Brave /Draco Malfoy/

Capitulo XXV

Harry se mantuvo callado en el camino, aun estaba preocupado por su conexión con Voldemort y pensé en contarle de mi nuevo "amigo" – sarcasmo, claramente-, pero alejé la idea inmediatamente. Si estaba tan asustado por sí mismo, el estrés lo consumiría si se enteraba que yo estaba pasando por algo parecido.

Pase la tarde en "familia" jugando snap explosivo y colocando las decoraciones de Navidad. No podía recordar que Sirius hubiera estado nunca de tan buen humor; estaba cantando villancicos, aparentemente feliz de tener compañía para Navidad. Podía escuchar su voz haciendo eco a través de la cocina mientras jugaba ajedrez mágico con Hermione, Ginny leyendo la correspondencia que había llegado hace unos minutos.

- El baile de Navidad de los Malfoys es esta noche. – dijo Ginny con una risa. Aparte mi vista del juego y la observe mientras leía la carta. – Emma esta invitada. Realmente no entiendo que tan importante podría ser un baile en la mansión de esa serpiente. – dijo bajando la carta hacia su falda.

- ____. – me llamó Hermione para que hiciera mi movimiento.

Miré las piezas y no pude concentrarme. ¿Qué pieza había movido Hermione? Pero mi mente estaba en la Mansión Malfoy. Podía imaginarlo vestido con un elegante traje de gala, una camisa que apretara ligeramente sus músculos. Me derretí ante la imagen que se formó en mi mente.

Sus palabras hirientes volvieron a mi y a pesar de aun estar lastimada, arrepentimiento surgió en mi pecho al recordar como casi me había suplicado que lo perdonara y dude sobre mi decisión. Pero, de todas formas, ese comportamiento de su parte era extraño, completamente fuera de su persona. Si le confesara lo que había pasado a Hermione, el cerebro del grupo, me diría que era un intento de Voldemort de tener control sobre mi y que sus insultos en el partido habían sido el fuera de actuación, su verdadero ser.

Hermione carraspeo llamando mi atención nuevamente y me gesticulo hacia las piezas que me miraban esperando mi siguiente movimiento.

- Lo hacen todos los años. – dijo Hermione encogiendo sus hombros. -Solo sangre puras están invitados.

- Que racistas. – se quejo Ginny tomando un sorbo de su chocolate caliente.

Las risas de Canuto y Harry se escucharon por la puerta. Sonreí en respuesta mientras la melancolía formaba un nudo en mi garganta.

- No puedo creer que rechazaras el ir a esquiar con tus padres. – le comenté a Hermione con una risa seguido de informar mi movimiento a las piezas.

- Harry necesita nuestro apoyo. – respondió simplemente concentrada en el tablero.

La nieve comenzaba a caer del cielo, para mañana todo estaría cubierto de nieve. Solté un suspiro cuando Draco volvió a aparecer en mi mente. Agarre mi frente entre mis manos y apoye mis codos en mis rodillas.

- ¿Estas bien? – pregunto Ginny haciendo que Hermione levantara la vista para mirarme.

La noche anterior no había dormido nada, Harry tenia miedo de atacar mientras dormía, pero yo estaba drenada por la energía que había liberado frente a Draco con la intención de intimidarlo.

Me hubiera gustado asistir a la fiesta, para mantener un ojo sobre el y ver si volvía corriendo a los brazos de Astoria tan solo veinticuatro horas después de haber terminado lo que sea que teníamos. Intente convencerme de que no era de mi incumbencia, pero seguía volviendo a ese tema una y otra vez.

Cada año me enteraba de las fiestas en la mansión de los Malfoy, pero solo este año me hubiera gustado asistir. ¿Estará triste porque lo aleje? ¿O pasara la noche de su vida bebiendo y besando sin acordarse de mí? ¿Le afectaba nuestra separación tanto como a mi?