Día 6

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Alec despertó cansado, se había dado una ducha. Se sentía mal, tenía ganas de vomitar, y hoy empezaba la quimioterapia.

-¿Para qué? Si no servirá de nada.- se había dicho asi mismo.

Se vistió con algo que le quedara bien . Bajó las escaleras y tomó un batido de chocolate. No quería comer nada, no tenía hambre. Tomó las llaves del coche, y se fue al jodido hospital que tanto odiaba.

*************

El timbre del lof de Magnus sonó y él fue a abrir la puerta. Catarina saltó encima de él.

-¡Vida! -exclamó- tanto que no te veo, andas perdido.

-Lo siento...pero últimamente estoy con al..

-Lo sé…-le había interrumpido- entiendo, debes pasar más tiempo con él.

-Deberías estar con él también …. Después de todo se llevan muy bien.

-Lo sé, y estos días procuraré pasar tiempo con él...aunque pensar que …

-No lo pienses, no le va a pasar nada. Lo que debemos hacer es pasar tiempo con él y disfrutarlo.

Lo que pasa, Magnus, es que tú no quieres ver la cruda realidad. Los ojos de Catarina de humedecieron, sonrió y parpadeó para espantar las lágrimas.

-Bueno. ¿Vamos?

-Sí, vamos…-el moreno le había dedicado una sonrisa- Alec hoy tiene quimio.

-Espero que todo le vaya bien.

-Yo también…-habían salido del edificio y Magnus miró el cielo.- es un día bonito.- Catarina asintió-  ¿Y qué, cómo has estado? Supe que estuviste mal estos días, lamento no haberte prestado atención.

-No te preocupes. Ahora no soy yo quien más lo necesita..-suspiró- ya sabes...lo que ha pasado, el accidente, ir al funeral de Sebastián y ayudar a Clary y su madre, un amigo que se muere...estoy bien …-mintió.

-¿De verdad? Cat, te noto extraña.

-De verdad.- lo miró- vamos Magnus, que soy la misma, soy tu Catarina…-rio y empezó a correr- ¡Venga que el último paga!

Magnus la vió desaparecer en la próxima manzana. Corriendo como una niña, como la recordaba hacía algunos años, como solía ser. Pero no en el presente. Por que dentro, muy dentro de ella guardaba otra verdad.

*********


-Un capuchino, por favor.- sonrió Catarina con una amplia sonrisa hacia el camarero. Él no puedo evitar sonreírle.

-Para mi también.-dijo Magnus, colocando su chaqueta detrás de la silla.- ¿Y bien? ¿Algo nuevo que contarme?

Catarina colocó sus cabeza en sus manos, suspiró. Era ahora o nunca.

-Magnus eres mi mejor amigo…

-Sí…-asintió- gracias.- dijo ayudando al camarero a poner las tazas en cima de la mesa.- ¿Qué pasa?

-¿Te enfadaras si te cuento algo?

-No, suelta lo que tengas que decir. -dijo magnus mientras le daba un sorbo a su taza de café.

-Oye...esto es algo difícil…-dijo Catarina colocándose un mechón de cabello detrás de su oreja.

-¿No te irás a declararme?

-¡Bobo!.... ¿Cómo dices eso?.. además sabes que sigo queriendo a Ragnor

-Oh…-Magnus tomó una servilleta y se limpió sus labios.- Tienes razón….¿Van mal las cosas con Ragnor? No me lo quiere contar...pasa más tiempo con Tessa que con migo.

-No te enfades por favor, Magnus... eres el único que me queda…

Magnus le tomó la mano de nuevo. Una sonrisa complaciente apareció en su rostro.

-No te preocupes, no te daré de lado.

-No quise contárselo a nadie...pero tú debes saber, estás conmigo en todo, pero tenía miedo

-Te entiendo.

Magnus rodeó la mesa, fue hacía Catarina y le dió un abrazo, dándole un beso en la frente.

-Tranquila pequeña , todo saldrá bien. ¿Sí?

Catarina asintió y tomó los brazos de Magnus mirándolo.

-Espero sobre todo que se resuelva lo de Alec... Bueno, ya vale de resentirse… hoy quiero pasarla bien contigo.

Sonrió y Magnus le devolvió la sonrisa.

-Aunque no volveré a beber en toda mi vida…

-Asi me gusta.

-Magnus…

-¿SI?

-Gracias.-Magnus sonrió.- Ah, y vuelves a tener espuma en la boca.-ambos rieron.- Fatal... Magnus, va fatal, pienso que fue mi culpa nuestro distanciamiento.

-No pienses eso.- el moreno le había acariciando una mano y está lo retiró rápido.

-El otro día me tuvieron que llevar al hospital.

-¿Qué? ¿Por qué no me dijiste nada? ¿Qué te pasó?

-Me dió un coma etílico…

-¿Qué te dió el que? -le acarició el cabello- Catarina,¿Qué mierda tomaste?

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Alec tocó la puerta del lof, la sirvienta que se encontraba ahí le abrió la puerta.

-Hola…-le sonrió a Alec, tenía rato que no le había visto.

-¿Dónde está Magnus? -dijo algo enfadado, intentando no explotar allí mismo. La garganta le ardía, los ojos completamente rojos, tratando de no soltar en llanto.

-En su cuarto, ¿Por?

Alec paso como un tornado. Subió las escaleras, abrió la puerta sin tocar siquiera, allí no había nadie.

-¿Magnus? -el labio le temblaba.

Alguien le rodeó por detrás.

-Hey...buenas noches. -dijo Magnus besándole el cuello.

Alec se giró en un movimiento brusco.

-Magnus…-lo abrazó y no pudo evitar  empezar a llorar. La ropa de Magnus se empapó rápidamente y su corazón se encogió.

-¿Qué pasa? -dijo mientras lo abrazaba.

-La quimioterapia es una mierda…Todo es una mierda...me quiero morir ya.- Alec continuaba con su imparable llanto.

-No digas eso, Alexander, por favor.- lo tomó de la mano y entraron al cuarto, el moreno cerró la puerta. Todo estaba ordenado y muy bien decorado, como Magnus siempre lo tenía.- ¿Qué es lo que ha pasado?

-Se me está cayendo el cabello.-se sacó algo del bolsillo del pantalón.- Mira.- dejó caer un par de cabellos negros.- si me quedo calvo, los médicos lo pagarán.

-Pero Alec, eso es normal...el cabello te volverá a crecer... además tienes que hacer la quimioterapia.

-Pe-pero...pero..- Alec no quería decirle el porque estaba molesto, quería estar siempre guapo para él, tal vez a Magnus le parecería algo estúpido, pero para el ojiazul,no era asi. No quería que su cabello completamente negro, ese cabello negro que tanto adoraba Magnus desapareciera.

-No te preocupes, que yo te voy amar con o sin cabello…-se inclinó y le dió un beso en los labios.- Siempre…

-Oh, Magnus…- Alec lo abrazó y le correspondió el beso, los dos cayeron a la cama. Magnus se sujetó con los antebrazos.- Dentro de una semana ya no estaré aquí. ¿Qué harás?

Magnus le subió un poco la sudadera y le besó la barriga.

-Si que vas a estar,no seas tonto. Ya te dije que si mueres voy contigo.

Alec quería llorar de nuevo. No dijo nada.

-Alexander…

-¿Mi amor?

-¿Alguna vez has surfeado en la noche?

16 Días con él .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora