1. Un día cualquiera.

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—…~

De golpe, un atronador sonido de despertador se dejó oír, despertando a la joven de simple oscuridad, ya que no estaba soñando ni nada por el estilo.

—Me cago... En todo.

Le pega un puñetazo al despertador, a lo que este sale volando en dirección a su hermana mayor que estaba vistiéndose para ir a su trabajo.

—¿Tú eres tonta niña?

Se toca un poco donde le ha dado, a lo que la señora rayis esboza una pequeña sonrisa lasciva.

—No se pregunta lo obvio sister...

Suelta una carcajada después de eso, dando un salto con sus pies descalzos a la tarima. Estaba muy fría y eso no era muy agradable.

—{Mierda mierda mierda...}

Iba de puntillas, no le gustaba nada esa sensación.

Después de unos pocos pasos más llegó a donde se encontraba el espejo, levantándose el pelo de la cara y poniéndose una diadema.

Se lavó a conciencia la cara, para luego secarla con una toalla de color granate que se situaba al lado de ella.

—Mmhhmm...~

Se echó una crema en la cara, era muy útil y de un color clarito que iluminaba su delicada piel. No era de maquillarse ni nada, pero tampoco iba a ir como un mendigo.

Tras echarse la crema, decidió ir al sofá. Ella no iba al instituto. Todo lo que sabe ha sido a causa de los videojuegos, de su hermana o de Internet.

Otro dato importante es que no está muy metida en el mundo de los ghouls, sabe lo obvio, aunque casi ni eso.

Ella piensa que son personas que comen otras personas, pero que esas personas tienen superpoderes (?) Realmente no piensa eso, prefiere evadir la cruda realidad a toda cosa.

—¡Me voy ya!

Dice la morena dando un portazo, tan verdulera como siempre.

—Tengo sueño. No quiero vivir. ¿Por qué existo? Qué...

Oía un ruido arriba, era como un golpe seco. Estaba acostumbrada a oír golpes, y pensaba que era una pareja que vivía encima de ellos, pero quién sabe...~

Esta se tumbó en el sofá con el móvil, puso la tele aunque fue inútil porque no apartaba la vista de su teléfono.

—Vaya... Otro ataque de ghouls. Cada vez vamos a peor eh... El ghoul glotón se está cebando a hombres... Tal vez sea una mujer lujuriosa que solo quiere un poco de cariño.

Se ríe al ver la masacre creada por la glotona... Vaya, realmente era cruel, pero llorar ya no arregla nada.

—…~

Estuvo así un tiempo, viendo noticias y sacando el lado chistoso a la mayoría.

Llegó un momento dónde se durmió. No aguantaba más y quedó dormida con el móvil encendido, tenía música puesta (Inserta tu canción preferida.)

Otro ruido se dejó oír, aunque este era encima de ella. Su hermana la había tirado las bolsas de la compra encima.

—No haces nada... Maldita vaga de mierda. Al final te apuntaré al instituto.

___ la miró por unos segundos mientras hablaba, con cara de irrelevancia, para cuando terminase volver con la mirada al móvil.

—¡¡ARGH!!.

Entra a su habitación, dando un portazo. Rayis esbozó una pequeña sonrisa, había ganado.

Al poco tiempo se levantó para ir a dejar las cosas en el armario, después, iría a Anteiku. Aún eran las nueve de la mañana.

Decidió ir a su habitación para ponerse la ropa, unos pantalones negros ajustados, una blusa blanca y una sudadera color beige amarillenta y unos botines negros. Perfecto para esta época del año.

Después se peinó por encima por pura pereza y se puso un gorro azul oscuro. Cogió su mochila de cuero marrón y metió su móvil, dinero y alguna que otra cosa.

—Me voy.

Daba un portazo ya que la puerta no cerraba bien. Decidió ir por las escaleras, idea mala ya que aún seguía adormilada, a si que en el penúltimo escalón tropezó cayendo de bruces al suelo.

—A...Uch...

Sollozaba la chica, haciendo una mueca de dolor y levantándose lentamente.

—Duele... Mi cara... A-ah...

Aprieta la cara un poco al tocar su mejilla. ¿Había caído con tanta fuerza como para hacerse un moratón? Pues sí.

Después de odiar al mundo, anduvo hasta la cafetería. Ya eran las diez.

—Ohayo...

Decía desanimada saludando a todos. Al parecer había gente que desconocía. No estaba Touka, solo un viejo decrépito.

—Un café con leche y un croissant.

Suspiraba sentándose en la barra, pensando en que tenía que comenzar a trabajar. Cada vez se perdía más en sus pensamientos.

—¿Está bien señorita? Parece estar herida.

Dice el hombre mayor extendiendo un pequeño trapo limpio que envolvía un par de trozos de hielo.

—Sí... Gracias.

Se puso este en la mejilla, soltando un pequeño gemido DE DOLOR. Al cabo de segundos le trajeron su pedido, a si que sin más dilación comenzó a comer lentamente con una mano, mientras que con la otra solo sujetaba el pañito.

—{Duele... Maldita sea.}

De golpe sonaron unas campanillas, eran las del bar. También se oyeron un par de pasos rápidos.

Rayita notó como la abrazaban por detrás y el olor de su dulce perfume. Era Touka.

—Hola ___-Chan! ¿Qué tal has pasado el día? ¿Cansado?

Sonreía levemente y se sentaba a mi lado. Estuvimos hablando un rato, hasta que el dueño la dijo que se pusiese a trabajar.

Yo me tuve que ir, mi mejor amiga me llamó, dijo que estaba en un callejón esperándome. Que sus perro se había caído por la ventana

Yo fui corriendo, incluso cuando creía que no había más fuerzas, las saqué de quién sabe donde.

—¿Amaya?

Entró al callejón, pero notó como la golpeaban la nuca, cayendo desmayada al poco tiempo de oír ese golpe metálico y seco. Se había desmayado.

—…~

[Hey. ¿Buen comienzo? No sé, yo solo quiero que aunque la mínima persona que lea esto me diga que siga. Esa es mi inspiración, tener a quiénes inspirar. Gracias por dedicarme tu tiempo, I love you <3.]

[Esta es nuestra apariencia

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[Esta es nuestra apariencia. ¿Os gusta? ¿Queréis que ponga otra? Pasarme fotos por privado y lo pensaré. <3]

©~L o l i S c r e a m e r~©

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⏰ Última actualización: Oct 03, 2017 ⏰

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