¿Eres Nuevo Por Aquí?

Efectos Secundarios

all my life - Foo Fighters

———
El lunes me desperté sin mucho ánimo, Jenna no había vuelto aún, pero me había escrito un par de veces 'me haces falta' 'es raro no verte todos los días'. Y sí, yo también la extrañaba, un poco, tal vez no lo suficiente para decirle que la extrañaba, pero igual lo hice. La extrañaba pero estaba seguro de que no era suficiente para pedirle que volviese, y no lo hice.

Atendí el café como de costumbre, realmente no esperaba que Brendon se apareciera, supuse que aún no me quería ver, pero a la misma hora de siempre cruzó la puerta. Me quedé helado cuando lo ví, sentí mi corazón parar y volver a latir, esta vez un poco más suave. Tomé órdenes y se las pasé a Jon como de costumbre, cuando llegó Brendon a la caja no me atreví a mirarlo a los ojos.

—Buenos días, ¿Qué deseas ordenar?- dije de la manera más genérica que pude, sin mirarlo a los ojos, en vez, clavando la mirada en la pantalla del computador que tenía en frente.

— Hola Ryan, tu sabes que quiero, lo mismo de siempre.- sonaba como si estuviera sonriendo, pero realmente no me arriesgué a comprobarlo.

—Vale, estará listo en un momento.- recibí su dinero y le entregué el cambio y la factura lo más rápido que pude. Con eso, se fue a esperar su pedido, mientras recibía las órdenes de los demás clientes pude notar que me miraba sonriendo, tal vez con un poco de malicia, pero no quise verlo por tanto tiempo como para estar seguro.

Al salir de la tienda Jon y Gabe me acorralaron, poco después llegó Spencer y se unió a los otros dos, encerrándome entre los tres.

—¿Por qué hostigamos a Ryan ahora?- preguntó Spencer, quien realmente solo había seguido lo que los otros dos hacían sin saber lo que tenían en mente.

—Nada en particular, solo que atendió de la manera mas lejana a su cliente favorito, y queremos saber que causó tal cosa.- aclaró Gabe en un tono algo exagerado.

—Ok, ok. Les explico en el apartamento de Spencer.- dije, y con eso comenzamos a andar. Al llegar les expliqué todo lo que había sucedido el fin de semana.

—Entonces te odia por romper su reloj.- confirmó Gabe.

—Pero no lucía como si te odiara mientras esperaba el pedido. Te miraba sonriendo y todo.- agregó Jon.

—Bueno, no lo sé. Solo sé que lo último que me dijo ayer fue que no me quería ver.

Después de eso ensayamos. No podía dejar de darle vueltas al asunto en mi cabeza. ¿Y si ya no estaba enojado? ¿Y si quería volver a verme? Decidí esperar, y sí él me hablaba, yo le hablaría. Pero ¿Y si creía que yo no estaba interesado por no hablarle? ¿Tendría que hablarle yo?

El ensayo acabo y volví a mi casa, no había nadie. Me ocupé en hacerle limpieza al apartamento para distraerme y puse música a volúmenes indecentes para no pensar en nada. Al haber terminado lo que me propuse no hallé más que hacer hacer, le baje el volumen a la música para que los vecinos no se quejaran ya que el cielo empezaba a oscurecer. Y terminé por ser consumido por mis pensamientos. Por la inseguridad que me daba el no saber, por las ganas que tenía de hablarle, por el deseo imposible de querer retroceder el tiempo. Y sobretodo por el miedo de que él me dejara en el vacío.

~°~

No pude conciliar el sueño, cuando sonó mi alarma me levanté y me arreglé para ir al café. Fumé un cigarrillo mientras caminaba, no pude evitar pensar en qué le diría cuando se acercara a pedir su café. Mirarlo a los ojos y sonreír era un buen comienzo, eso si él también sonreía. ¿Luego qué? ¿Escribirle 'lo siento' en un papelito y entregárselo con la factura? No, se burlaría de mí si hago eso. ¿Enviarle un mensaje diciéndole que nos deberíamos ver? Eso no parecía mala idea. Al llegar al café Gabe y Jon me miraron y me saludaron.