Decisiones

Capítulo 7

En el pasillo de la casa en construcción se hallaban Wendy y Happy asustados ante los gritos de dolor de Lucy, les habían dicho que el bebé venía ya. Pero no comprendían porque Lucy estaba sufriendo tanto y menos porque Natsu yacía tirado en el piso de la habitación desmayado mientras Gray y Laxus intentaban reanimarlo.

Jellal ya estaba tan desesperado por la ausencia del doctor, que salió corriendo de la casa a buscar una partera en algún lugar de la ciudad. Era extraño mirarlo preguntar de casa en casa si alguien sabia como traer un bebé al mundo. Muchos se rieron, otros se asustaron y solo dos puertas dijeron "Sí".

Una anciana, una mujer de unos treinta años de edad y un hombre alto corrían de regreso a la casa en donde una muy agitada Lucy esperaba con ansiedad y dolores sobrenaturales a alguien que la ayudara a traer a su niño al mundo pues era obvio darse cuenta que mirar decir a Gajeel y a Laxus "Respira, vamos, respira" no estaba ayudando en lo más mínimo. Por otro lado, Levy buscaba desesperadamente la manera de reanimar a Natsu que se negaba por todos los medios a despertar.

Al fin las puertas se abrieron y Jellal les indico a las mujeres donde se encontraba la futura madre. Levy se quedó pasmada al ver a las dos mujeres entrar y aunque no entendía muy bien la situación corrió tras ellos. Al entrar a la habitación se encontraron con Lucy bañada en sudor; el pijama blanco estaba mojado y tanto el pijama como la sabana estaban manchados de sangre. La mujer anciana se colocó junto a ella y la ayudó a levantarse un poco.

- Hola querida, me llamo Anna y hoy con ayuda de Alice – Hablaba cariñosamente mientras señalaba a la otra mujer – Te ayudaremos a que traigas a tu bebé al mundo - Lucy le miro agradecida y grito con fuerza. Una nueva contracción le provocaba dolor.

La anciana retiro a Gajeel y a Laxus de donde estaban y comenzó a pedir agua caliente y toallas, Alice por su parte amontonaba almohadas a los lados de las piernas de Lucy.

- Voy a subir tus piernas aquí para que sea más fácil para ti – Le comentó Alice a Lucy mientras subía con total delicadeza sus piernas a los montones de almohadas – Debes tener unos seis centímetros de dilatación por lo que puedo ver, esperaremos unas dos horas hasta que tengas diez, ¿Está bien? – Le acariciaba el rostro con ternura – Estas en buenas manos. -

- Por favor... haga lo que sea pero que mi bebe este bien – Imploraba Lucy.

- Es normal todo esto, no temas – La calmaba la mujer, pero Lucy estaba muy nerviosa aún.

- ¿Dónde está el padre? – Preguntó Anna a Levy y esta encogió los hombros y salió un momento del cuarto y cuando regresó tras ella venían Laxus y Jellal arrastrando el cuerpo de Natsu – Hmm ya veo, por favor consigan cuatro chiles y tráiganlos de inmediato – Ordenó la anciana y todos corrieron a buscarlos.

Lucy miraba asustada a Natsu mientras respiraba con agitación. En ese momento entró Levy con una bolsa llena de chiles y se dispuso a dárselos a la anciana y esta a su vez se dirigió a Natsu y comenzó a desmenuzar tres de los pequeños frutos rojos y a colocárselos en la boca al peli rosa. No pasaron dos minutos para que la cara de Natsu se tornara roja y el chico se levantara asustado con los labios hinchados, se disponía a matar a quien le hizo aquella barbaridad, pero al escuchar los gritos de Lucy corrió hacia ella.

- Lucy... ¿Estás bien? – Le preguntaba asustado acariciándola.

- Y....yo... estaba asustada de que te perdieras el nacimiento del bebé – Murmuro ella apretando su mano con fuerza.

- Shhh... aquí estoy, calma... - Miro alrededor y cayó en cuenta de que las dos señoras la estaban ayudando – Harás todo lo que te digan las señoras ¿sí? – El cariño que le profesaba Natsu tranquilizaba a Lucy y tanto Anna como Alice sabían esto y también sabían que el apoyo del padre era esencial en el parto.