Sigo mirando el teléfono, alucinando y con un poco de vértigo en el estómago cuando me doy cuenta que el ascensor ha llegado a redacción. Salgo por la puerta un poco zombi y aterrizo en mi ordenador. Siento que mi mente tiene el automático puesto. No, no , otra vez no. No más sentimientos de traición, ganas de llorar e impotencia. Que todas me recuerdan a Marc.
Me aguanto una lágrima que quiere salir y miro otra vez el mensaje. Entro en el perfil de la chica y pone que vive en Los Ángeles. Oh... no. No hace ni cuatro días que Brendon ha vuelto... Tiene sobre todo selfies y pocos seguidores, pero qué más da. Y Brendon puede conseguir lo que quiera de quién quiera.
Suelto un suspiro muy profundo y me dejo caer en mi silla, ignorando la mirada de Charles. La sensación rara del estómago ha subido hasta mi garganta e intento concentrarme lo más posible en la pantalla de trabajo.
Me echo una bronca mental a mí misma por haber sido tonta. Una cosa es lo que yo piense, por montarme películas, la otra es tener un mensaje de este tipo. Guardo rápidamente mi móvil en el bolsillo de mi chaqueta, no necesito una distracción ni machacarme más la cabeza.
Pasan rápido las horas entre reuniones de planificación de la semana, revisar el trabajo de Charles, redactar su informe y hacer lo que realmente es mi trabajo.
Acabo de cambiarme al uniforme y me vibra el teléfono en la chaqueta, que lleva ahí desde la mañana. Abro y entre todas las notificaciones, hay un mensaje de Brendon.
"Preciosa, espero que vaya muy bien el programa, te quiero"
Capullo.
Suspiro de hastío al leerlo y no me molesto en contestarle. Me da cierta rabia verle la cara en este momento. A saber qué debía hacer con la chica esa. Estoy enfadada.
Acaba el programa y no veo más mensajes de él. Estoy de mal humor, así que no me paso por la garita de José mucho rato, sólo le dejo los periódicos y él no hace preguntas. Bien.
Me encuentro con Holly en la entrada y ve mi cara de mal humor, pero no me apetece hablarlo con ella. Cuando me pregunta, le digo que estoy cansada y no me hace más preguntas.
Adoro, de verdad que adoro cuando nadie me pide demasiadas explicaciones de nada y nadie me agobia.
Conduzco hasta casa y le toca a Holly cocinar. Aprovecho y me tiro en el sofá con la chaqueta puesta. El cansancio se carga en mis músculos y en mi cabeza. Noto a través de la chaqueta como me vibra el teléfono otra vez. Me están llamando. Me giro a duras penas y lo saco de mi bolsillo sólo para apreciar cómo el aparato se ilumina con el nombre de Brendon y una foto que nos hicimos en Brighton. Me aguanto el vértigo que me da tener ni tan sólo que hablarle y le rechazo la llamada. Apago el móvil y Holly y yo cenamos delante de la televisión en silencio y no tardo nada en irme a dormir.
Creo siempre que el cansancio emocional ayuda también a dormir y empiezo a soñar. Mi cabeza empieza a jugarme malas pasadas y me imagino a mi todavía novio haciéndole en la cama todo lo que me hace a mí. Y yo ahí de pie. Observándoles. Paralizada. Llorando. Ellos parecen no darse cuenta de que estoy ahí, hasta que el Brendon del sueño se gira y se da cuenta de mi presencia.
-¿Ves T/N? No he tardado nada en cambiarte por otra persona mejor.- dice chulesco y la chica se ríe acariciándole la espalda.
Noto que alguien me da unos golpes en la espalda. Abro los ojos sobresaltada y me encuentro con que es Evie dándome golpes con la pata.
-Joder Evie, qué susto- digo con una voz llorona, a mi sorpresa y mi gata se queda mirándome, curiosa.
Todavía alterada, respiro agitada y me froto los ojos. Tengo las mejillas mojadas, he estado llorando en sueños. Miro el despertador de mi mesilla. Las tres de la mañana. Me levanto a duras penas, me pongo una chaqueta fina y arrastro los pies hacia el comedor.
Como un instinto, voy detrás de un marco de fotos y saco el paquete de tabaco que tengo escondido ahí. Saco un cigarrillo y me sigo secando con la manga de la chaqueta las lágrimas que siguen brotando. Voy de puntillas hacia la cocina buscando con qué encenderlo y aprovecho y enciendo mi móvil, que estaba tirado por ahí.
Consigo fumar por fin y mi móvil vibra otra vez.
"T/N,¿Te he hecho algo?" reza el mensaje de Brendon, de las doce de la noche.
Sabiendo que no lo verá hasta mañana, le envío un mensaje.
"¿Podemos hablar?" tecleo, entre calada y calada.
Intento ser lo más diplomática posible. Sea lo que sea, no puedo mostrar tan abiertamente que la situación me duele. Dejo el teléfono en la pantalla de la conversación con Brendon. Salta un sonidito mientras fumo, absorta, apoyada en la mesa de la cocina. Me ha contestado.
"No me asustes. ¿Qué te pasa?" me envía.
"Sólo necesito hablar contigo en persona, mañana, creía que estabas dormido". respondo.
"No puedo dormir, no sé qué te pasa conmigo y no paro de dar vueltas. ¿Y tú?¿No duermes?"
"Pesadillas"
"Me gustaría abrazarte ahora, amor. ¿Cuánto rato tienes en el lunch break mañana?, te paso a buscar al estudio con el coche y hablamos".
Quedamos en que me pasará a recoger mañana a la una.
Me vuelvo a la cama cuando ya son las cuatro con la sensación de que me van a ejecutar mañana. Aunque no me doy cuenta y me quedo dormida.
Ya son la una de la tarde y estoy esperando en la puerta de la BBC a Brendon y aparece puntual con el coche. Entro y me siento en el puesto de copiloto. Veo que Zack está detrás.
-Por seguridad, que he tenido que ir a comprar ropa.- aclara Brendon al ver mi sorpresa.
Brendon conduce a un parque, vamos a sentarnos en un banco y Zack se queda unos metros más atrás, jugando con unas ardillas sin sacarnos el ojo de encima.
Estoy muy nerviosa, saco el móvil y le enseño la conversación con la chica esta de pechos grandes. Al ver la conversación Brendon aprieta los labios.
-Sabía que este momento llegaría, T/N.
Abro mucho los ojos, sorprendida y a punto de llorar y Zack se acerca. Pregunta qué pasa y Brendon le enseña la pantalla.
-Joder...-dice en voz baja.
-Bueno, decidme ya qué pasa- digo, sonando más suplicante de lo que pretendo.
-La primera metemierda.-sentencia Zack y Brendon le da la razón.
-Suelen ser perfiles falsos de fans que intentan separarme de ti- asegura Brendon- yo me desactivé los mensajes directos hará tiempo para evitar tonterías de estas. Mira, si no me crees...
Empieza a teclearle a la chica "¿Podemos hacer un FaceTime y me lo cuentas?"
La chica responde ipso-facto dando largas y excusas poco creíbles. Que si ahora no está peinada, que si la cámara no le va...
Brendon vuelve a teclear. "¿Dónde tiene Brendon una mancha de nacimiento?".
-En la espalda- respondo yo en voz alta- es pequeña y rosada, la tienes al lado de tu axila derecha.
Me sonríe con complicidad y la chica responde. "En el pie derecho".
Brendon se quita el zapato derecho y el calcetín. No hay nada.
-Tienes que confiar en mí, T/N. Sé que nuestra relación no es al uso, pero no les des lo que buscan. Sé que puede ser difícil lo que te pido, pero como tú me dijiste, no te cortes en preguntarme nada si esto te hace sentir más segura.
-Lo siento, cariño -musito. Me siento estúpida. Por haberme dejado engañar de esta manera por una fan malintencionada.
Brendon sacude la cabeza.
-No pasa nada. Hay algunas fans muy monas y respetuosas, pero siempre hay manzanas podridas.
Beso a mi novio tranquila. Me siento unida a él y veo que él también está más tranquilo.
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Victorious (Brendon Urie y tú)
FanficT/N trabaja en un late show en Londres. Al llegar al trabajo, un día se encuentra que le toca estar codo a codo con el cantante de Panic At the DIsco, Brendon Urie. T/N no quiere sentir nada por un famoso, pero no será tan fácil como piensa. No se a...