Infiel © [T.O.P y Tú] ~ Segunda Temporada

Capítulo 14 ~ Colapso

Me desperté con el aroma del café, quité las sábanas para poder sentarme, todo me daba vueltas, mi cabeza estaba explotando por dentro. Di unos cuantos pasos y me apoye sobre la pared para no caer, debía buscar las pastillas para el dolor de cabeza, con pasó lento logré llegar al baño, saqué el maletín de medicina pero no encontré lo que buscaba.

Mi cuerpo comenzó a temblar, mis fuerzas se estaban yendo de mi cuerpo, debía consultar a mi esposa sobre las pastillas. Baje las escaleras con mucho cuidado porque estaba viendo borroso, llegué al primer piso y ví a mi familia.

— ¿Estas bien? — preguntó sin regresar a verme.

Sentí náuseas, cubrí mi boca con mi mano y respiré profundo, ella se dió la vuelta y caí sobre mis rodillas por suerte me sostuve con mi brazo hasta que ella me dió su apoyo. Colocó su mano sobre mi frente, sentí un alivio inmenso porque sus manos estaban heladas.

— Seung o Youl, pásenme las llaves del auto — ordenó a los niños.

Ellos le dieron las llaves, se las colocó en la boca y acomodó mi brazo sobre su cuello para poder sostenerme. No tenía fuerzas para caminar, ella hizo todo su esfuerzo para acomodarme en el auto, necesitaba vomitar pero decidí dormir un poco.

Desperté cuando (...) abrió la puerta del auto y me cargó en su espalda, las enfermeras la ayudaron y me acosté en una camilla, un doctor me revisó y ordenó que me lleven al quirófano. Agarré la mano del doctor con todas las fuerzas.

— Si sucede algo malo en mí no le comenté nada a mi esposa. No quiero preocuparla — él sólo asintió.

Las enfermeras me pusieron el suero y no me acuerdo nada más.

A lo lejos ví a la misma joven de la otra noche, tenía en brazos a un bebé. Comenzó a llorar y la abracé muy fuerte, sentí que alguien me golpeaba el estómago, un joven se llevó a la chica y volvió a sonreír.

Abrí mis ojos lento, el doctor espero hasta que esté estable.

— ¿Dónde está mi esposa? — pregunté al no verla presente.

— Ella salió hace dos horas — dijo una enfermera.

— ¿Cómo te encuentras? — cuestionó el doctor.

— Ya estoy mejor.

— ¿Usted consume drogas? — negué — Tuvimos que hacerle un lavado estomacal, porque las drogas que tenía en su cuerpo lo hubieran matado.

Ello se retiraron dejándome muy confundido, nunca he probado drogas... Krystal. Ella es la única responsable de todo esto, sonó mi celular y es ella.

— Es un niño — dijo sollozando

— Escúchame bien, voy a pagar todos los gastos de mi hijo y hasta ahí llego todo. Hoy casi me muero por tu culpa.

— ¿Qué?

— Gracias por drogarme para complacer tus deseos — grité.

— Yo no fui, la culpable es Bom tu secretaria favorita a quien siempre defiendes. Ella es la única responsable — cerró la llamada.

Cerré mis ojos para no amargar mi vida, escuché unos leves pasos en la habitación. (...) había llegado y estaba con su celular, miré el reloj y son las nueve de la noche.

— ¿Dónde estabas? — pregunte molesto, ella escondió su celular en la cartera.

— Con los niños.

¿Porque estoy dudando de ella? Se ha preocupado mucho por mí.

— Lo siento — acaricie su mejilla — Te hice preocupar.

Ella se acercó a mí y besó mi frente, se quedó ahí hasta que me quedé dormido. A la mañana siguiente el doctor me dió de alta y dijo que debo reposar una semana para recuperar las energías perdidas, comer saludable y no hacer ningún esfuerzo.

Toda esa semana mi esposa me cuido como una madre, el corazón se me estremeció por el amor que me tiene, no me deja ni un momento solo y a veces se desvela por mi causa. Se ha encargado de las cuestiones de la empresa y le dió todos los poderes a Daesung.