Prólogo

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Del las dichas que "Dios" ha creado existen bellezas, existen complejidades. Es estúpido intentar comprenderlas. Mi mente es tranquila, al menos eso creí, de repente me sentí afligido, inconsciente, peligroso..Las bestias de mi mente abundaron, los secretos se desvelaron, aquellos que se encontraban bajo el más recóndito oscuro en mi mente. Escribir calmó a las bestias, escribir dejó respirar aquellos secretos ahogados. Deja me decirte algo:.........El silencio me invadió, la calma me desespero. Observé  una silueta por la ventana y eso me tranquilizó. Escuché una voz... escuché un sonido, hasta que mi mente perversa finalmente ha cesado, la oscuridad se ilumina..... Creí que era un sueño, me desperté con un profundo sentimiento de calma. Esa mañana desperté observando una planta, curiosa planta, obscura, pudriendo el suelo que cubría, tan tenebrosa. La arranque esperando que desapareciera, de ella brotó un Arroyo de sangre, que comenzó a tornarse oscura, y secarse. Era extraño que la arrancará fácil.

Todo era tan confuso. Era imposible no relacionar estos dos hechos y concluir que un espectro me acechaba.

Sin embargo mi vida llevaba rutina, tenía que salir. Pase todo el día pensando en ello.

Pase todo el día pensado en el sueño.

Me aisle del mundo encerrado en un sólo pensamiento.

Finalmente al declive del final del día termine tranquilizando me.

Llegue a casa, intente dormir y creí que lo había logrado.

Pero al parecer las bestias sólo dormían, y comenzaron a acechar me, volvió a mi ese pensamiento perverso, pero más perverso, más intenso, más sádico. Intente escribir pero la tinta era roja, mucho más roja, lo cual me dio una extraña sonrisa. Era un placer escribir con ella, al terminar seguía sin calmarme, pero había escrito un poema a la muerte........

Esa vez vi que había dos sombras en la ventana, extrañamente me sentí calmado, pero me comencé a sentir desesperado otra vez, atrapado en un silencio profundo, las sombras seguían ahí..... Una vez más desperté, y de nuevo una planta obscura acechaba el suelo, pero esta vez llegando a mi cama. De nuevo la arranque, y de nueva cuenta se difumino no sin antes engendrar sangre.....

Esta vez no lo deje pasar, no me aisle. Lo platique con "amigos " que a su vez me dejaron a la suerte, diciendo me un montón de patrañas. Yo sin conocimiento acepte su explicación. Intente olvidarlo, compré un buen colchón y regrese a casa.

Al llegar volví a acostarme...... Fue una desdicha, el sueño empezó de nuevo, aquellos pensamientos me acecharon de nuevo, pero esta vez, los acepté, me gusto, pensé en un montón de pensamientos sádicos, violadores, extraños, obscuros..... Aquella pluma de tinta roja apareció en el escritorio de nuevo, y con ella mi mente se liberó, esta vez el escrito dejó de ser lírico y se volvió una clase de oración. Una vez más el silencio comenzó a gritar, mis ansias de escuchar algo volvieron, esta vez observe más sombras, dos, tres, y una mayor, una sombra más grande, con ojos morados.......

Creo que la escuché susurrar... "Duerme pequeña zorra...." sonriendo con esta sonrisa tan macabra, tan brillante. Me calme......

Mi mente tomó posesión de mi cuerpo, veo el escritorio manchado de rojo, con ese escrito, la oración. Ya estaba despierto. Estaba confuso, esta vez la planta me acecho a mi, ya no había un suelo podrido, mi cuerpo era el que sé estaba pudriendo. Intente arrancarle, y lo conseguí, por suerte sobreviví, mi pecho soporto la herida. No sabia que hacer...... Quería olvidarlo, pero la evidencia que no era un sueño estaban ahí. Creí estar loco, me asuste, era tan raro, tan jodidamente asqueroso, esta vez no salí de casa.

Intente comunicarme por teléfono, pero las malditas y estúpidas palabras se ahogaban, y terminaban por colgarme....

Un día entero de desesperación, sin sentido.

La noche volvió a acechar, tenía miedo de dormir, tenía miedo de volver a vivir el sueño.

Así que intente no dormir, encendí con fuego aquella oración.

Logre sobrevivir hasta la madrugada siguiente, y salí de casa, quería comprobar mi bienestar, tal vez ya estaba más cuerdo.

Todo parecía normal, me acople al día y olvide mi estado normal, olvide aquellas sombras.

Regrese a casa cansado, pero el escritorio seguía manchado. Fue entonces que recordé el sueño, fue entonces que la desesperación de no poder dormir me inquieto. Intente no cerrar los ojos, pero fue como si un Ángel cantará a mi oído para caer dormido.

El sueño empezó, las bestias, los pensamientos comenzaron a inundar lo que una vez fue una mente cuerda, fueron tan fuerte estos sentimientos, la pluma apareció frente a mi, pero no tenía tinta..... Las sombras aparecieron. Esta vez él silencio se convirtió en susurros, me decían "mata a la zorra" "escribe" "necesitas tinta" "haz lo con su sangre".... Vi como la tinta subía, con ella escribí de nuevo, me calme, y al parecer ahora dibuje....

Desperté...... El escritorio manchado de sangre, la planta obscura me cubrió ahora más, lo mismo. Volví a arrancar la planta, observe aquel papel, eran dibujos sin sentido.

Mi sentimiento era desesperante, humillante, no entendía una mierda de la situación. Otra vez todo se repite, era absolutamente claro, estaba volviendo me loco, salí desesperado a buscar ayuda, pero en la entrada estaba una bolsa, olía pésimo, la abrí.....

Era un puto cuerpo, descuartizado, asqueroso, repugnante, sin sentido, como habría llegado ahí, como nadie se entero, o porque?

Tenía que avisar rápidamente, pero no quería ir a la cárcel, era evidente que era mi casa, al volver al cuarto, la pared estaba también manchada con un escrito "Necesitamos mas tinta"

Era una locura, no sabía que hacer, no quería que me tacharan de asesino, pero no soportaba esta mierda de sueños, no tenía a quien culpar, nadie me creería. Mi cabeza quería explotar.

Estúpido Ángel que canto a mi oído, quizá era una mierda de demonio.

No tengo idea porque, pero mi mente decidió esconder el cuerpo, y salir a la rutina. Paso el día normal, era una Asquerosidad quedarme callado, ese repugnante sentimiento de culpa. No tenía idea de que paso, pero me temía que me apunten todos.

Era la hora de salida, no quería volver a casa, me quede esperando en un parque, pase ahí hasta la madrugada. Pasaron días, sin dormir, ni comer, no llegue a casa, tenía miedo.

Un día estúpido, decidí afrontar ese miedo, me dirigí a la casa, compré una escopeta antes de llegar, me encerré en el cuarto, y comencé a dormir.

La misma mierda empezó, las bestias, el silencio, las sombras comenzaron a susurrar, "las zorras merecen morir " "su sangre llenará la tinta"

La pluma de nueva cuenta estaba vacía, en vez de tomarla, fui a por la escopeta, extrañamente pude hacerlo, me parecía raro, esta vez no quise escribir, sólo pensé en matar, y apunte a las sombras, la mayor sólo giro la cara y sonrió, comencé a disparar, y al parecer las sombras desaparecieron. Desperté, creo que acabe con ese sueño, pero al despertar montones de cadáveres colgaban del techo, todos ellos con herida de bala, igual a mi escopeta, no lo soportaba, estaba escrito en la pared, "Las zorras murieron será suficiente tinta" era repulsivo, al parecer yo mate a esas mujeres, no lo soportaba, aún quedaban balas..... Dios ha concebido luz a hermosas y complejas dichas, que es imposible comprender, pero también ha creado asquerosidades como mi mente, escribir calmó a mi bestia, una bala calmó mi mente .

Tinta rojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora