Fred Hamilton (?) - Goldred/Freddoy/Frededdy

Helpless.

Joy = Elizabeth Schuyler.
Fred = Alexander Hamilton.
Golden= Angelica Schuyler.

⛔No hay casi nada de cambios comparandolo a la canción.⛔

¡Oh,
I do, I do, I do, I do!
¡Hey!
¡Oh,
I do, I do, I do, I do!

Boy, you got me helpless.

"¡Chicas!" exclamó Joy encantada, admirando el anillo que tenía en la mano. ¡Fred había pedido su mano! "¡Miren, es hermoso!", dijo alardeando felizmente su anillo.

Look into your eyes
and the sky is the limit,
I'm Helpless.

Joy nunca ha sido de las que quiere llamar la atención.

El otro día, había ido a una fiesta con algunos chicos de su escuela, y estaba totalmente aburrida, así que decidió mirar y entretenerse viendo a su primo haciendo locuras en la pista con su amiga Chica.

Pero él entró, y su corazón hizo "Búm".

Intentó cautivar la vista del azabache desde el otro lado de la habitación, todos bailaban al tono de la música y ella comía y bebía sin quitar la vista de el chico. Tomó el brazo de su primo, quién se había acercado a ella y le susurró al oído "Me encanta, lo intentaré conquistar".

El rubio la miró y caminó hacia el moreno. La rubia se comenzó a desesperar "¿Que va a hacer?", tomó al chico del brazo y se dió cuenta de lo que pasaba. "Estoy arruinada".

Y él miró hacia Joy con sus hermosos ojos y ella cayó indefensa.

Oh! Look at those eyes...

Look into your eyes and
the sky is the limit.
I'm helpless.

¡Indefensa!

I'm so into you!
I am so into you!

¡Tan enamorada! ¡Estaba muy enamorada!

"¿A dónde me llevas?" interrogó el de cabellos morenos al rubio.

"Voy a cambiar tu vida."

"¡Oh, oh, ohhh! Entonces, llévame."

Llegaron con Joy y esta se presentó.

"Joy Shepperd, u-un placer conocerte." dijo la rubia, tímidamente.

"¿Shepperd?" analizó el chico de ojos negros.

"Mi prima, haha." respondió el rubio.

"Eres un chico muy apuesto..." coqueteó la rubia

"Si hubiera sido necesaria una guerra para conocerte, lo haría, valdría la pena por completo."

"L...Los dejaré en lo suyo..." dijo el rubio, aunque no le prestaron atención.

Una semana más tarde.

Se encontraba mensajeando con Fred Fazbear a las una de la mañana, la vida de la rubia se hacía mejor cada vez y se reía por que su primo quería formar un harem.

"Sólo te digo que si en serio me amaras lo compartirías." dijo en broma.

"¡HA!".

Dos semanas más tarde.

La rubia se encontraba nerviosísima en la oficina de su abuelo, quién tenía la cara completamente seria mientras Fazbear pedía la bendición de parte de su abuelo. El chico bebía y comía, mientras la rubia intentaba no llorar por que conocía lo suficiente a Fred como para saber que era muy torpe y que no había nada que no se le pasara por la mente.

Pero el señor Shepperd se paró de su asiento serio, y rodeó su escritorio. "Estamos perdidos." pensaron los jóvenes, pero el hombre tendió su mano a Fred.

"Sé sincero y leal.", el azabache le dió la mano y luego se volteó con una sonrisa inmensa mirando a la rubia, quién cayó indefensa.

Now is mine!
That boy is mine!

"Joy, no tengo un dólar a mi nombre, nada de tierras, una banda que guiar, un poquito de fama en el Instituto. Todo lo que tengo es mi honor, mi tolerancia a las cosas, una beca en la universidad y mi habilidad para cantar."

La rubia no pudo evitar soltar una carcajada con eso.

"¡Pero!, tu familia es agradable, Chica confía en mí, Golden intentó conquistarme, ¡No te estreses! Mi amor por tí nunca tuvo dudas, podemos vivir en Harlem y arreglarlo... He vivido sin familia desde que era un niñito, mi padre se fue, mi madre murió, pero nunca olvidaré su cara."

Joy no dejaba de prestarle atención al chico.

"Y durante toda mi vida, juro que nunca me había sentido tan indefenso."

I do, I do, I do, I do!

"Oh, Joy, nunca me había sentido tan indefenso, lo juro." tomó a Joy del mentón y la besó. "Mi vida es mejor por que estás en ella".

"Veo a tus ojos y me siento débil, eres hermoso, te amo".

In New York you can
be a new man.
In New York you can
be a new man.
In New York you can
be a new~ man~.

Helpless...

Campanas nupciales anunciaban que alguien había contraído matrimonio. Sí, señoras y señores, Fred y Joy ya eran casados.