Primera parte.

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Advertencias: Contiene contenido sexual muy detallado. No lo leas si no te gusta y si te gusta ¡Disfrutalo!

•••

Mi madre y el padre de ____ se casaron cuando ambos teníamos doce años. Siempre había estado enamorado de ella, pero era mi hermanastra. Pensé que sería un error ir tras ella, en serio. Estaba conforme con espiarla en la ducha de vez en cuando y lo dejé así.

Cuando tenía dieciocho años, un amigo mío me contó que acababa de quitarle la virginidad a su hermanastra. Estaba completamente atónito, pero el pensamiento de tener a ____ de esa manera era fascinante. Apenas acababa de cumplir dieciocho, y sabía que todavía era virgen porque la escuché hablarlo por teléfono con su mejor amiga, Amanda.

Durante la conversación, le dijo a Amanda que quería perder su virginidad, pero que estaba asustada. También pensaba que estaba mal tener sexo fuera del matrimonio, pero estaba indecisa. Definitivamente tenía curiosidad, pero estaba renuente.

Después de escuchar la historia de mi amigo, supe que tenía que tratar de seducirla.

____había estado. en prácticamente cada fantasía sexual que había tenido alguna vez. Ahora que me sentía libre de los lazos de la decencia, ella era todo en lo que podía pensar.

Nuestros padres habían salido a su cita nocturna semanal, y ____ y yo estábamos solos en casa. Ella estaba viendo la tele mientras comía palomitas, vestida con un largo suéter y bragas. Era normal para ____ andar por ahí vestida con algo que apenas la cubría, y yo tomaba ventaja de ello cada vez que podía, echando un vistazo por debajo de su falda.

—Hola, ____ —dije casualmente, sentándome y tomando un puñado de palomitas.

—Hola, Harry —murmuró, sus ojos fijos en la televisión.

—¿Buena película? —le pregunté.

—Mmm —masculló displicente, todavía mirando atentamente la pantalla.

Estaba tratando de pensar en un modo de hacer mi jugada cuando por casualidad la película hizo el trabajo por mí. Los dos protagonistas comenzaron a besarse, y pronto estaban envueltos en una apasionada escena de sexo. Los ojos de ____ se abrieron por completo, y sus labios se separaron levemente. Noté que se estaba excitando.

—Vaya, eso es ardiente —dije.

—Sí —asintió.

—¿Alguna vez has hecho algo así? —pregunté.

—¿Eh? —preguntó, sus ojos aún fijos en la escena.

—¿Alguna vez has... ya sabes... hecho lo que están haciendo? —le inquirí.

—No —contestó, mirándome finalmente—. ¿Tú sí?

Negué con la cabeza.

—¿En serio? —quiso saber—. ¿Eres... virgen?

—Si. ¿Es tan difícil de creer?

—Bueno, sí. Es decir... eres un chico.

Me reí a carcajadas.

—¿Y?

—Es solo que pensé que los chicos lo hacen temprano o algo así.

—Supongo que la mayoría lo hace —asentí—. Aunque no soy como la mayoría de los chicos.

—Eso es verdad —admitió—. ¿Por qué no lo has hecho de todas formas?

—Es sólo que no he encontrado a la chica correcta —mentí—. Quiero que mi primera vez sea con la chica indicada. Quizás con alguien a quién ame. Alguien con quién podría casarme.

Creí que quizá había sido mi imaginación, pero ____ pareció animarse un poco con esa declaración.

—También yo —aspiró—. Quiero que mi primera vez sea con el chico con el que voy a casarme.

—Oye, si no perdemos nuestras virginidades pronto, quizás deberíamos solo casarnos —tanteé.

—Eso sería enfermizo —dijo, poniendo una cara asqueada.

—¿Por qué? No es como si fuéramos parientes de verdad.

—Sí, pero... somos hermanastros. Es... asqueroso.

—No lo es. La gente se casa con sus hermanastros todo el tiempo. Woody Allen se casó con su hijastra.

—No somos Woody Allen —dijo, poniendo los ojos en blanco.

La escena de sexo en la televisión se intensificó, y ____ giró la vista hacia ella. Me di cuenta que comenzó a retorcerse un poco, sus caderas contoneándose casi imperceptiblemente.

—¿Entonces no piensas en tener sexo? —le pregunté.

—Por supuesto que pienso en ello —respondió—. Solo no he tenido la oportunidad correcta. ¿Tú piensas en ello?

—Todo el tiempo —admití—. Es difícil no hacerlo.

De repente pareció intrigada.

—He escuchado eso sobre los chicos. ¿Es realmente así de difícil no pensar en sexo?

—Sí, así de difícil en verdad. Una vez me excité por un melón.

____ estalló en un ataque de risa.

—¿En serio?

—Sí, en serio —admití—. Aunque en realidad no es gracioso.

—No. De verdad lo es. ¡Es muy, muy gracioso! —dijo entre risitas.

—No sería divertido si supieras cuán duro es lidiar con querer algo tan desesperadamente y no ser capaz de hacerlo.

Inmediatamente se puso seria. Su cara reflejaba curiosidad, inclinó la cabeza hacia un lado y me estudió de cerca.

—¿Alguna vez tú... es decir...? —parecía que estaba luchando por encontrar las palabras.

—Suéltalo, ____.

—Está bien, de acuerdo. ¿Alguna vez te has excitado cuando me miras? —preguntó.

Mi rostro ardió y supe que debía estar rojo brillante.

—¡Lo haces! —gritó con regocijo.

—Sí, lo siento. No puedo evitarlo —le dije, apartando la mirada.

Suplicando a mi hermanastra. | EróticaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora