Infiel © [T.O.P y Tú] ~ Segunda Temporada

Capítulo 6 ~ Necesito arreglar mi error

Subí al último y me encontré con mi secretaria, no tenía cara para verla a los ojos pero su expresión me hizo dudar mucho.

— Krystal lo está esperando — ella abrió la puerta de mi oficina.

Entré lanzando mi abrigo al sofá, me senté en la silla y revise los papeles para la exposición de esta mañana.

— No estás cumpliendo con el trato — azotó la puerta muy fuerte para que nadie interrumpa.

— Krystal, tengo muchas cosas que hacer — apunté a un sobre que está en la mesa — Si quieres dinero, tómalo.

— Gracias.

Seguí con mi trabajo, ella se acercó a mí y besó mi mejilla dejando su lápiz labial sobre esta. Es tan... Cálmate Seung, no la mates. Ji Yong entró con una carpeta con todo lo necesario pero me olvidé mi computadora en la casa.

¡Demonios!

Justo cuando no debía olvidarme, mi compañero de trabajo me regañó porque faltaba poco minutos para que la presentación comience, salí de la compañía muy apresurado, la sangre se me subió a la cabeza y mis nervios salían con insultos hacia el tráfico tenaz. Abrí la puerta con mis llaves y entré al estudio.

Mi esposa estaba revisando mi computadora, espero que no haya encontrado los recibos del hotel de Krystal y sobre todo, esperó que no haya borrado la información que estoy buscando.

— ¿Qué haces con mi computadora? — pregunté molesto.

Me acerqué a pasos agigantados, quité la laptop de sus manos y la miré.

— No toques lo que no se te ha perdido — salí del estudio.

La dejé en mi maleta, tomé las llaves de la casa y sentí el agarré de mi esposa sobre mi mano. ¿Abra visto algo?

— ¿Qué te está sucediendo? — fruncí mi ceño ante su pregunta.

Tenía razón, el trabajo y Krystal me están consumiendo.

— Se que es muy importante tú trabajo y ¿nuestra familia? — me mordí el labio porque es verdad — ¿Ya no estamos en tus planes? Si es correcto, solo dime y me iré de tu vida...

— No es eso, yo me preocupo por ustedes — dije con desesperación.

No soportaría la idea de ver a mis hijos junto con mi amada esposa salir por la puerta principal de esta casa, no lo soportaré y no me lo perdonaré.

— No se nota — dijo con ironía.

Debía decir algo que la deje tranquila, quizá hablando con la verdad.

— El contrato con Kwon Ji Yong dura seis años, debo esforzarme mucho para que todo salga bien. (...) yo no soy el malo de...

— ¿Quieres que esperemos seis años para que todo vuelva a la normalidad?

Noté la molestia en su pregunta, soltó mi mano con mucha decepción, no dije nada más porque llegaré tarde. Llegué a la compañía e hice una reverencia para que me disculpen por la tardanza, seguimos con la presentación sobre las nuevas colecciones de esta temporada.

Celebramos como todos los días, no podía faltar la presencia de mi peor pesadilla. Llamé al teléfono de la casa para hablar con mi esposa, quería disculparme y aclarar mi mal entendido pero no contestó. Krystal se acercó a mí pero fui con Bom, ella no es tan loca.

La fiesta se acabó y regresé a casa muy agitado pero con un regalo para mi esposa, encontré a mi suegra quién cuidaba a mis hijos, se los llevó para que pasen toda la semana con ella. Dejé en el escritorio el regalo para ella y esperé hasta su llegada.

¿Dónde está? Ya es muy tarde y mis celos están saliendo a la luz, escuché las llaves en la cerradura. Ella me miró con miedo, buscó con la mirada a su madre.

— ¿En dónde estabas? — pregunté celoso.

Caminó sin responder a mi pregunta, algo está sucediendo con ella, me levanté del sofá y la seguí. Sus pasos fueron más ligeros, llegó a la biblioteca y cerró la puerta con seguro, golpeé la puerta para conversar sobre lo que está pasando con nuestro matrimonio.

Bajé las escaleras para buscar el llavero que contiene las llaves de toda la casa, logré quitar el seguro pero había colocado el mueble de libros sobre la puerta.

— (...) necesito hablar contigo.

Mi voz se estaba quebrado por el nudo en mi garganta, todo es mi culpa. Si hubiera hablado con la verdad nada de esto hubiera pasado. Insistí varias veces pero no recibí respuesta.

Me deslicé por la puerta hasta sentarme en el suelo, coloqué mi cabeza en mis rodillas para pensar que puedo hacer.