You

447 4 1
                                    

Me levante de mi cama y me mire al espejo. Ví  como siempre a esa tonta gorda que nunca le gustara a nadie. Mis brazos estaban llenos de sangre mi piel pálida, mi rostro mostraba dolor e inseguridad. No sabia que hacer me sentía como una niña pequeña perdida en un laberinto en el que nunca encontraba la salida. Tenia la esperanza de que algún día encontraría la salida, pero ese momento no llegaba.

Decidí tomarme una ducha. El agua estaba fría pero no me importaba nada. Miraba como la sangre se desvanecía, pero sabia perfectamente que pronto volvería a tener mis muñecas  rasposas y llenas de sangre. Cuando salí me puse una camiseta negra, unos pantalones vaqueros, una sudadera holgada y  mis vans  negras.

Coloque mi mochila en mi espalda baje a bajo y me acerque a la habitación de mi madre. La ví y la pena callo en mi verla todos los días tan mal me mataba y lo peor era que yo no podía hacer nada. Desde que nos mudamos mi madre callo en un gran enfermedad y la única que le podía ayudar era yo ya que mi padre era un  gran egoísta y se pasaba  todo los días fuera de casa sabiendo el estado en el que mi madre estaba.

Salí de su habitación. Lágrimas  amenazaban con caer de mis ojos pero intente no llorar. Salí de casa y camine hacia el Instituto. Mi mente no paraba de dar vueltas nada tenia del todo sentido me sentía mal con ganas de no hacer nada hasta que una voz me levanto de esos pensamientos.

YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora