Entre sabanas

Parte única

Hola! Este es mi aporte por la dekutodo week, me es raro escribir un fanfic sin un AU o alguno de mis OC's... Así que espero sea de su agrado, bueno también es mi primera vez tratando el tema de infidelidad así que espero no hacerlo muy fantasioso.

A pesar de la poca luz que le proporcionaba la ventana de aquella habitación, el hombre de esponjoso cabello verde observaba con la mayor concentración de todas la silueta de la persona que dormía a su lado, la detallaba con todo el cuidado que se podía tener, admirando todo lo que la conformaba, aquellas pestañas blancas y rojas que revoloteaban de vez en cuando, los cortos y lacios cabellos que aunque normalmente irían perfectamente divididos en blanco y rojo, ahora mismo se encontraban indiscriminadamente revueltos, detallaba, con la minuciosidad que le caracterizaba, como su pecho subía y bajaba al respirar, ese torso tan trabajado, la cicatriz que descansaba cual parche alrededor de su ojo izquierdo y la cual a veces le hacía recordar a un panda... Sin importar cuanto tiempo pasase podía observar sin descanso a aquella persona...

Entonces, por un corto lapso de tiempo, su mirada esmeralda se fijó en el anillo plateado que descansaba sobre la mesilla de noche, aquel que simbolizaba su unión con Ochako Uraraka. Al pensar en esto intentó buscar en él un resquicio de culpabilidad, y, por su puesto, lo encontró pues sintió que la había traicionado, que la había tomado por tonta; así que por este aspecto se encontró satisfecho, pero, no fue lo mismo con el arrepentimiento, si, sentía que había traicionado la confianza de su amada esposa, una de las dos personas a las que más amaba en el mundo, pero no se sentía arrepentido por la noche de pasión que él y el chico de doble quirk habían tenido, en lugar del arrepentimiento a su mente la invadió una fuerte confusión, tenía claro que su amor hacia aquella chica de cabellos castaños seguía presente, aun la quería con la misma fuerza – o tal vez mayor- con que lo había hecho el día de su boda, pero no podía decir lo mismo de Shouto, de él, hasta la noche pasada, había estado seguro de solo sentir una gran admiración, pero ahora miles de recuerdos y sentimientos encontrados se revolvían en su cabeza ¿estaría enamorado también de él? No podía ser posible...

Debía admitir que en su momento de preparatoria lo llego a pensar, pero, en cuanto comenzó a salir con aquella chica de radiante sonrisa había intentado sacar aquellas insinuaciones de su cabeza, si había aceptado los sentimientos de la chica con el poder de gravedad había sido porque le correspondía, porque la quería del mismo modo... Si, ella ahora mismo le debía de estar esperando en casa por su día libre, uno que él también había pedido, le regañaría por llegar tan retrasado a casa y el intentaría hacerla olvidar de eso ofreciéndole un cálido beso, entonces saldrían a pasar el tiempo juntos y a descansar de sus actividades como héroes profesionales... Si, así debía de ser, analizándolo así no tenía por qué dudar de sus sentimientos, aquella noche de lujuria y deseo solo había sido un pequeño accidente...

Con esta convicción, el actualmente llamado símbolo de la paz se levantó de su lugar en la cama, acobijó bien al chico de cabello bicolor y se puso la ropa de cambio que había llevado para su viaje, después de todo desde el primer momento le había avisado a Ochako que llegaría a más tardar ese mismo día. Entró al baño y se echo agua al rostro para despabilarse bien, todo lo referente a esa situación debía de quedar en el olvido y muy seguramente Todoroki lo entendería... O esa era la idea que quería vender se a sí mismo para no empeorar el como se sentía en ese momento.

Terminó de arreglarse frente al espejo de aquel baño y se dirigió a la puerta de aquel lugar, dispuesto a salir de allí y dejarlo todo atrás... Pero, en cuanto su mano tocó el pomo, inconscientemente miro al chico que aún dormía profundamente ¿Por qué le dolía tanto dejarlo de ese modo? ¿Por qué sentía tal opresión en su pecho? El... Él es solo alguien objeto de su admiración, así como admiraba a Kachan, o a Iida... se mantuvo allí por un buen rato hasta que su cuerpo al fin le hizo caso y salió de aquel lugar.