Thomas un guerrero Vampiro cuya vida solo ah sido Muerte,Destrucción,Caos y Sangre. Pero todo esto cambiará cuando conoce a David un Guerrero Licántropo que hará que su vida no sea siempre así,ellos quedaran entrelazados por los hilos del Destino pa...
La Guerra siempre a existido y desde hace mucho tiempo, cuando el tiempo era nuevo.
Nacieron dos seres con maldiciones que llevarían a la humanidad a la ruina y la destrucción total. Uno la esclavitud de la luna y el otro la eterna sed de sangre.
Peleándose por la supervivencia del uno y del otro, ya este mundo es muy pequeño para que ambos existan, pero había algo que nos igualaba a ellos y eso era la Sangre y era cuestión de tiempo para que el miedo reinara ante los humanos y de ese miedo nos aprovechamos para que los comenzáramos a tratar como simple ganado y estos nos llamaban con muchos nombres:
- BESTIAS - DEMONIOS - CHUPA SANGRE - LOS ESCLAVOS DE LA LUNA - LOS NOCTURNO.
Pero preferimos que nos llamen como Vampiros y a los otros Lycans o hombres lobo. Llamennos como quieran los seres humanos son solo simple comida.
Yo
Soy Thomas un guerrero de clase alta del ejército de Vampiros he estado a la disposición como guerrero durante novecientos noventa y nueve años. Nuestra anciana vampiro, Alhera, es uno de los tres Ancianos Originales que rige y controla el Gobierno Vampiro, ella ya se encuentra al final de su reinado de un siglo y se prepara para entrar en Hibernación durante los dos siglos siguientes como parte del Ciclo.
Mi misión es custodiar a ella y al Concejo Vampiro que se transportará hacia el Aquelarre Oeste, esta es una misión muy importante me podría costar mi propia vida si algo terrible le llegase pasar al concejo o peor aun a la mismísima Alhera.
- ¿Ya están todos aquí? - Dijo Manuel mi superior, mi hermano y la ultima familia que me queda.
- Todo esta listo el perímetro esta asegurado por un radio de treinta metros, hay mil francotiradores por todo el camino y mil Caballeros Muerte que escoltan los alrededores del tren y cien mas están adentro - Dije con un tono muy serio.
- Bien... esa abominación de licántropa no podrán colocar sus patas en este tren, Thomas, no puedo confiar en nadie más que tu, necesito que tú vayas con el concejo y te asegures que todos estén seguros y cómodos ¿Puedo contar contigo, hermano? - El solo me toco el hombro y me dio una sonrisa de esas que te hace saber que confían en ti.
- Cuenta con hecho - El solo me sonrió y me hizo una seña para que entrara.
Lo primero que hice cuando entre fue asegurarme que todos estuvieran en sus respectivos lugares, verificar los puestos, asignar a los meseros, todo ya esta listo, todo era perfecto.
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Me percate que el concejo ya había llegado, cuando los vi hice una reverencia cómo muestra de respeto y cuando Alhera entro a la sala todos incluyendo a los miembros del concejo hicieron una reverencia, vi como un novato no se inclino ante la Anciana y no solo yo me había dado cuenta, si no también una mujer físicamente parece tener unos treinta y dos, pero si es miembro del Concejo es que debe ser muy antigua y sabia perfectamente que esto le saldría muy caro.
- ¿Porque no te inclinaste ante tu Reina? - Dijo esta levantado una ceja y con un tono malévolo.
- H... He... Yo... - El novato solo titubeaba delante de todos.
- Mi Señora, es solo un novato, por favor perdonelo - Dijo uno de mis compañeros.
- Esta bien, Valeria. - Dijo la Anciana calmando a la Vampiresa frustrada, esta solo obedeció y regreso a su lugar.
- ¿Eres nuevo, no es asi? - Pregunto muy curiosa.
- S... Si, señora. - Dijo muy nervioso se le notaba.
- ¿Cual es tu edad? - Pregunto Alhera mientras lo analizaba de pies a cabeza.
- Diecisiete, señora - Dijo este muy tímido.
- Pero si eres un niño, ¿que estas haciendo aquí? ¿Quien te mando a esta misión? - Pregunto muy curiosa.
- El comandante Lucas, señora - Su voz ya sonaba mas tranquilo.
- ¿Dime? - Lo tomo de la barbilla - ¿Cual es tu nombre pequeño?
- Ju...Juan, señora.
- Juan eres un joven valiente se te nota en tus ojos, pero no puedes estar aquí ¿Me imagino que ni siquiera sabes quienes somos u hacia donde nos dirigimos, cieeto? - Dijo Alhera con un tono de voz muy dulce y amable parecía casi una madre dándole un consejo a su hijo - Estarás en mi séquito y te asignare un entrenador personal para que te transforme en un poderoso caballo de muerte y quien sabe hasta mucho más fuerte y sabio que Thomas y Manuel - Dijo señalándome con la mano, que honor.
- A... Así sera.
- Mi señora. - Le dice Alhera enseñándolo como dirigirse a los Ancianos.
- Mi señora. - Dijo repitiendo para después inclinarse y dar una reverencia a Alhera, esta por su parte se fue con el Concejo hacia una habitación más privada.
- Thomas, te quiero pedir una misión muy importante y valiosa para mi. - Me dice Alhera que es una mujer con la altura de 1.80, labios rojos cual carmín, sus cabellos son cómo la misma noche, ojos cual azules como el cielo y con un cuerpo de una diosa.
- Dígame, mi señora.
- Quiero que tu seas el entrenador de este niño, Juan. Y no solo a el, sino también aun grupi de vampiros novatos que personalmente estan bajo mi cuidado. Necesitan el entrenamiento y la destreza, que solo tu puedes darselas y nuestra especie requiere.
- Sera todo un placer, mi señora. Cuando lleguemos al Aquelarre Oeste empezare con el entrenamiento. - No podía creer lo que había escuchado una Anciana Original pidiéndome a mi que entrenara personalmente a los novatos para su séquito, increíble, que honor.
- Bien. - Alhera se dirigió a su asiento, alzando su vista al techo del tren para escuchar lo que parecían aullidos que todos escuchamos, para después darme una mirada muy despiadada y de paso dándome una sonrisa muy maléfica.
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Prepare mi arma y los escoltas de Alhera juntos con los del concejo estaban también preparados y listos para cualquier cosa, me asome por la venta, le di una señal a los guardias de afuera que estuviesen alerta. La prioridad aquí era Alhera y el Concejo a toda costa, todos sabíamos lo que esos aullidos eran y lo que eso significaba;
