¿Hasta donde estarías dispuesto a mentir por amor?
Luhan un chico normal se ve obligado a llevar una doble vida para proteger a Sehun su expareja pero en el camino encuentra el amor en Jongin a quien tiene que mentirle para que no salga lastimad...
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-¡Luhan! Mi pequeño ¿Cómo dormiste? -era Suni, la única y mejor amiga de Luhan en Corea, sabía todo de él y por las dificultades por las cuales estaba pasando así que trataba de estar con él la mayor parte del tiempo
-Suni hoy no -le dio la espalda a la puerta y caminó flojeroso a la cocina
-al parecer no dormiste bien, anda te hago el desayuno -de inmediato se adueñó de la cocina para prepararle algo rico a su amigo y así poder levantarle los ánimos y más en un día tan importante y difícil para él, Luhan no dijo nada solo la dejó que lo hiciera pues no tenía ánimos de nada, suspiró fuerte haciendo que Suni lo mirara preocupada -todo va a salir bien ya verás -lo tomaba de las manos y lo miraba con una sonrisa que nunca fue correspondida por el chico
-¿Por qué lo hice Suni? -se preguntaba una vez más con verdadera impotencia
-tus acciones fueron sinceras Luhan, lo hiciste por amor aunque él no te haya correspondido de la misma manera -le decía la chica de cabellos castaños
-ese es mi problema, que yo di todo mientras que solo recibí de él polvo, estoy dando prácticamente mi vida por él, por alguien que ya no significo nada, o tal vez nunca fui alguien para él -sus ojos no pudieron más y derramaron unas cuantas lagrimas
-¡hey Luhan ánimo! No te desanimes, tu puedes hacerlo, verás que pronto saldrás de este problema como lo has hecho antes, eres un chico muy inteligente y vas a resolver esa situación pronto -ella lo abrazaba conteniendo también el llanto para no flaquear frente a él, Luhan sacó fuerzas de flaqueza y se repuso, terminó su desayuno y fue a tomar un baño rápido pues se le hacía tarde para empezar con eso que por amor iba a sacrificar
-me voy Suni, espero volver con bien -decía temeroso mientras tomaba su portafolio
-verás que sí, te estaré esperando -se acercaba la chica para acomodar su corbata azul que resaltaba muy bien con su pulcro traje en color negro, él le sonrió y suspiró para después salir rumbo al infierno, no sabía que era lo que le iba a deparar ahí, solo sabía que iba a hacer un negocio muy chueco, algo que en la escuela de administración no le enseñaron pero tenía que hacerlo, lo juró para salvaguardar la vida de él, el hombre que más había amado en la tierra y que ahora no estaba con él
