Descendientes: Los hijos de zalgo

Prologo

Bueno está es mi primera historia así que no sean tan duros conmigo, si me equivoco en alguna palabra por favor avísenme para poder mejorar los pensamientos de los personajes se representarán así (•) bueno así sin más comenzamos.

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•mi nombre es zalgo así es el dios de los creepypastas un día fui al mundo humano para provocar el caos pero en su caso conocí a la persona que cambiaría mi vida, a Miranda mi esposa, nosotros nos fuimos frecuentando cada vez más en un claro de un bosque, ella me contaba sobre cosas que le gustaban y yo la escuchaba atentamente y la miraba, en un momento ella se dio cuenta de que la miraba y escuchaba y al darme cuenta de que ella se había fijado en lo que hacía me había puesto rojo como un tomate, ella al darse cuenta de esto se rió un poco.

—Zalgo—de que te ríes tanto Miranda •la fulmine con mi mirada haciendo que parara de reír y se levantara del pasto

—Miranda—nada nada tontito solamente que al verte así de rojo me recordaste a un tomate *ella se comenzó a reír por la imagen de zalgo como un tomate

—Zalgo—y tú crees que sería el tomate más atractivo que has visto *zalgo se le acerca a Miranda con la intención de ponerla nerviosa

—Miranda—porque me dices eso acaso me quieres conquistar Romeo *Miranda se burla de zalgo y se mete a la laguna a nadar

—Zalgo—Miranda no me busques porque o si no te molestaré mucho *zalgo usa las sombras qué hay para agarrarle las piernas a Miranda y acercarla a el

—Miranda—oye no se vale hacer trampas, suéltame ahora mismo zalgo.

—Zalgo— y si no quiero que me harás ? •zalgo la acercaba un poco más a el soltándola y tomándola de la cintura

—Miranda—si no me dejas tranquila te haré esto *Miranda le da un beso a zalgo y este se queda impactado

—Zalgo— te amo mucho Miranda por favor nunca me abandones *zalgo le devolvía el beso a Miranda y está lo abrazaba mientras se recostaban en el verde césped de el claro*

*con el tiempo el amor que Miranda y zalgo se tenían se convirtió en dos hermosos bebés que estaban en el vientre de Miranda, pero una persona observaba desde el infierno los actos de amor de esas dos personas un amor que estaba prohibido.

—Zalgo—cariño cuidado acuérdate que estás embarazada *zalgo estaba muy preocupado por sus día retoños que su amada llevaba dentro*

—Miranda—cariño lo se no me lo tienes que estar diciendo todo el tiempo, oye a  todo caso como los vamos a llamar ?

—Zalgo—si uno nace hombre lo podríamos llamar leo rose y a la otra lila rose te gustan los nombres ?

—Miranda—yo preferiría llamarlos artemis y layla rose •Miranda sobaba su viente mientras sentía una pequeña patadita

—Zalgo—me gustan esos nombres artemis y layla mis pequeños principe y princesa

—Miranda—cariño mira están pateando •Miranda toma la mano de zalgo y la posa en su vientre para que este sienta las pataditas de sus bebés a zalgo se le forma una sonrisa en su rostro y comienza a sobar el vientre de su amada