Dulce San Valentín [SeBaek]

Era una noche de San Valentín inusualmente fría, pero no era rival para los amantes que en ese momento se reunían alrededor del mundo.

A la mitad de una húmeda calle, con la mirada perdida en el cielo y la congelada lluvia cayendo sobre su rostro, Baekhyun sostenía un cuchillo plateado de hoja fina. Gotas color carmín resbalaban de él hasta reventar en el piso.

Una sonrisa macabra pero con un deje de tristeza se formó en sus labios.

“-Perdóname Sehun…”- susurró.

Las gruesas gotas que recorrían su mejilla ya no eran solo dulces, si no saladas.

 

-

 

-Baekhyun estás demente, no hagas esto- Atado por cuerdas a una silla, Jongin  buscó con la mirada los ojos de su acompañante.

El joven se paró frente a él, pero no respondió ni mostró señal de cordura.

-Piensa en Sehun-.

-Es por él por quién lo hago- Se sentó en el regazo del mayor quedando frente a frente.

– Solo me has dificultado las cosas hasta ahora-. Pasó una de sus manos detrás de la oreja de Jongin hasta su cuello. –No te preocupes, cuidaré bien de él-. Y le plantó un profundo beso en sus labios mientras tomaba su rostro con ambas manos. -Que desperdicio- rió relamiendo sus labios al momento de separarse.

Un corte rápido en la yugular bastó para acabar con la vida del desafortunado, dejando la sangre correr fuera de su cuerpo.

“-Sehun-.”

“-¿Baekhyun?-.”

“-Se ha ido, Jongin te ha dejado-”

“-¿J-Jongin? ¿De qué hablas Baek?-” una risa nerviosa escapó de los labios de Sehun.

“-Ahora me perteneces solo a mí. Será difícil, pero estaremos bien-.”

Baekhyun sabía que la noticia le iba a doler a su amado, pero no importaba porque luego él lo haría sentir bien. Baekhyun solo quería que Sehun fuera feliz, con él a su lado. Sosteniendo aún el teléfono, Sehun, cayó de rodillas llorando la muerte de la persona más importante en su vida. Sabiendo que su mejor amigo había sido el responsable.

“-No te preocupes, yo estoy aquí. Estaremos bien-.”

“-¿Qué has hecho Baekhyun?-”su voz, temblorosa a través del teléfono.

“-Por favor… será una nueva vida. Una nueva historia-.”

“-¡NO… NO PUEDE SER ASÍ!-”

 “-Estaremos bien, cuidaré de ti. Te amo-”

“-¡Deja de decir eso! ¡¿Qué es “BIEN” para ti Baekhyun?!-”

Los confundidos gritos de Sehun desgarraban el corazón del castaño.

Se escuchó a la policía llegar fuera del apartamento de la víctima… Las sirenas y las luces de las patrullas y ambulancias llenaron la calle. La lluvia azotaba sin piedad al suelo y la brisa zumbaba ferozmente.

“Un amante ha muerto” en la noche de San Valentín. “Un suceso digno de un encabezado” pensarían algunos. Una tragedia… un sangriento San Valentín ¿Había sido una casualidad?

Pero no quedó alma testigo de los hechos…

 

“-¡TE ODIO BAEKHYUN!-”

“-No digas eso, tú sabes que no quieres decir eso Sehunnie-” Pero la llamada ya había sido terminada al otro lado de la línea.

La mañana no podía haber sido más perfecta ni Jongin más cursi.

-¿No te da vergüenza decir todas esas cosas?- preguntó Sehun, un tanto avergonzado.

-Claro que no, te amo-.

-…Yo- yo también te amo …-.

Cuando comenzó a oscurecer, Jongin acompañó a Sehun hasta su casa. Lo que no sabía es que alguien más le seguía de cerca, observando. Baekhyun esperó a que Jongin regresara a su propio apartamento y en cuanto se le presentó la oportunidad forzó su entrada sigilosamente, solo para aprisionarlo desprevenido.

Con manos y pies atados a una silla, pidiendo por su vida, Jongin fue asesinado.

-Lo siento, es algo que simplemente debo de hacer- le había dicho Baek.

Y habiendo confesado su cometido a Sehun, fue maldecido por éste. Baekhyun lanzó el teléfono por la ventana y caminó al origen de las sirenas.

-¡Arriba las manos! ¡Suelte ese cuchillo!- ordenaron desde un altavoz.

Pero Baekhyun ya no escuchaba.

Era una noche de San Valentín inusualmente fría, pero no era rival para los amantes que en ese momento se reunían.

A la mitad de una húmeda calle, con la mirada perdida en el cielo y la congelada lluvia cayendo sobre su rostro.

“-Perdóname Sehun… -”

Y las gotas en sus mejillas ya no eran dulces, si no saladas.

-¡SUELTE SU ARMA!- El brillante cuchillo, usado por las mismas manos, terminaría con otra vida esa noche.

Perdido en su dolor, bastó un profundo corte en el cuello para dar fin a la trágica historia de amor.