Otra vez solas. Han pasado muchas cosas desde que empezó todo. Tantas personas en las que hemos confiado y han acabado traicionándonos, tanta gente que hemos perdido, tantos zombis que hemos matado...
Ahora estamos refugiadas en una casa a las afueras de la ciudad, en pleno campo entre Valladolid y Zamora creo, no estoy del todo segura. Hemos parado aquí tan solo para descansar, para reponer fuerzas. Los muertos se acercan y tendremos que reanudar nuestra huida cuanto antes...¡mierda!, de haber hecho caso al plan no estaríamos así.
Una lágrima resbaló por mi mejilla y me dejé caer en el suelo de la estancia. Sabíamos que era culpa nuestra por intentar salvar a... En fin, no quería recordar sus nombres, me dolía recordarles.
Sequé mi lágrima. Hacía tanto que no lloraba que me resultaba extraño sentir la salada gota correr por mi rostro.
Abracé con fuerza a mi hermana, que estaba sentada junto a mi. Ella me abrazó también.
-¿Es este el fin?- se preguntó a sí misma en voz alta.
Tras su pregunta, se hizo el silencio y nunguna habló.
Claro estaba que ahora que teníamos un poco de calma antes de la próxima tempestad que se avecinaba, aprovecharíamos para hecharle un vistazo a esos recuerdos que aun guardamos muy al fondo de nuestra memoria desde que empezó todo. Esos felices momentos que jamás olvidaremos, aunque seguro es, que hallaremos muchos más recuerdos tristes porque, ¿qué menos podríamos esperar en estos tiempos de locos en los que todos acaban transformados en zombis?
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Historia De Un Apocalipsis
AdventureEllos arrasan con todo. Posiblemente todos aquellos que te hicieron sonreir alguna vez ya estén muertos y caminando por las calles como almas perdidas.