza extraña que luchaba por salir, fuera libre.

Mire por ultima vez al chico antes de cerrar los ojos, y sentir su cuerpo entre mis manos, para luego escuchar sus alaridos de dolor, hasta el punto en que, el sonido quedo roto por unos segundos, luego de escuchar como sus huesos se rompian.

Abri mis ojos, algo asustada por lo que mi vista me daba, el hombre que antes se burlaba de mi ser, ahora solo me miraba como miedo, mientras mi mano traspasaba su pecho, y en mi mano, su corazón estaba siendo agarrado, aplastandolo sin ninguna duda.

Ahora solo agoniza en el suelo, maldiciendo a Hermis.

- ¿Estais bien? - pregunto mientras examino el cuerpo de cada uno, unas pocas magulladores y cortes, nada peligroso.

- Si...- responde Ricardo, inaudible, seguian viendome con miedo, como si fueran a echar a correr en cualquier momento, poder huir de mi.

- No os voy a hacer nada - digo mientras miro de nuevo la estructura que nos rodea - os lo prometo.

Sin pensarlo dos veces, y sin esfuerzo alguno, rompo el techo, dejando a la Luna alumbrar el lugar.

El poco viento que habia, solo dejaba en claro que todos estaban al oeste, seguramente empiecen a pelear en breves momentos, no tengo tiempo que perder.

Ayudo a los dos a subir a la superficie. Por lo menos sus miradas ya no eran de miedo, algo bueno, diria yo.

- Se encuentran en el oeste, vamos cuanto antes - digo, decidida a irme. Pero ellos dos...no creo que puedan correr y menos a mi velocidad, aparte de ser los oradores, solo son humanos.

- Hagamos un plan - Victor decide romper el silencio.

- Os llevare a un lugar seguro, donde el viento no pueda revelar vuestras posiciones, debereis recitar las palabras de vuestros libros todo el tiempo que podais, asi, espero que quedan pocos en la batalla - digo mientras intento pensar cual seria el lugar idonio.

- ¿Y si nos descubren? - pregunta Ricardo mientras se sienta en el suelo, parece cansado

- Os ayudare, estare pendiente de vosotros, si algo se acerca mas de lo debido ire a por el, ya sea amigo o enemigo

- ¿Pero no te afectara a ti? - el tono de preocupacion de Victor se notaba, y mucho.

- Tranquilos, estare bien, solo recitar todo lo que podaís y mas, hasta que no vaya a por vosotros no pareis, ¿entendido?

- ¿Enserio no dudaras de matar a quien se te interponga en tu camino? - su mirada me lo decia todo, aun no confiaba al 100% en mi, pero tampoco lo culpa, recién nos conocemos.

- Lo prometo, os lo he dicho, ya sea amigo o enemigo, ire a por el.

La chica de dos razasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora