Fillie de la Lune

¿Malos sueños? ¿O predicciones de un mal futuro?

Su ceño se frunció con fuerza. Su frente estaba llena de sudor y no dejaba de moverse mientras su respiración salía en molestos jadeos.

–Deina...– susurré el Guardián mientras apretaba con más fuerza las sabanas. Volvió a moverse con violencia, como si quisiera evitar algo. Su mandíbula se tensó demasiado, haciendo que un dolor le recorriera de pies a cabeza.

>> No... No me dejes... Por favor... No... No me dejes...– dijo él con más fuerza. Deina observaba la escena un tanto sorprendida. Coloco su mano en la frente del peliblanco.

–Lux...– susurró la castaña, observando un ligero brillo blanco salir de su mano y calmar los tormentos del Guardián. Sintió como la tensión que ante sentía desaparecía antes de ver los ojos azules de Jack mirarla con fijeza, como si se sorprendiera de que ella estuviera frente a ella. Le regalo una sonrisa tranquilizadora mientras acariciaba su frente.

– ¿Deina?– preguntó él con voz ronca.

– ¿Ya te encuentras mejor?

–Yo... ¿Qué fue lo que paso?

–Tuviste una pesadilla... Te ayude a alejar esos malos pensamientos...– Jack se sentó, dejando que las sabanas se agruparan en sus muslos, mientras pasaba su mano por su cabello húmedo.

–Fue tan real...– comenzó él –Fue como... Como si lo estuviera viviendo en ese momento... Tuve... Tuve miedo de lo que podía pasarte... Yo... Yo no sé qué haría si te vas de mi lado Dei...

>> Sé que suena un tanto descabellado... pero... te amo tanto... que... la sola idea de perderte duele...Duele más de lo que jamás imagine...– dijo él antes de bajar la mirada. La tristeza y el dolor seguían presentes en su cuerpo. Con delicadeza, la chica de ojos verdes tomo su barbilla e hizo que la mirara directamente a los ojos.

–Yo sé que los sueños suelen ser muy reales, pero, solo son eso Jack, no dejes que tus miedos te controlen... No es sencillo poder procesar todas las emociones que puedes llegar a experimentar en esos momentos, pero no te dejes dominar por ellos, solo respira hondo y quédate tranquilo.

>> No vas a perderme Jack, y, si por alguna vez nos separamos, créeme que siempre encontrare la manera de llegar a ti– dijo ella antes de atraerlo hacia ella y abrazarlo con fuerza. Jack no dudo en corresponder. Necesitaba tanto su cercanía. Su calidez. Sentir su corazón latir muy cerca del suyo. Inhalo hondo su aroma. Ella siempre olía a menta y hierbabuena. Una combinación refréscate y ligera. Se separaron y Deina lo miro con una sonrisa. Tenía una idea para poder calmar la ansiedad que sentía.

– ¿Te parece si me quedo a dormir contigo para que te quedes más tranquilo?

–Para mí sería un placer...

–Entones, arrímate ancho – bromeó ella.

–No estoy gordo...

–Claro que no. Solo estas pasado de bueno.

–Me alegra que te hayas dado cuenta– dijo Jack antes de guiñarle un ojo. Deina rodo los ojos mientras sonreía. Se acostó a su lado y dejo que Jack recostara su cabeza de su pecho, mientras sus brazos rodeaban su cintura y la apretaban contra sí. Acomodo su cabeza encima de la de él y suspiro.

– Buenas noches, Jack.

–Buenas noches, Deina...– le respondió antes de quedarse dormido. Deina acaricio con lentitud mechones del cabello de Jack. Ella sabía lo contradictorios que podían ser los sueños, y lo mucho que podían llegar a afectarle a uno. Respiro hondo. Los miedos de Jack parecían estar en el aire, cosa que no la dejo dormir, solo se quedó viendo fijamente el techo mientras sentía la pausada respiración del Guardián, lo que le hizo ser consiente de todo lo que habían vivido en ese mes.

Había pasado un mes desde que Jack le había dicho sus sentimientos. Un mes de salidas, besos y palabras que solo hacían algo que era obvio desde que lo vio por primera vez: enamorarse perdidamente de él. Sonrió ante el pensamiento. Nunca creyó volver a experimentar la sensación de estar enamorada de nuevo, pero, nunca puedes asegurar las cosas, siempre hay algo que hace que tus planes no salgan como esperas. Bajo la mirada hacia Jack. Se veía tan tranquilo y sereno, que deseaba que esas sensaciones se quedaran para siempre.

Una sensación de malestar se instaló en su pecho. Sabía que aún había retos que superar, sobre todo por la aparente ausencia de Pitch, que, no le daba ninguna tranquilidad. Un ligero destellar la hizo volverse a la ventana. En pocos minutos amanecería. No supo cuánto tiempo se quedó pensando en lo que podría pasar, pero, si sabía que tenía que estar preparada ante todo. No sería fácil, pero, las cosas jamás lo son...

¡Vaya! Creo que este es el capítulo más corto que he escrito de esta historia, pero, me gusto como quedó, así que no creo añadirle más al asunto.

Espero que estén bien, yo he tenido unos cuantos días jodidos por lo que pasó aquí en México en cuanto a los dos sismos que hubo, que, déjenme decirles, que fue jodidamente terrorífico, nunca, jamas de los jamases, espero que experimenten un sismo desde un segundo piso, es horrible. También he tenido problemas familiares, pero, tengo fe y esperanza de que estos se resolverán bien, tengo confianza en que solo ocurrirán cosas buenas de aquí en adelante.

En fin, no tengo nada mas que decir ante esto, solo un gracias por seguir leyendo esta obra y dejar tanto sus comentarios como sus votos, en serio, eso me anima a continuar.

Espero verlos la próxima semana en "Cayendo por Ella" con un nuevo capítulo que estoy acomodando, así que, no desesperen y tengan paciencia.

Se despide de ustedes su querida autora.

Los quiere.

Dan M Frost.