Capítulo 3 "El principio"

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No dejamos de hablar ni un minuto. Muchas veces el le decía a Des que la llamaba mas tarde porque tenía tareas de la universidad pero era mentira, estaba hablando conmigo. Cuando hacía eso me molestaba, yo no quería que ella sospechara nada y tampoco quería que su relación se fuera cuesta abajo por mi culpa aunque era obvio que de cierta forma ya se estaba yendo cuesta abajo.

Tomé mi móvil y le escribí un mensaje.

-"Can we FaceTime?"

-"Let me finish my homework. I promise i will call you later"

Solíamos escribirnos en inglés y normalmente por iMessage para que nuestras parejas no vieran o entendieran los mensajes si algún día se nos olvidaba borrar los mensajes. Des no podía ver los mensajes porque el estaba en EU y ella acá en nuestro país natal. Y Emmanuel, pues Emmanuel y yo volvimos pero yo no le permitía tener mi teléfono por mas que el peleara conmigo.

Estaba en mi cama y me llegó la llamada de Pet.

-Hola pato -dije con una amplia sonrisa.

-Hola mija -dijo devolviéndome la sonrisa.

-Como estás? No imaginas la falta que me haces. -dije triste.

-Estoy bien, y tu? Es que tengo muchos trabajos de la universidad y en las horas libres no te puedo escribir porque estás con Emmanuel. -dijo con cara de incomodidad.

-Lo siento. -dije con tristeza.

-No pasa nada. -dijo sin mirarme.

Estuvimos hablando un buen rato. Dió de madrugada y la cosa se empezó a poner un poco incómoda. Era algo que no había pasado antes, no llevábamos mucho tiempo hablando en secreto para que un tema así saliera en una de nuestras conversaciones.

-Tengo que contarte algo que soñé. -dijo con una risita.

-Qué soñaste, payaso? -dije riendo y apreciando su hermosa carita de avergonzado.

-Promete que no te vas a molestar. -dijo aún riéndose.

-Pet, tu no tienes culpa de las cosas que sueñas, los sueños solo aparecen, no tengo porqué molestarme.

-Ok. Te cuento. Soñé que fuimos a un motel, así como con el nene ese de la pinga chiquita... -soltó una carcajada a lo que reaccioné con una pequeña risa. -entonces, tu y yo nos quedamos ahí e hicimos cosas y me levanté ilusionado, con ganas de que algo así pasara entre nosotros.

Admito que no supe que mierda responder -Pet... yo...

-No digas nada, es como tu dices, es solo un sueño. -dijo sin mirarme y rascándose la cabeza.

-Esta bien. -dije sonriéndole por la cara de pendejo que en ese entonces tenía.

-De que te ríes? -preguntó confundido.

-De tu cara de pendejo será. -dije soltando una risa.

-Es que decirte eso creo que no fué muy buena idea. -dijo con una risa pálida.

-No pasa nada.

-Si pasa Tanya. Yo te tengo ganas y tú estás ahí como si no entendieras mis indirectas. -dijo con molestia.

-Significa que el cuento ese del sueño es una mentira para que yo caiga y te pregunte si quieres que te haga ese sueño realidad? Qué edad se supone que tienes mentalmente Pet?-dije con una carcajada.

-Tanya, no seas estupida. El sueño es real pero te confesé que me gustaría que se hiciera realidad, que te tengo ganas. -dijo con mucha sinceridad. En realidad nunca había sentido tanta sinceridad de su parte.

-Pet, sabes una cosa? Esto que estamos empezando de por si está mal. Me refiero a que se supone que somos mejores amigo y comenzamos a sentir cosas que no son específicamente de mejores amigos. No queremos lastimar a nuestras parejas pero no podemos alejarnos el uno del otro. Yo siento algo puro por ti, no sexo. Sexo me da Emmanuel casi todos los días, eso es lo menos que me hace falta.

-Bellaca. -dijo con seriedad. El nunca toma mis palabras enserio.

-Ay estupido. Me voy a dormir.

-Te amo.

-También te amo.

Me fui a dormir pensando en si lo había lastimado, espero que no. Dejé mis puntos claros y no use un mal tono de voz ni una mala actitud, se que el tuvo que haber entendido a lo que me refería.
Más tarde recibí una llama de Emmanuel.

~~~Llamada telefónica~~~

-Hola. -dijo Emmanuel desde el otro lado del teléfono.

-Hola. -dije con mucho sueño.

-No me llamaste.

-Lo siento, me quedé dormida.

-Tanya, tu estas hablando con otra persona? -preguntó, y a mi casi se me sale el corazón por un lugar indebido.

-Por qué me preguntas eso Emmanuel? -dije intentando permanecer con tranquilidad.

-A ti últimamente se te olvida llamarme, desde que volvimos no me prestas tu celular, aveces te llegan llamadas y mensajes y no los respondes frente a mi....

-Si yo estoy pasando tiempo contigo para qué tengo que usar mi móvil? Se supone que estoy contigo, tengo que prestarte mi atención a ti, no? Y no se me olvida llamarte, me quedo dormida porque llego cansada de la escuela y de trabajar. Y si no te quiero prestar mi celular es porque se que solo vas a estar esculcando en el. Cuando tu confíes en mi entonces puedo tomar en consideración prestártelo algún día. -dije cortantemente. Intento no flaquear para que no me coja en la mentira.

-Lo siento. -dijo triste. Lo menos que quiero es lastimarlo pero la verdad es que no puedo dejarlo así de la nada, mejor dicho, no debí de haber vuelto con el.

-No te pongas mal. Quiero que sepas el porqué y que recapacites. No todo es porque esté hablando con otra persona.

-Así que estas hablando con otra persona? -dijo lastimado

-No! Me refiero a que no todo es que te estoy poniendo el cuerno. Solo tengo mis cosas.

-Entiendo, lo siento. Te amo. -dijo tanquilo.

-Yo también. Me iré a dormir, que descanses.

Mis conversaciones con el no son las mejores. Nuestra relación se basa en tener buen sexo y hacernos reír la mayor parte del tiempo. Era bueno por una parte, pero el termino de amor en toda su expresión no se reflejaba en la relación. Amor era lo que sentía al principio de la relación, amor es lo que siento ahora por Pet, algo que espero que no sea igual de pasajero que con Emmanuel.

A escondidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora