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El sonido de un motor en marcha y varias voces como un eco que taladraban al interior de su cabeza, hicieron que JiMin abriera los ojos, sobresaltándose al ver como algo negro se acercaba a su cabeza, apartándose de inmediato, arrugando el rostro por el repentino dolor, se apoyó de un muro en donde se quedó observando a aquellos humanos, que subían las cajas verdes de una forma mecánica, y las vaciaban en una máquina enorme. Era el camión de la basura haciendo su ruta matutina.
Su espada estaba a varios pasos de él, tirada sin más en el suelo, sin embargo, no se atrevió a moverse, no por los humanos, estos no podían verlo, sino por el ardor que sentía a su espalda. Levantó la vista al cielo y contemplo la luz solar que ya lo alumbraba todo, deseo que fuera la luz inacabable de los Serafines y sus dulces canticos con los que iluminaran su existencia.
Se puso de pie cuando la calle volvió a estar solitaria, dejando escapar un gemido de dolor. Miró por encima de su hombro, sus alas parecían estar en perfecto estado, pero un dolor punzante se había adueñado de ellas, no podía moverlas, eso quería decir que tampoco podía volar, y eso era lo que JiMin más deseaba en ese momento, huir de aquel lugar, no quería volver a toparse con otro demonio, mucho menos con aquel del que aún tenía grabada en la mente aquellos ojos rojos, que por alguna razón le hicieron sentir tantas cosas que no fue capaz de controlarlas, se vio envuelto en un torbellino de emociones tan fuertes que terminó perdiendo el conocimiento.
JiMin camino hasta su espada, doblarse para llegar a ella le arrancó un grito de dolor, pero lo consiguió, la metió en su funda y salió de aquella calle. Fue una suerte que aquel demonio al que se enfrentó no regresará para terminar lo que se proponía mientras estaba inconsciente, se dijo. Aunque también si llegara a toparse con otro, en su estado, sería una batalla perdida, ya que el dolor en sus alas se intensificaba con cada paso que daba. Necesitaba alejarse de allí, buscar un lugar seguro en donde descansar y ver qué les ocurría a sus preciosas alas.
Anduvo sin rumbo por mucho tiempo, el sol ya se inclinaba hacia el horizonte y JiMin no encontraba un lugar en donde refugiarse, de haber podido volar habría buscado desde las alturas un bosque, lejos del caos de aquella ciudad que dejaba el día atrás, para dar paso a la noche. Pero no encontraba zona alguna que pudiera brindarle un poco de calma.
Había empezado a tener miedo una vez más al ver que no podría llevar a cabo la obra que le habían encomendado, no encontraría a los arcángeles, algo que lo frustro aún más, su mente era un mar de confusión. La batalla que había tenido, su primera batalla con un demonio, y aquel ser de ojos rojos, era algo que no podía sacarse de la cabeza. Considero la idea de que estuvo frente al propio Lucifer, porque el demonio al que se enfrentó se inclinó ante él, en señal de respeto, sin embargo, ese pensamiento se desvaneció. Lucifer no lo habría dejado con vida. Pero aquel demonio impidió que lo mataran, su sola presencia había sido suficiente para que el otro se marchara ¿Quién era? Y ¿Por qué lo protegió? JiMin sintió que perdería el conocimiento nuevamente, eran demasiadas cosas dando vueltas en su frustrada mente. Quería un lugar en donde ordenar sus pensamientos. Caminaba tan absorto en su mente, que no se había dado cuenta de que estaba siendo seguida por las oscuras calles de Seúl, apenas iluminadas por los amarillentos focos de los faros.
El ángel se detuvo en una gran plaza y observó a los humanos que caminaban por allí. Todos sin tener la más mínima idea de que un ángel estaba entre ellos en ese momento. Si hubiese podido JiMin habría hablado con uno de los mortales, pero uno: estaba prohibido que los ángeles interactuaran directamente con un humano, y dos, simplemente no podía hacer que lo vieran. Sintió que los ojos se le humedecían nuevamente, y bajo el pecho tenía aquella sensación que le abrumaba, como si todo estuviera perdido.
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Ángel-Demonio [KookMin]
FanfictionNada es lo que parece. JiMin un despistado ángel es dotado con la misión de encontrar a aquellos seres que devolverán la paz del mundo, alejando el mal provocado por los vástagos de Lucifer. El tiempo no es su mejor aliado, apremia y el apocalipsi...