Papel y Lápiz: Nebulosa

Capítulo 6: Sol de Plata

"Grandes hombres le dan vida a nuestro presente, el dinero comenzó sólo como una herramienta y terminó siendo el bocadillo que alimenta el sedentarismo emocional de los que no saben usarla" ...

~Mänw.

21 de Septiembre de 2003 - Pág Nº 36, Diario de Zeke.

Querido diario, ayer me levanté con muchas energías. El suelo de madera que tiene mi habitación aún seguía frío por las tormentas de esa noche. Lo primero que azotaba mi cabeza mientras hacía cosas tan rutinarias como tomar el cepillo de dientes desde el compartimiento interior del espejo del baño era: 

¿Específicamente quiénes eran esas personas que me hablaron en mi sueño? ¿Qué lugar era ese? Tan frágil pero hermoso. Se sintió tan real todo. Era como si de verdad mi nombre era Marshall y ellos tenían idea de lo que yo les hablara. Ya he tenido experiencias similares con sueños extraños cuando era pequeño. Pero era evidente de que se trataba de mi imaginación porque eran escenarios y cosas que mi memoria había almacenado días, meses e incluso años anteriores, era un resultado arrojado por un algoritmo de correlación muy simple. Patrones de memorización que yo mismo había trazado con la intención de poder recordar las cosas un poco mejor. Era sencillo de interpretar.

Pero... esto no era un juego de rol o un MOBA de nicho. Se trataba de un mundo que se me hacía vasto, extraño y decadente. Aquél hombre, el padre de Rholo, me contó cosas de ese mundo mientras yo labraba la húmeda tierra de una nación desconocida. Y de entre tantas cosas que dijo regresé con sólo dos palabras...

— Whisperwing y

— Earthquake.

El día que nació Lem noté que de entre las cosas que dejó Mhía había un raro libro que en su portada estaba la palabra Whisperwing, no le di mucha importancia porque creí que se trataba de algún autor gótico o algo parecido. Aparte fueron sólo pocos segundos que tuve para traer esas cosas que estaban en el bolso de Mhía. Debía volver a General Crossfield.

Cuando era pequeño, papá siempre me llevaba a ver su colección de hojas y armas medievales que estaba en un enorme local en el centro de la ciudad. Su abuelo era un exitoso arqueólogo y él tomó la afición de anticuario, coleccionando objetos muy antiguos y olvidados con la intención de no dejar perder todo lo que su abuelo había encontrado durante sus viajes.  Algunos con mucho valor histórico y otros por lo inusuales que eran. De esa forma despertó mi curiosidad por la historia... hasta que me compraron mi primer ordenador a los 9 años. 

Recuerdo que una vez mientras estaba en la sala de historia bélica asiática, entre una hilera de catanas que databan del período kofun tardío en Japón, mucho antes de la introducción del budismo; casi camuflada se encontraba una pieza dentro de un cubo de cristal que se postraba sobre un pedestal de piedra tallada. Mi curiosidad me ganó en una ardua batalla entre el tiempo que me quedaba para estar allí antes de que papá volviera del jardín central y el misterio que irradiaba aquella forma tan peculiar: me acerqué un poco más para ver de qué se trataba. Bajo el cubo, sobre el pedestal de piedra se hallaba en una superficie elaborada con una muy pobre destreza con el cincel, una leyenda escrita con hollín a base de agua, en inglés se apreciaba la palabra Earthquake.

—Misha, tu bisabuelo, lo encontró en Kioto. Bueno, al menos lo que se conoce hoy como Kioto. Fue hallado en unas canteras pre-niponas que datan del siglo V a.C. durante unas excavaciones en busca de un tipo de cerámica muy antigua llamada Jōmon.

—Papá, estabas allí todo este rato...—Me asusté por su voz. A veces es tan silencioso.

—Bueno, ya es hora de irnos hijo. Hoy es tu último día de vacaciones y mañana debes levantarte muy temprano para ir a la escuela. Un Shadowfire siempre debe dormir sus horas completas, sino no tendrás energías para estudiar matemáticas.