Un día cómo cualquier otro

149 20 0
                                    

Un día tranquilo en las afueras de Esparza, una ciudad calmada sin muchos disturbios cómo en otras ciudades. Así comienza mi historia.

Mi nombre es Eduardo, un chico tímido con algunos buenos amigos que ayudan en malos momentos pero hay algunos momentos en los que nadie puede ayudarte por mas simple que parezca.

Entre esos amigos se encuentra Lisa, una joven mujer un año menor que yo, a la cuál le tengo mucho apreció y últimamente siento que ese apreció se convierte en algo mas intenso y fuerte.

Ese día era normal, salir de la casa hacía el colegio, estudiar o fingir poner atención en las clases que toquen ese día, pasar el rato con amigos ya sea haciendo deporte o simplemente charlando de cosas sin sentido, hasta que en uno de esos momentos noté algo extrañó que llamó mi atención, alguien llegaba a donde estabamos.

Lisa, hermosa como siempre con una sonrisa bella y su cabello lasio de color castaño, pero noté una bolsa blanca que trae en su mano, de inmediato nos saluda y conversa con nosotros pero comenta que esa noche estará sola en su casa y con una pícara sonrisa me voltea a ver a los ojos, esa mirada me llegó al alma encuando me la dio mis pensamientos aumentaron de la manera que no supe que decir y sólo atiné a devolver una sonrisa un poco nerviosa.

Al pasar las horas regresé a casa un poco pensativo por esa sonrisa, no podía sacarla de mi cabeza. Al paso de una hora suena mi móvil y en la pantalla se lee nuevo mensaje: Lisa
que casualidad justo pensaba en ella.

Hagarro mi celular y leo el mensaje en el que decía -Puedes venir a mi casa estoy sola y ocupo hablar contigo, me gustaría que llegaras rápido- Quiere que llegue rápido pensé, se me hizo algo extrañó pero no dejaría pasar esa oportunidad. Rápido me aliste y le dije a mi madre:

Eduardo _Mamá voy a salir regreso dos horas_ o eso pensé.

Lorena _Esta bien cariño cuidate mucho_

Se me hizo algo extraño que no preguntara a dónde iría a esa hora pero el mensaje decía ven rápido y no fallaría en eso.

En cuánto salgo a la calle va pasando un taxi y que me llevaría rápido a la casa de Lisa pero no me dio tiempo a decirle que se detuviera, después de caminar dies minutos al fin llego a la parada de autobuses y abordo uno que se dirige a la ciudad dónde vive Lisa.

Después de treinta minutos de viaje en los cuáles pensaba: que me esperara en esa casa, como joven que soy ya me hacía una idea en mi mente, ~esta sola en casa~ eso me repetía una y otra ves durante el viaje.

Al fin llegue a la estación de autobuses de Puntarenas ciudad costera dónde vive Lisa, al llegar a la estación eran pasadas las siete de la noche la ciudad estaba algo vacía.

Me dirijo rápido hacía la casa de Lisa, al llegar ahí observo la puerta de su casa y noto la luz encendida y una mirada que se asomaba desde la ventana.

En ese momento pensé ~Que me esperara ahí dentro~

Mi Ultimo DíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora