17

5.4K 316 26
                                    

  Después de derrotar el beanbag volvíarriba. Había empezado a leer una de misrevistas de papás, pero su letra me estabadando un dolor de cabeza. Sabía quiéneseran mis verdaderos amigos y tenía ungran novio. -¿Hablando de tunovio? Kurama invadió mis pensamientosotra vez a pesar de estar justo a mi lado. -Voy a verlo ahora, sin mirar en mimente. Mirando a Kura, fui a la casa deKakashi.Dejó la ventana abierta. Le di un selloantes de irme que mantendría a todosmenos a mí. Estaba dormido en lacama. Su pecho estaba desnudo y lasmantas estaban enredadas alrededor desus piernas. Me senté en el borde de lacama. Él era súper lindo. Me acerqué yaparté un mechón de su cabello. Sus ojosse abrieron un poco. "Mañana consueño." Él sonrió, la máscara se crispó, yagarró mi brazo. Luché chillando comouna chica mientras él me tiraba encima deél. Mi cara era muy cercana a la suya y yosabía que me estabasonrojando. Mornin. Dijo de vuelta. Sebajó la máscara por un beso. Juro que medio 50 tonos de rojo. Él tomó mi barbilla yguió mis labios hacia abajo. Después deun breve beso que me dejó sin aliento, mepreguntó: -Quieres traer ramen, ya sabesque Teuchi va a quejarse de que no lo hasvisto con tanta frecuencia. Sólo asentí. Yoestaba muy contento. Me gustaría pasar latarde con mi favorito y la segunda gentefavorita en el mundo. Salimos tan prontocomo Kashi se vistió. Me sostuve en sumano muy apretada. Los susurros de'demonio' y 'monstruo' habíandesaparecido, pero creo que los nuevossusurros eran igual de aterradores. Ellosseguían diciendo "no sólo se ven lindosjuntos" y "estoy tan celoso" y "creo quesería para un trío" que eran simplementeperturbador. Odio que estabaacostumbrado. No sabía qué eraesto. Kashi notó mi inquietud y me apretóla mano. Sonreí agradecido. Finalmentellegamos a Ichyraku Ramen. Dos misoramen por favor. -dijo Kakashi,acomodándose en un taburete. Me sentéa su lado. "Ya viene." Le tomó unossegundos comprender lo que habíavisto. ¡NARUTO! Dijo Ayame. "Ha pasadoun tiempo, ¿qué te trae aquí?" Lesonreí. "Estoy en una cita conKashi." Dije. Ella bufó. -Bueno, ya eshora. La miramos fijamente. Finalmenterompí el silencio. Ni siquiera voy apreguntarte cómo sabías. Ayame sólo ledio una sonrisa misteriosa. "Bueno,disfruta de tu cita." Ella colocó nuestroramen delante de nosotros y cavamos en,Kakashi tan pronto como su espalda sevolvió. Cuando terminamos caminamoshasta la cima del monumento deHokage. El sol se ponía sobre elpueblo. Las nubes se pusieronrosadas. Me recosté en el pecho deKakashi y él envolvió sus brazos alrededorde mí. Entonces dijo algo que mató porcompleto el estado de ánimo. "Toraescapó de nuevo y mañana si el gato noestá de vuelta vamos a tener quecogerlo." Recordé lo que pasó la últimavez vivamente. Sakura podría tratar dematar a la pobre. Kakashi hizo unamueca. "Se enteraron de cómo manejastea Tora antes de que te envíen asolas". Sostuve una expresiónaliviada. Los animales y yo siempre noshemos llevado bien. "¿Qué harán usted ylos demás mientras tanto?" Kakashi mepuso la barbilla en la cabeza. "Limpiar lapiscina de alguien." Le di un codazo aKakashi. "¡¿Para que era eso?!" Lomiré. "Quiero un beso." Kakashi puso losojos en blanco. "Tan demandante." Éldijo. Yo sonreí. No le impidió darme lo queyo quería. Los animales y yo siempre noshemos llevado bien. "¿Qué harán usted ylos demás mientras tanto?" Kakashi mepuso la barbilla en la cabeza. "Limpiar lapiscina de alguien." Le di un codazo aKakashi. "¡¿Para que era eso?!" Lomiré. "Quiero un beso." Kakashi puso losojos en blanco. "Tan demandante." Éldijo. Yo sonreí. No le impidió darme lo queyo quería. Los animales y yo siempre noshemos llevado bien. "¿Qué harán usted ylos demás mientras tanto?" Kakashi mepuso la barbilla en la cabeza. "Limpiar lapiscina de alguien." Le di un codazo aKakashi. "¡¿Para que era eso?!" Lomiré. "Quiero un beso." Kakashi puso losojos en blanco. "Tan demandante." Éldijo. Yo sonreí. No le impidió darme lo queyo quería.  

kakanaru:El dolor dètras de la màscara de narutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora