Capitulo 13.

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El primer día en la escuela fue bastante duro, los profesores eran muy exigentes. No había conocido a casi nadie y se le hbaía hecho muy cuesta arribe aguantar todo el día las criticas de los profesores sin el apoyo de nadie. En esos momentos lo único que necesitaba era uno de los abrazos de Zayn.

~

Esa mañana se levantó sin ganas de nada, le dolía todo el cuerpo y no sabía si sería capaz de volver a aguantar las criticas de todos. Se dio una larga ducha para intentar desentumecer su cuerpo y se puso la ropa más cómoda que tenía. Bajó a desayunar y estaba su hermano sentado con una de sus zorras huecas en la mesa. Ella les ignoró completamente y se entó a desayunar.

- Buenos días hermanita.

- Buenos días.- Gruñó ella. Odiaba ver como las chicas esas pasaban por su cama le sacaban el dinero y desaparecían.

- ¿Qué te pasa Zaira?

- Creí dejarte muy claro que no me apetecía ver cada mañana una perra diferente, porque por si no te has dado cuenta esto no es una reserva de animales.

- No te pases Zaira, esta es mi casa y puedo hacer lo que me de la gana.

- Pues muy bien, aquí te quedas en TU casa con tu nueva mascota, yo me voy a clase.- Se levantó, recogió sus cosas y salió rápido de la casa ignorando los reclamos de su hermano.

Llagó a la escuela con el tiempo justo de entrar en la primera clase. Le tocaba baile moderno, por fin su especialidad. Esa clase le fue genial, destacó entre todos sus compañeros y la felicitaba todo el mundo.

Iba caminando a su siguiente clase bastante distraída cuando chocó contra alguien haciendo que todas sus cosas se esparcieran por el suelo.

- Lo siento mucho, iba distraída y no te he visto.- Dijo mientras se agachaba para ayudarla a recoger sus cosas.

- No pasa nada, yo también iba distraída.

Cuando lo habían recogido todo se levantaron y se sonrieron.

- Encantada yo soy Zaira.

- Igualmente, yo Ana.- Volvieron a sonreír y se dieron des besos. Ana la miró más fijamente y puso una cara rara.- OMG! ¿Eres la hermana de Rubén Smith?

- Eh sí, ese idiota es mi hermano.

- No me lo puedo creer, eres la hermana del jugador estrella de los Giants.

- Bueno tampoco es para tanto.

- Dios es el mejor del mundo, veo todos los partidos por la tele.

- Me alegra saber que te gusta.- La sonrió.

- Bueno, hablamos más tarde que hay que entrar en clase ya.

- Esta bien.

- ¿Nos vemos a la hora del almuerzo en la cafetería?

- Me parece perfecto.

Se despidieron y cada una fue hacia su clase. Las clases siguientes fueron medianamente bien para las dos chicas.

En la hora del almuerzo las dos chicas se conocieron mejor y descubrieron que tenían muchas cosas en común, pero lo que más le impactó fue saber que ella también estaba loca por Justin. Las  dos estaban seguras de que se llevarían genial.

Las demás clases del día fueron bastante bien y Zaira estaba muy feliz de por fin haber conocido a alguien.

Cuando llego a casa dio gracias al cielo por que su hermano no estuviera allí ya que después de su actitud en el desayuno seguro le daría una charla bastante larga.

Cogió algo de comida y se sentó en el sofá a ver la televisión. Al rato sonó su móvil y cuando vio quien era sonrió.

- ¡Zayncho!

- Hola enana ¿qué tal?

- Genial ¿y tú?

- Bien, pero te echo de menos.

- Yo también feo, hay momentos en los que solo necesito un abrazo tuyo.

- Ya bueno ¿qué tal los primeros días?

- Un poco duros, me cuesta adaptarme a su ritmo, pero lo puedo soportar.

- Bueno siempre es difícil cumplir un sueño, pero tienes que trabajar duro. ¿Ya has conocido gente?

- En realidad solo a una chica, pero me iré adaptando poco a poco.

- Bueno enana, voy a tener que colgar, recuerda que no estas sola, si necesitas algo no dudes en llamarme.

- Espera, ¿qué tal está?

- Muy mal Zaira, en cuanto se enteró vino corriendo al aeropuerto pero te acababas de ir. Pienso que es un idiota y quiere ir a buscarte pero no sabe exactamente en que parte de EE.UU estás a si que empieza a estresarme ya para que se lo cuente. No es él Zaira, ya no sonríe como antes, está realmente arrepentido.

- Por favor no le digas donde estoy, necesito tiempo, si le veo estoy segura de que lo pasaré mal.

- No te preocupes mi boca esta cerrada, pero piensa bien lo que estas haciendo enana. Lopuis también está arrepentido.

- Tengo que colgar Zayncho, hablamos otro día, te quiero mucho.

- Yo también enana, adiós.

Colgaron el teléfono y Zaira vio a su hermano parado en la puerta con cara de pocos amigos. De esta no se libraba por nada. Ella intentó irse a su habitación pero él fue más rápido y la cogió en brazos.

- ¿A dónde ibas pequeña? Tenemos que hablar seriamente.

- ¿Sobre qué? Que yo sepa no he hecho nada malo.

- Explicame tu comportamiento de esta mañana.

- No he dicho nada que no fuera verdad Rubén.

- Te recuerdo que esta es mi casa y puedo hacer lo que me de la gana.

- Y yo te recuerdo que ya no vives solo y no me apetece levantarme por las mañanas y ver a zorras sentadas en la mesa.

- Ya esta bien Zaira cuida tu lenguaje. No voy a consentir que te comportes como una niña mimada que se quiere salir con la suya. No viviré solo pero te recuerdo que esta sigue siendo mi casa y que hago lo que quiero y si no te gusta ya sabes donde esta la puerta.

- ¿Sí?

- Exacto.- Gritó, estaba bastante cabreado.

- Pues perfecto, no te molestaré más con mi comportamiento de niña mimada. Ahora mismo recojo mis cosas y me marcho de aquí para que puedas hacer lo que te de la gana en tu maldita casa.- Salió corriendo hacia la habitación ignorando los gritos de su hermano y cerro con un portazo. En cuanto estuvo en la intimidad de la habitación comenzó a llorar mientras recogía sus cosas. A lo mejor se estaba pasando con su actitud pero se le venía todo encima, había perdido al amor de su vida, se había ido lejos de todos sus amigos, aquí nadie quería hablar con ella y encima su hermano le gritaba, aunque había sido su culpa el debería ser más comprensivo. Cuando ya tenía todo recogido bajo las escaleras como pudo e iba a marcharse...

~Mi pequeño irlandés~ Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora