Reencontrandonos

Capítulo 7: Explicando el pasado en el presente

Cuando llegó el amanecer encontró a dos amantes aún disfrutando del calor de sus cuerpos, deseaban que nada los separaba y de sólo pensarlo una extraña melancolía embargaba sus almas.

- Creo que es momento de hablar con Ginny - Dijo Herms

- Crees que sea una buena idea?, es decir la pelirroja me odia

- Pero cuando realice el hechizo y recupere el libro lo entenderá - Dijo la castaña confiada

- Hermione solo nos quedan dos semanas, si puediera hacer algo para alargar nuestro tiempo te juro que lo haría.

- Lo sé Draco, pero ahora debemos hablar con Ginny y saber si hay algo en ese libro que nos pueda ayudar, es  decir, nosotros ya hemos leidos sus páginas, ahora debemos saber si existe algo más en él que no este a nuestro alcace.

- Te amo Hermione

- Y yo a ti Draco

Y ambos se fundieron en un beso antes de separarse para intentar ganar tiempo y romper asi la maldición.

Draco se fue directo a su sala común pensando en todo lo sucedido en tan solo semanas, no podía creer aún que toda la historia fuera cierta, su padre era un maldito y lo peor de todo era que él hasta hace poco pensaba igual, tanto asi como para ser un maldito mortifago seguidor de Voldemort y que tenía nada más y nada menos la misión de matar a uno de los magos más poderosos de todos los tiempos.

Apenas llegó a su habitación se sobresalto al ver una lechuza tan conocida, era un mensaje de su padre.

- Maldito desgraciado - Dijo en voz alta a la vez que sacaba el pergamino de la pata y le daba unas chucherias a la lechuza.

Comenzó a leer neviosamente el pergamino y su cara iba cambiando de expresión a medida que avanzaba.

- Ahora que demonios hago - Dijo en un grito de frustración, mientras destruía el pergamino que decía:

Draco:

Nuestra hora ha llegado, será dentro de dos días, el señor tenebroso esta ansioso y tiene toda su confianza depositada en ti, te estare informando el momento indicado. Suerte hijo, estoy orgulloso de ti, como nunca antes lo estuve.

Lucius Malfoy

Sin saber que hacer, se lanzo a su cama mientras unas lagrimas de frustración caían por sus ojos y maldecía el momento en el que había reparado aquel armario evanescente, ahora no tenía excusas para no cumplir su misión, lo sabía estaba literalmente jodido, era eso o la muerte de su madre, porque la verdad lo que pasara con el maldito de su padre ya no le importaba.

Hermione por su parte corrió hacia su sala común en busca de Ginny, necesitaba ubicar a la pelirroja lo antes posible y agradeció a todos sus antepasados encontrarla en la habitación.

- Hola Hermione, donde estabas, que te sucede, estas alterada? - Dijo mirandola confusa

- Ginny te acuerdas que prometi contarte todo cuando estuviera preparada?

- Claro que lo recuerdo

- Pues llegó el momento, pero  no aqui, acompañame - Dijo mirando como Lavender y Parvatil la miraban con atención.

- Esta bien, vamos - Dijo Ginny algo ansiosa

- Caminaron rapidamente por los pasillos de Hogwarts, hasta que se detuvieron en el baño de Mirtle la llorona.

- Estas segura que podemos hablar tranquilas y seguras aqui? no me gusta este lugar desde lo que paso, bueno ya tu sabes - Dijo Ginny al recordar su primer año.