Infiel © [T.O.P y Tú] ~ Segunda Temporada

Capítulo 15 ~ Detalles olvidados

Tomé la decisión de volver a los viejos tiempos con mi esposa, ella me demostró que me ama durante esa semana. Bajé las escaleras y me senté para desayunar con mi familia.

— (...), Hoy quiero que estés muy hermosa — besé sus labios.

Ella no preguntó nada, ni le interesó. Seguro no se levantó con los mejores ánimos, ayudo a nuestro hijo menor a comer un poco de fruta.

— Pasaré por ti a las nueve de la noche, los niños se quedarán en la casa de mi madre.

Ella asintió y salió de la casa  para dejar a los niños con mamá, llegué a la compañía con la mejor sonrisa, hice el trabajo lo más rápido posible para no tener nada pendiente para mañana porque es nuestro aniversario y quiero sorprender a mi esposa.

Con respecto a la situación con Krystal le depositó en su cuenta la mesada de mi hijo para que no me moleste en horas de trabajo, por otra parte Bom sigue siendo la misma aunque desconfío mucho de ella.

— Quiero que reserves una mesa en el mejor restaurante — le ordené.

— ¿Algo especial? — preguntó con una sonrisa.

— Si, quiero conquistar a mi esposa de nuevo.

— Me alegro mucho por usted presidente, ya le traigo la reservación — se fue como si nada hubiera pasado.

Volvió con la reservación y me deseó toda la suerte del mundo, por esta vez confiaré en sus palabras. Cómo lo habiamos acordado con mi esposa, ella se encontraba en el comedor esperando por mi pero sentí que algo le preocupa, seguro son los niños.

— ¿Lista? — extendí mi mano.

Subimos en el auto hasta llegar al restaurante muy lujoso, nos acomodamos en la mejor mesa que tenía una vista espectacular, la cena llego y comimos en silencio, hace mucho tiempo que no tenemos una cena romántica sin nuestros hijos, se siente tan bien estar con ella.

— (...) — acaricié su mano — Perdón por todo.

No sabía cómo disculparme por preocuparla esa semana, ella bajo su mirada cómo si fuera la culpable.

— Te prometo ser el mejor esposo y el mejor padre, he descuidado tanto a mi familia por el trabajo y no quiero que te aburras de mi.

Me acerqué a su bello rostro y besé sus labios como una promesa, acabamos la cena y regresamos a casa, ella subió las escaleras muy rápido y la seguí. La abracé muy fuerte y me perdí en el aroma de su cabello.

Desperté muy temprano para preparar todo, por suerte mi madre me había enviado la receta para un delicioso desayuno, fui a comprar muchas flores para hacer un ramo, las otras restantes sirvieron como adornos para la cama. Me vestí muy elegante como aquel chico del hotel y esperé con el ramo de flores en mis manos.

Por tanta preocupación ninguno de los dos nos acordamos de mi cumpleaños, no importa hoy lo celebramos el doble. Escuché los pasos de ella en los escalones, me levanté del sofá y ella me miró muy confundida.

— ¡Felíz Aniversario! — besé sus labios y le entregué el ramo.

Ella lo tomó aún confundida, creo que no se esperaba semejante sorpresa o quizá no se acordó de nuestro aniversario, no importa ya ha hecho bastante por mí.

— Mi amor, hoy pedí permiso para disfrutar todo el día contigo — la abracé con ternura pero no lo correspondió.

— ¿Todo el día? — preguntó exaltada.

— Sí — dije con una sonrisa — ¿Pasa algo?

— Es por la academia...

— No te preocupes, yo te acompaño — besé su mano.

Me felicitó por preparar un exitoso desayuno, lave los platos y me puse la pijama de ositos, ese fue un regalo muy hermoso por parte de ella, en ese tiempo nuestros hijos no habían. Ella me miró muy sorprendida, subió hasta la habitación para colocarse la pijama de ositos, se sentó en el sofá para ver un maratón de películas de comedia.

En cada oportunidad que tenía le molestaba lanzando a su cara palomitas de maíz o le robaba un beso, tal como en los viejos tiempos cuando éramos una pareja de enamorados.

Llegamos a la academia tomados de la mano, sus amigas no me quitaba la vista de encima para mala suerte el profesor me pidió de favor que sea su modelo, dudé un poco pero (...) iba hacer un retrato de mi, esa idea me agradó.

Tocaron la puerta, el jóven del hotel llamó al profesor por un momento, se acercó a mí esposa y le susurró en el odio, ella se levantó de la silla y salió del salón. No me quedé quieto, ese idiota no se podía llevar a mi mujer, salí del salón y ví cómo ella lo alejaba.

— ¿Quién eres tú? — tomé su camisa con mucha rabia.

Cerré mi puño dispuesto a comenzar una pelea, sentí el abrazo de mi esposa y me calme por un momento, tomó mi mano para regresar al salón. No se me quitaba de la cabeza que ese idiota queria algo con ella, le pedí terminantemente que se aleje de él pero no me escuchó.

Dejaron los cuadros junto a la pared para que se sequen, tomé la mano de mi esposa para salir de esa academia. Debía tranquilizarme para no cometer una locura, estaba dispuesto a regresar para golpear la cara de ese sujeto.

Nos bajamos del auto y quiso huir de mí, hice que se girará para hablar sobre esa situación.

— No me hiciste caso — con fuerza sujeté sus hombros por los celos que tenía.

— Si lo hice — me quedé más tranquilo — Solo cruzamos palabras, nada más.

— Lo sé — estaba buscando problema dónde no hay — Confío en ti mi vida.

Subimos a la habitación, quería volver a sentir que es mía, hace mucho tiempo que no estamos en intimidad. Besé su cuello pero ella se dió la vuelta un poco molesta.

— Estoy cansada Seung — quitó mis manos de su cintura.

— No hay problema — besé su frente y la abracé muy fuerte.