"Paradise club"
-¡Nos vamos de putas!
Exclama Noah, alzando los brazos mientras termina de estacionar el auto a unas cuantas cuadras del club de prostitución al que me trajo Noah.
-Ya me estoy arrepintiendo de haber subido al auto contigo- suspiro- No lo sé, ¿no podemos comprar otra cosa con el dinero que tenemos? ¿tal vez un drone?
Noah me mira ofendido.
Ruedo los ojos.
-¿Eres gay o que mierda?
-No es que sea gay, Noah. Nos estamos arriesgando a contagiarnos de sida o cualquier otra enfermedad de transmición sexual.
-¿Podemos hablar de eso después? estoy a unos 20 minutos de cumplir todas mis fantasías sexuales.
A pesar de que el momento me inquieta y me llena de inseguridades no puedo evitar reír. Ya que una de las fantasías sexuales de Noah, es hacer una orgía con dos rubias, y hacer miles de posiciones con ellas.
A mí en particular, no me llaman la atención las orgías.
Lo único que me llama la atención en estos momentos, es ______.
Debo admitir de que estoy comenzando a obsesionarme en saber más de ella, en por qué siempre hace todo sola, está sola, y hay miles de rumores de ella.
Lamentablemente ella no me tiene tanta confianza como para contarme todo.
-No corras.
Le digo a Noah, siguiéndolo por las calles vacías, ya escuchando el sonido de la música, bajo la mirada cuando él esta a mi lado. Doy una carcajada al notar que ya esta empilado.
-Eres un desesperado, Noah.
-Soy muy hombre, es diferente.
Me dice con una sonrisa, sacando nuestras identificaciones falsas de su billetera. Al llegar a la puerta de la discoteca, donde se oyen muchísimas voces de hombres, y olor a cerveza combinada con tabaco, nos encontramos con dos tipos de dos metros con un cuerpo muy bien trabajado, vestidos de terno.
-¿Identificaciones?
Nos dice el más moreno.
Noah las da, el moreno hace una seña al otro tipo y los dos ríen juntos.
Frunzo el ceño, el corazón se me acelera. Noah me mira nervioso.
-¿Sabían que hacer identificaciones falsas es un delito, verdad?
-Sí, señor.
Contesto, nervioso. Dándome la vuelta, pero Noah me detiene dándome una patada en la pierna.
-¡Oh, vamos! ustedes han sido jóvenes- comienza Noah- Tenemos fantasías por cumplir.
-No es un club gay.
-No somos gays, somos hermanos- digo al instante.
-Sí, y tenemos fantasías sexuales cada uno que queremos hacer por... separado- dice nervioso- A ustedes no les cuesta nada dejarnos entrar... tenemos dinero, podemos pagarles, y si alguien nos descubre allí adentro, aceptaremos las consecuencias.
-30 dólares a cada uno.
Dice rápidamente el moreno y Noah no duda en aceptar.
Entramos a aquel club, la música sonaba tan fuerte que de alguna manera lograba retumbar todo el local, habían unos tubos a lo lejos de la entrada principal, los cuales captaban toda la atención de los hombres. Trago saliva.
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Ángel negro | Ross Lynch
FanficNo creo poder ayudarla, pero tampoco creo que dejarla sea una opción. Copyright; 2017© Ángel negro; Ross Lynch.