Todos tristes, sin ánimo, sin una sola mueca de alegria tan sólo esperando su muerte se encuentran sentados en una mesa larga de madera vieja que rechina siendo lo único que genere sonido es esa deprimente escena.
Su madre Marine trae los platos uno por uno con la misma espantosa sopa de frijoles, los 4 niños se comen como animales aquellos frijoles, su padre golpea la mesa y empieza a hablar.
_ estúpidos engendros ya me enteré que no han estado haciendo bien si trabajo, no quiero otra queja más sobre ustedes o estarán de nuevo encerrados con su hermano.
Los niños dejaron de comer por un momento para luego continuar, su padre ya no soportaba mirarlos y se retiró de aquella mesa su esposa lo siguió y empezaron a discutir en la otra habitacion, los niños agarraron un plato y se fueron a la alcoba de coco donde se encontraba en la esquina de sus cuatro paredes con las velas apagadas. Uno de ellos prendió una vela y aquel solitario niño corrió despavorido debajo de su cama, tapándose los oídos y gimiendo exigiendo así que apagasen aquella pequeña flama de vela casi acabada ellos dejaron el plato bajo la cama y salieron no antes apagando la vela que iluminaba y atormentada esa alma traumada.
Al salir de la ese cuarto encontraron a su madre llorando tendida en el piso, ellos se acercaron lentamente a ella para mirarla de más cerca así pudieron ver si rostro golpeado, ellos sólo la observaron entonces ella empezó a gritar maldiciones: malditos idiotas! Todo esto es su culpa...Su culpa..... él me ha abandonado sin piedad por ustedes si por ustedes!Se calla los gritos sollozantes y empieza a mirar con mucho odio esa puerta que detrás suyo se encontraba coco.
_ustedes y ese fenómeno fueron mi maldición, mi castigo....
y agarrando una madera gruesa se lebanta y corre hacia la habitancion.
Gritos espantosos empiezan a salir de aquella obscura habitación, gritos de dolor mientras los 4 infantes sólo miran atentamente la puerta esperando tan sólo que la muerte se apiade de aquellas triztes almas.