Capitulo 3: "Huida"

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Cuando el sujeto estuvo a una distancia prudente, observó mejor al chico haciendo una pequeña mueca de confusión.

—¿Que haces aquí? ¿Y tus padres?—preguntó mirando alrededor. Ryder no le contestó y siguió mirando el río como si no le importara aquel sujeto.

—Oye te hice una pregunta, no es seguro que estés aquí solo—dijo acercándose a su lado.

—¿Eres guardia de seguridad?—preguntó Ryder sin despegar la mirada del río.

—¿Que? Claro que no, esos estúpidos policías, los odio—dijo sacando un cigarrillo tratando de encenderlo.

—Esta lloviendo no va a encender—dijo y al instante el hombre encendió el cigarrillo empezando a fumar.

—Puedo fumar y el clima no me lo impedirá ¿Que estas haciendo por aquí en esta lluvia?—volvió a preguntar el hombre del abrigo mientras exhalaba el humo.

—Eso no te incumbe—respondió apoyando su frente en la barandilla. El hombre asintió lentamente.

—Supongo que tienes razón, Soy Kayden, un gusto—dijo mirando al frente donde el río corría rápidamente mientras la lluvia azotaba con un estruendoso ruido.

—Ryder Hills—respondió levantando la mirada observando a Kayden.

—¿Que demonios?—exclamó Kayden mirando los ojos de Ryder—tus ojos son increíbles

—Estoy acostumbrado a que lo digan, a mi no me gustan—susurró apartando la mirada.

—Me lo imagino, debe ser un problema tener algo fuera de lo común—susurró Kayden soltando una pequeña risa. Ryder lo observó y se dio cuenta de que el tipo no parecía malo ni un asesino en serie. Se quedaron en esa misma posición hasta que Kayden sacó un gorro colocándoselo al chico, suspiró retrocediendo un poco.

—Vamos, te vas a resfriar si sigues aquí—dijo y le hizo una señal para que caminara con el. No sabia si confiar o no confiar en aquel sujeto, si haya querido matarlo, robarle o hacerle otra cosa mas a Ryder ya lo haya hecho. Ademas estaba empezando a sentir mucho frió, miró alrededor desconfiando pero suspiró siguiendo a Kayden. Caminaron un poco mas y luego él entro a su auto, Ryder se detuvo mirando el auto y se mordió el labio nervioso entrando.

—¿No va a matarme, cierto?—preguntó mirándolo y tragó saliva. El hombre soltó una risa y negó encendiendo el auto empezando a conducir.

—Claro que no, no soy asesino—dijo mirando el camino y encendió la calefacción.

—¿Y que eres entonces, porque haces esto?—preguntó mirando por la ventana.

—Lo hago porque no voy a dejar a un niño en plena lluvia, solo—dijo encogiéndose de hombros.

El auto se detuvo en una casa bastante linda, una puerta se abrió automáticamente y el auto entró a un garaje extenso, apagó el auto y empezó a salir.

—Ven, te invitare un chocolate caliente—dijo mientras se quitaba su abrigo. Ryder salio del auto lentamente empezando a seguir a Kayden, entró a la casa y sonrió mirando alrededor, efectivamente la casa era muy linda, por fuera y por dentro. El modelo parecía de una cabaña, madera en el suelo, en el techo y se encontraban grandes piedras incrustadas en las paredes. Escuchó el fuego crepitar y se dio la vuelta mirando una chimenea, soltó un suspiro de alivio acercándose.

—Dame tu abrigo, demonios toda tu ropa esta empapada—dijo mientras lo miraba y negaba—tendré que prestarte la ropa de mi sobrino.

Ryder se quitó el abrigo y se lo entregó a él, sus labios le temblaban al igual que su cuerpo y sentía frió por todas partes.

RyanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora