Cuestión de Amor ||Niam||Zarry||Omegaverse||Mpreg|| Cuestión de Honor T.2||

Capítulo 21: Corazones rotos

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Louis dio una vuelta con los ojos cerrados y de repente en su rostro se dibujó la más enorme y genuina de las sonrisas al ver a Jason sosteniendo su mano.

-Sabría que vendrías.

-Se te ve genial para haber sido protagonista de otro escándalo.

Louis le sujetó la mano y tiró de él hacia el jardín. Tenía la respiración entrecortada y las mejillas rojas.

-Sabía que vendrías...

-No esperaba verte tan... no se, no esperaba verte coquetear. No esperaba verte satisfecho de volver a estar enjaulado.

-Jason, ¿de qué hablas?

-De que yo venía a buscarte y tú pareces haberme olvidado en esta semana. Pensaba que... que no me escribías por algún motivo, no que simplemente no me contactabas porque no te apetecía.

-Jason...

-Louis, ¿con quién hablas?

Louis escuchó la voz de su madre y el corazón casi se le detiene. Si se enteraba de la verdad, de que hablaba con Jason, era muy capaz de cumplir sus amenazas.

-Con nadie, mamá. No es nadie.

Jason le miró y Louis pudo ver la decepción y el dolor en sus ojos.

-Por favor...

- Basta ya de mentir y jugar conmigo, Louis. Yo de verdad te amo. Pero esta noche me voy. Vuelvo a Estados Unidos. -le arrojó algo. Un anillo. Louis lo agarró. Su madre estaba mirando. Estaba atrapado y no sabía cómo reaccionar. Su madre cumpliría su amenaza.

-Ahora mismo no puedo, Jasón, mi madre...

Jason se sacó un papel del bolsillo y lo rompió.

-Era tú jodido billete. Había comprado pasajes para una vida juntos pero aprenderé a vivir sin ti.

Y entonces se dio la vuelta.

La madre de Louis le agarró el brazo y le devolvió al salón de baile.

-Es lo mejor que podías hacer, Louis.

Louis cerró los ojos.

El más bien se sentía como si se hubiese muerto todo dentro de él.

Siguió caminando.

No entendía nada. Él le había explicado todo. ¿Por qué no le creía? ¿Tan malo era lo que había hecho esa noche?

Jason había llegado al máximo de su capacidad. Adoraba a ese hombre, nunca se había enamorado como de Louis pero esa noche, después de una semana sin saber nada de él, al verle bailando y riendo como si nada hubiese sucedido, como si no le echase de menos... su corazón estaba tan destrozado que no había un solo pedazo que pudiese mantenerle en pie.

Fue al hotel, recogió sus maletas y se dirigió al barco cuyo zarpaje estaba previsto a primera hora de la mañana.

Ocupó su camarote, el que debía ser de los dos, y se acostó.

-Louis, ¿qué te pasa?

Louis movió la cabeza.

-Zayn. Buenas noches, espero que estés disfrutando de la fiesta tanto como yo.

-Louis, ¿qué ha pasado?

-Le he perdido. Al amor de mi vida. Le he perdido. Mi madre quemó esa carta...

-¿Dónde está Jason ahora?

Louis le dio el billete roto. Zayn gruñó.

-Voy a intentar hablar con él.

-No va a querer. Me odia y me lo he ganado. Yo también me odio.

-Voy a hablar con él.... Dios mío, Louis...

Harry acompañó a Zayn en el trayecto hasta los muelles. Llevaban dos hombres de seguridad con ellos. Transitar por esa zona a esa hora de la noche y con sus ropas era peligroso.

Encontrar el barco de Jason no debía ser difícil. Sólo había un trasatlántico allí.

La calesa se detuvo y él bajó, dejando a Harry a resguardo. Sin embargo un guarda del puerto le dijo que ya no podía embarcar nadie más.

-Vamos, siempre se puede embarcar. Aún no ha soltado marras. Y solo será unos minutos.

-Imposible, caballero. Ni siquiera tiene pasaje.

-Pero tengo una chequera en blanco. Solo quiero hablar unos minutos con Jason Smith.

-No viaja ningún señor Smith en este barco.

-Smith es uno de los apellidos más comunes.

-Oiga, nadie va a subir y no hay ningún señor Smith a bordo. Ahora, por favor, váyase.

Jason estaba viendo todo desde su camarote.

Le había dicho al guarda que daba igual lo que ofreciesen. Èl pagaba el doble.

Dinero no era precisamente algo que le faltase.

No podía decir lo mismo de sus ganas de vivir.