Capítulo 15/ No soy pedófilo

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    "No puedo evitar sentirme mal en la oscuridad, cuando estoy vencido en esta guerra de corazones"

(Ruelle - War of hearts)

           2 Días después...

Hoy es el día, hoy llegara el tan esperado alfa del que tanto andan hablando pero nadie me dice su jodido nombre.

Ya es de noche y su recibimiento no será nada especial ya que no quiso nada extravagante a sí que solo se hará una cena con nosotros y ya.

Yo me estoy alistando para bajar.
De ropa me puse una polera morada, un jeans ajustado azul oscuro y unas baletas ensueño negras. Me hago una trenza de cuatro a medio lado y listo.

— ¿Lista? - Derek entra por la puerta -

— Si - suspiro - ¿Y tú? -

— También -

Él tiene puesto unos pantalones de mezclilla negros, una remera blanca con una playera de cuadros rojos y negros sin abrochar junto a unos zapatos rebook y listo. Se veía lindo.

— Luces bien.. - me sonrió sin mostrar los dientes -

— Tu no luces nada mal. No entiendo porque no te gustaba esa playera de cuadros - él suspiró y rodo los ojos divertido - mejor me callo -

— Si, no me hagas arrepentirme y quitarmela - dijo irónico -

— ¡Ja! ¿Bajamos ya, señorito irónico? - camine hacia él -

— Por supuesto Miss sarcástica - ambos reímos -

Salimos de la habitación.

Esperen...

— ¿Dónde esta Zac? - dejó de caminar -

— No quiere salir de su habitación. Según él esta cansado - Zac, Zac.. A mi no me mientes -

— Ah, si claro. Bueno adelantate tu, yo luego te alcanzó. Iré por Zac, veré que puedo hacer - él asintió y siguió.

                         (...)

— ¡Zac, ya levantate! - grite jalandólo del pie -

— ¡No! - gritó él y más se sujetaba de la baranda de la cama -

— ¡juro que si no te sueltas en este instante te dejare sin comer chocolate! - se levantó de golpe -

— ¡¡AAHH!! - grite en el momento que me solté de su pie por como se levantó y caí al suelo -

— Dejarme sin chocolate - susurró nervioso -

— Si... - dije desde el suelo resoplando un mechón de pelo en medio de mi boca -

Sentí como la cama crujía y sus pies descalzos hacían rechinar la madera del suelo.

— Esta bien - sonreí triunfal -

— Muy bien. Ahora... ¿me ayudas  levantar? - extendí mis manos hacia arriba -

— No. - Sentenció con una sonrisa burlesca en su rostro -

Abri la boca indignada.

— Que malo eres - hice un puchero -

— Oh no cariño, tu eres la que me quiere dejar sin chocolate - tomo su toalla y entro al baño -

Me senté en el suelo a regañadientes.

— Imbécil - musite -

— ¡Escuche eso! - gritó desde adentro del baño mientras escuchaba como caía el agua de la regadera -

Un Alfa Y Una Omega Donde viven las historias. Descúbrelo ahora