No se podría ignorar, ni lo que pasaba, ni ese rostro en la ventana, los pasos fuertes que se escuchaban en la noche, o los pasos que yo siempre pensé, eran de Mariana, y que se escuchaban solo en el día, pero nunca salían de su cuarto.
Yo esperaba, ya por fin entrar a la escuela, para no tener que pasar más tiempo en ésta casa, para distraerme, para conocer gente nueva, concentrarme en la tarea, por primera vez en la vida.
Mi mamá había comenzado a hacer amistad con la vecina de frente, la madre de aquel joven que nos ayudó, no sé si se trataba de una coincidencia o algo más, pero resulta, que su hijo iba a estar en el mismo año que yo, valga la redundancia, también en el mismo grupo, y las dos creyeron que sería buena idea hablarme de la escuela antes de entrar, además, así tendría una cara conocida en los primeros días.
Resultó ser todo lo contrario, y no tenía nada que ver con Alex, mi vecino, si no con todo lo que desencadenó la plática que tuvimos con todo lo que aprenderíamos, el uno del otro.
Ø -Mariana iba en mi salón desde la primaria, si sabías, ¿no?-
Fue lo primero que me dijo cuándo nos conocimos formalmente, y no, no lo sabía. Alex resultó ser una gran persona, pero con un humor, un tanto extraño, por lo que casi no tenía amigos varones, solían tacharlo de presumido, y si, no lo negaré, es bastante guapo, las chicas solían juntarse con él, lo típico, salvo un grupito de chicos igual de raros que él, con los que se juntaba en la escuela.
Mariana, bueno... Digamos que era el extremo opuesto, era una chica que les caía bien a todos, y todos en la escuela la conocían. Por eso, a veces compartiéndose el derecho de caminar a la casa con un padre u otro.
Nunca hubo una verdadera amistad, sin embargo, él parecía conocer la historia alrededor del suicidio de su vecina, él había estado en contacto con Mariana sus últimas semanas, y yo, estaba por enterarme de más cosas de las que no me convenía enterarme, por salud mental.
Ø -¿Nunca has sentido nada raro en esa casa?- Me preguntó –Te lo cuestiono sin el fan de asustarte... Pero, te voy a platicar algo...
La ventana de mi hermanito da hacia tu casa y todavía a veces en la noche, llega a mi cuarto pidiéndome que lo deje dormir conmigo. Dice que hay una muchacha colgada en la casa de frente. Mamá lo regaña por eso y me echa la culpa a mí. Dice que seguro yo le conté lo que pasó, pero yo nunca, le he dicho nada y eso me parece muy raro sobre todo por... Todas las cosas tan extrañas que vivió al final...-
Cuando terminó de decirme eso, me cayó como un balde de agua fría, y es que mi madre era muy cuidadosa por no contar lo que había sucedido en la casa, de incluso aquella vez que él, y otro vecino nos habían ayudado al pensar que un ladrón se había metido a la casa.
Pero lo que me contaba Alex, no tenía nada que ver con lo que nos había pasado a nosotros en la casa, lo platicaba en verdad, porque eso es lo que había sucedido.
Al entrar a la escuela me di cuenta de lo difícil que sería, Mariana era una chica muy popular, y todo mundo se había enterado de lo sucedido, y de alguna forma también, todos sabían de mí, de que era su prima, y de que ahora vivía en su casa, juraría que hasta me tenían miedo, para entonces se notaba que nadie quería hablarme y, Alex, salió al rescate.
En las horas libres me invitó a él y a su grupo de amigos, todos ellos obsesionados con juego de cartas, comics, películas gore, y música que yo, hasta entonces, no conocía.
Ø -Nosotros ya sabíamos que iba a pasar algo con tu prima-
Me dijo Iván, un chico de casi, 1.78, flaco, de cara infantil a pesar de su incipiente mirada seria, casi como si no sonriera a propósito, a pesar de sus 17 años, y que al parecer, era el líder del grupo.
YOU ARE READING
Mariana
Misterio / SuspensoTodas las muertes son tristes. Sí... Pero éste suicidio cambió por completo a la familia. Luego de que mi tía le haya vendido la casa a mi padre, debo creer que el espíritu de mi prima haya quedado apegado a la casa. En especial porque los que labor...