Sin alieto

1 0 0
                                    

Hay para mí dos tipos de miedo.
Uno es como cuando crees ver a un fantasma que en realidad es tu reflejo.
Y el otro, el otro es lo peor que una persona puede sentir en la vida.
Es un sentimiento tan desesperantemente horrible que no lo podría desear ni a mi peor enemigo.
No sé si puedo describir la sensación pero trataré y trataré de hacerlo sólo para sacarlo de mi sistema.

Para mí el miedo es casi sinónimo de impotencia, es una mezcla de no poder hacer nada por algo y no entender lo que está pasando.

Por qué para el momento en el que logras unir las piezas el horror está frente a ti y ya no puedes hacer nada.
Ya está aquí frente a ti y no puedes evitar lo que viene.

Pero, Bajo qué circunstancias puede pasar esto?

Qué pasaría si ves algo que de ninguna manera puede estar ahí?
Si algo te hace despertar a media madrugada y al abrir los ojos ves algo junto a tu cama.
Si abres los ojos y junto a tu cama hay un cuerpo inerte.
No lo entiendes, no puedes pensar nada por qué simple y sencillamente no está ahí, o no debería de estar.
Abres los ojos completamente para tratar de convencerte a ti mismo de que no hay nada ahí y te das cuenta de que es lo peor que pudiste hacer.

Por qué hay algo ahí.

Está ahí y te está mirando, estuvo ahí todo el tiempo mientras dormías tranquilamente.

Y se te cierra la garganta, se te inundan los ojos y se aprieta tu pecho.
Y llega la desesperación.

Se apodera de ti completamente y la adrenalina sube, si lo pudieras analizar sería hasta interesante, los músculos se tensan y los sentidos se agudizan y estás listo para huir o luchar.

Claramente no tomas la opción de luchar ahora ves mejor eso que tienes frente a ti y escuchas que respira, la sangre se congela y el corazón te late en la garganta, sólo ha pasado un segundo desde que despertaste y ya sentiste todo lo que no habías sentido en la vida.
Todo lo horrible que no habías sentido jamás.

Y cuando ya no puedes sentir más pánico, cuando ya no puedes más contigo mismo y deseas que termine a toda costa.

Sale de ti el más helado y desgarrador grito.
Algo que ni siquiera reconoces como tuyo algo que no distingues como real.

Y eso que te ha estado viendo se da la vuelta.
Se va por la puerta.
Cómo si tú horror lo incomodara o algo así.

Alguna vez te han dicho tus padres que no cierres una puerta?

Las puertas deben quedarse abiertas.
Por qué si están cerradas no puedes culpar al viento cuando se abren.  

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 25, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Pánico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora