La menor de los Sakamaki se encontraba en la habitación de Shu totalmente dormida. Tenía sus mejillas rojas y respiraba con dificultad, haciendo preocupar a Reiji por su estado.
-Shu, ¿cómo pudo pasar esto?
-preguntó Reiji, algo molesto.-No lo sé. Ella solamente salió y se desmayó.-dijo el rubio, mientras abría levemente sus ojos.
Todos los hermanos Sakamaki se encontraban rodeando a la pequeña niña. Aunque no lo Pareciera, había cierta preocupación en su interior producto de la inconsciencia de su recién llegada hermana. Reiji, quien tenía conocimientos en medicina, decidió tratar un poco a la menor con la esperanza de que la fiebre bajara lo más pronto posible.
-¿Así nada más?-preguntó Reiji, exaltado.-Debió no sé, ¿golpearse la cabeza? No pudo solamente entrar a la nieve y caer.
-Ya te lo dije, no lo sé. Fue algo extraño. Entró a la nieve y luego comenzó a hacer un baile raro, y luego desapareció.
-volvió a explicar él rubio.Reiji suspiró frustrado.
-Todos salgan. Debe descansar.
-Reiji desapareció, dando a entender que nadie debería quedar en aquella habitación.Los demás también hicieron lo mismo, excepto Shu ya que era su habitación. Abrió sus ojos y se levantó del sillón, acercándose a donde su hermana se encontraba descansando. Miró el sonrojado rostro de la pequeña, quien gracias a la fiebre respiraba entrecortado. Shu no pudo evitar posar su atención en los rosados labios de Adara, llegando a preguntarse quién será su primer beso.
Shu apartó de su mente la loca idea de querer besar a su hermana y decidió darle un cálido beso en la frente, acostándose a lado de ella y abrazándola para que ésta pueda permanecer en calor.
[···]
Adara se movió un poco hasta darse la vuelta, encontrándose a un adormilado rubio, despeinado y con los labios ligeramente abiertos. La menor sonrió malvada y decidió despertarlo de la mejor manera; gritando.
-¡Shu!-gritó a todo pulmón, y juraría que todos los hermanos la escucharon.
Shu se levantó sobresaltado, con la mirada desorientada, preguntándose lo que estaba pasando hasta encontrarse a una pequeña albina aguantándose las ganas de reír a carcajadas.
-¿Pero qué? ¿Adara?-preguntó adormilado, con tono confundido y enojado.
-Buenos días, hermano.-dijo ella, regalándole una cálida sonrisa.
El chico bufó frustrado y se sentó, moviendo su cabello.
-¿Porqué gritas, pequeña loca?
-cuestionó Shu, mirando a su hermana con el cabello todo alborotado y una gran sonrisa en sus labios.-Quería despertarte porque roncas como caballo.
-dijo ella, sonriendo ante tal comparación.Shu la miró con indignación y la tomó de la cintura, sentándola sobre sus muslos; cosa un tanto extraña para otras personas, pero para ellos una costumbre.
-¿Esa es la razón por la cual has decidido gritar de esa manera? Además, no soy el único.
-dijo él, casi con una sonrisa.Shu aún no creía lo rápido que él se había encariñado de la menor. Apenas tenía dos días de llegada y ya había permitido que la niña haga lo que le plazca con él.
-¡Yo no ronco!-chilló ella, cruzándose de brazos e inflando sus pálidas mejillas.
Shu observó el gesto de la menor, preguntándose si ella algún día los abandonaria. Cosa que de una u otra forma decayó al vampiro. Era una locura, no quería que las sonrisas de Adara desaparecieran nunca, ni mucho menos aquellas entretenidas y extrañas charlas que solía hacer ella cuando se aburría.
Apenas había llegado, y ya había conseguido que todos le tomen un poco de aprecio. Y Shu ya había caído en el inocente encanto de la albina.
-Ve a bañarte.
-dijo él, bajando a Adara de su regazo, depositandola en el suelo como si de una reina se tratase.-Hermano, ¡Bañate conmigo!
-pidió ella, repentina e inocentemente.Lo consternó.
-¿Porqué ? -preguntó él, mirando a su hermana con un gesto de sorpresa.
-Porque... -Adara se quedo pensando por un momento.
-Porque quiero.-dijo, poniendo sus pequeñas manitos detrás de su espalda e inclinándose hacia delante, como toda una niña.-¿Y si no quiero?-preguntó él, tratando de negarse al pedido de la niña.
Adara frunció el ceño y puso sus manos en los costados, apartando la mirada apenada.
-Pero papá siempre se bañaba conmigo... -dijo, mirando a un lado apenada.
《Maldito viejo.》 Pensó él, con total sorpresa. ¿Acaso aquel malandro padre había aceptado la alocada idea de bañarse con su pequeña hija? ¡Joder, era una niña! Aunque tal vez se lo estaba tomando muy enserio.
-Está bien... Pero solo por esta vez, ¿de acuerdo?
-aceptó Shu, mientras veía como el rostro de su hermana se iluminaba con una radiante sonrisa.No quería hacerlo, de cierta forma se sentía mal por hacer algo como eso. Pero... simplemente no pudo negarse a aquellas lágrimas que estaban a punto de salir.
-¡De acuerdo!-Adara corrió hacia su pequeña maleta y escogió un vestido color crema oscuro. Por otro lado, Shu se dirigió al cuarto de baño y se metió a la bañera con su ropa puesta, sintiéndose algo cómodo.
Luego de unos minutos, Adara entró al cuarto de baño enredada en una toalla. Shu al verla así, cerró sus ojos con tranquilidad, sumergiendose en los pacíficos gemidos que salían de sus auriculares, esperando a que la pequeña entrara a la tina.
-Hermano, ¿no se te arruina la ropa?-preguntó ella, mientas entraba a la tina.
-Ya está mojada.-respondió él, pensando en cualquier otra cosa.
-¿Porqué tienes los ojos cerrados?-cuestionó la pequeña, acercándose a su hermano.
Shu soltó un suspiro de cansancio y abrió levemente los ojos.
-Porque seguramente estas desnuda... -susurró él, tomando un leve sonrojamiento. La pequeña Adara frunció el ceño y tomó el rostro de su hermano entre sus pequeñas manos.
-Siempre me bañaba con mi padre. La verdad nunca vi el problema, además, tú eres mi hermano, no un desconocido.
-dijo Adara, mirando a Shu directamente a los ojos. Ella le regaló una pequeña sonrisa, y se echó para atrás, mientras el agua cubría su pálido cuerpo y su largo cabello se extendía por afuera de la tina.Shu la miró completamente, percatándose de que la pequeña tenía un pequeño vestido blanco, cubriéndola totalmente de su vista. Adara volvió a sonreirle y éste le devolvió el gesto, llevando su cabeza hacia atrás, recostandola en el filo de la tina y cerrando sus ojos.
《Vaya Niña...》pensó, con una gran sonrisa.
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Hermana menor: Experimento [D.L] (EDITANDO)
FanfictionKarlHeinz tuvo una nueva hija. Y Adara era la pequeña hija del Rey Vampiro. KarlHeinz decide implantarle uno de sus mejores experimentos, con él fin de crear una nueva raza mas poderosa. Y la nueva raza era Adara, una pequeña niña. Una niña inocente...