Otro día más en el MonStudio, básicamente mi hogar dentro del hogar. Aunque no se cómo no me quedó el culo cuadrado de estar sentado todo el día allí, pero igual no me quejo.
Como sea, estaba componiendo otro temazo de esos que sólo yo puedo mandarme porque soy Rap Monster and i'll bet your pussy like you never ever felt before (Expensive Girl, si no lo escucharon no sé que hacen con sus vidas).
El tema que me encontraba componiendo no tenía mucha ciencia, es de esas canciones que hago más que nada como hobby, para pasar el rato you know; pero este en especial me estaba molestando bastante ya que no estaba quedando como yo quería, y cuando las cosas no se hacen como yo quiero agárrenme porque empiezo a romper todo. No sabía exactamente qué era lo que le faltaba a esta canción, pero sabía que algo le hacía falta... o tal vez alguien, no lo sé.
Después de grabar otro verso más decidí acostarme un rato en el pequeño sillón que se encontraba dentro del box de grabación, estaba muy cansado como para detener el recording así que decidí sólo acostarme, ya después cortaría los ronquidos. Al apenas segundos de haber cerrado los ojos siento un peso encima mío y al abrirlos encuentro a Seokjin acomodándose en mi regazo.
- Hey, ¿te ibas a dormir tan temprano?
No es un secreto que Jin y yo somos algo más que colegas, pero tampoco hemos confirmado nada ni entre los chicos ni entre nosotros.
- Esta masa de genialidad necesita descanso ¿sabes? Estoy frustrado.
- ¿En qué sentido? - Me dió una mirada levantando una ceja mientras yo me sentaba derecho y él ponía sus piernas a ambos lados de mi cadera.
- No sé, tú deberías saberlo.
Dejé un beso en sus labios, esos gruesos y rosados labios que volverían loco a cualquiera con sólo tocarlos pero, por fortuna, yo era el único loco que tenía el poder de hacerlo.
Luego me siguió el beso, dulce en apariencia pero que esperaba ser más apasionado.
En lo que me acomodaba mejor en el sillón comencé a acariciar sus piernas y por consecuencia su entrepierna rozó con la mía. Por los labios se le escapó un gemido y con ello otro gramo de mi cordura.
Sentí como comenzó a mover sus caderas buscando más roce entre nosotros.
- Ah, Joonie~ - la manera en la que gimió mi nombre significó el colmo de cordura. Tomé el borde de su camiseta y se la quité. Su torso, sus rosados pezones al igual que sus labios, su mirada que parecía observar todos tus deseos... cielos, sí que era perfecto.
Comencé a dejar un camino de besos desde su barbilla, pasando por su cuello y su clavícula derecha, mordí; que todos supieran que era mío joder, sólo mío.
Seguí bajando hasta encontrar uno de sus pezones, pasé mi lengua lentamente y levanté mi mirada hacia su rostro.
- N-no te detengas - dijo.
- ¿Qué quieres que haga, exactamente?
- Por favor...
- Vamos, quiero escucharlo príncipe - dije susurrando en su oído.
-L-lámelos... ¡Ah! - me moví rozándonos más.
- Como usted diga - seguí mi trabajo mientras él torpemente intentaba quitarme la camiseta, me separé un poco para ayudarlo. Estiré el elástico de su pantalón para luego sacarlo dejándolo en boxers.
Toqué apenas su miembro por encima de la tela, sólo para molestarle.
-Ngh... Te n-necesito - soltó de repente.
- ¿Dónde? ¿aquí? - puse el dedo índice en su boca y ,para mi sorpresa, sacó su lengua lamiéndolo y chupando desesperadamente.
- No - susurró. - más abajo~
- ¿Aquí? - acaricie sus pezones con mis pulgares haciendo que arqueara su espalda lanzando otro gemido ahogado.
