Parte única.

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RenJun frunce ligeramente el ceño, ChenLe también lo hace, no porque entienda la situación, sino porque su ge lo está haciendo y si él lo hace, debe ser que algo raro está pasando. Los muchachitos chinos miran a JaeNo, quien se ha quedado parado en medio de la calle, observando algo. ChenLe mira y mira la acera de enfrente pero no entiendo qué podría tener tan entretenido al hyung de sonrisa de gato, si la tienda de helados está cerrada. 

  — Psss. Lee JaeNo, deja de mirar a Lee DongHyuck y camina — masculla RenJun. 

JaeNo parece despertar de un sueño. 

— ¿No te parece que es triste? — pregunta JaeNo. RenJun ladea la cabeza y ChenLe lo immita —  Mark Lee, ese hyung de último año, ignora a DongHyuck-ssi. 

RenJun mira la escena. Mark Lee está con sus amigos de la universidad, todos grandes y con aire cool. DongHyuck está a su lado, a veces toma su brazo y le susurra cosas, pero el canadiense no parece querer responderle.  Incluso corre su brazo para quitárselo de encima un par de veces. RenJun se encoge de hombros. Evidentemente debe gustarle que lo trate así y por eso lo sigue a todos lados, comenta medio distraído. JaeNo mira una última vez la escena, piensa que a nadie en su sano juicio le gustaría eso. 

Se encuentra pensando qué, tal vez, si DongHyuck le sonriera de ese modo, si lo abrazara de ese modo... Quizá podría corresponderle.


Mark conoció a DongHyuck por TaeIl. Cuando lo recuerda, extraña un poco a aquel hyung. Hacía un año que eran cercanos o algo así. Su relación se trataba más bien de él huyendo del menor tanto como podía. A TaeYong no le gustaba DongHyuck, a YoonOh le daba igual y Johnny no le hablaba. Se iba silenciosamente cada vez que el pelirrojo aparecía y nadie sabía la razón, pero aunque notaban eso, a nadie le parecía extraño o llamativo tampoco. 

Lo único que Mark tiene claro es que su presencia lo altera demasiado. Se le eriza la piel cuando sostiene su brazo y quiere chillar cuando se toma todas esas atribuciones que nadie más se toma. A pesar de que a cualquier persona hubiera sido mandada al demonio por eso, había algo en DongHyuck que le impedía a Mark empujarlo lejos.  


JaeNo levanta la vista y se quita los auriculares cuando ve una mata de cabellos rojos y una sonrisa brillante frente a él. DongHyuck le está pidiendo algo, pero su cerebro tarda en enfocarse en su voz. Incluso tarda tanto que el pelirrojo se ríe y él termina avergonzado. 

  — Entonces, ¿me ayudas con matemáticas? —  JaeNo asiente torpemente y sonríe, como habitualmente lo hace. — ¡Fantástico! Estudiemos en mi casa, no soporto ir a las bibliotecas porque no puedo hacer ruido y me encanta hablar. 

JaeNo está por decir algo más, pero DongHyuck mira algo y sale corriendo. Mark Lee ha pasado por en frente de su salón y obviamente el menor fue tan rápido como pudo hacia él. JaeNo no quiere ver, pero se encuentra mirando como el pelirrojo ronda alrededor del chico y éste lo ignora y pone una cara de fastidio. Pero DongHyuck nunca deja de sonreír y él tampoco.


Mark no necesita pasar por el salón de DongHyuck para ir a la biblioteca, pero lo hace de todos modos. Ni él mismo sabe la razón. Pero se encuentra buscando que el chico lo note, que se acerque a él, que lo mire como si no existiera nadie más en el universo. Y DongHyuck es complaciente, como si leyera su mente, se acerca rápidamente y, de pronto, se encuentra inundado de toda la atención que el menor le da. Y le gusta demasiado. 


RenJun afila la mirada, hay algo en DongHyuck que no le gusta y no le interesa que esté a dos palmos de distancia y que note que lo está escudriñando. Sus miradas se encuentran y algo en RenJun se remueve de forma amarga cuando sonríe hermosamente a pesar de que ambos saben que al extranjero le cae mal el muchaco. Observa como JaeNo mira al pelirrojo y cómo, más allá, alguien más está mirando. No deberías seguir pensando en Lee DongHyuck de ese modo, le dice RenJun a JaeNo, no es bueno para ti

todos caenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora