No ya mi corazón desasosiegan
las mágicas visiones de otros días.
¡Oh Patria! ¡oh casa! ¡oh sacras musas mías!...
Silencio! Unas no son, otras me niegan.
Los gajos del pomar ya no doblegan
para mí sus purpúreas ambrosías;
y del rumor de ajenas alegrías
sólo ecos melancólicos me llegan.
Dios lo hizo así. Las quejas, el reproche
son ceguedad. ¡Feliz el que consulta
oráculos más altos que su dueño!
Es la Vejez viajera de la noche;
y al paso que la tierra se le oculta,
abrese amigo a su mirada el cielo.Rafael Pombo. (1833-1912)
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Antología Colombiana
PoetryEsta antología de poemas es un homenaje al amor, al desamor a la mujer al hombre al igual que del reconocimiento de algunos poetas Colombianos consagrados por sus innumerables lectores a través de los tiempos y el rescate de aquellos poetas que fuer...