Capítulo 6 "El reencuentro"

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Me levanté muy temprano. No iba a recibir a mi mejor amigo en el aeropuerto pero pensaba que sería un lindo detalle que cuando por fin lo pudiera ver le diera un detalle de mi parte. Fui a darme un baño, lavé mi cabello, me vestí y luego fui a desayunar. Salí de mi casa en el auto de mi mamá y me dirigí al centro comercial mas cercano. A peter le gusta el baseball. Sus peloteros favoritos son el puertorriqueño Yadiel Molina y el dominicano Albert Pujols. Tomé en cuenta esto y entré a una tienda en la que tienen todo acerca de deportes. Habían gorras, medias, llaveros, camisas, entre otras cosas que homenajeaban a distintos atletas de distintos países. Vi dos esferas con una chapa adentro en la que mostraban una fotos de distintos peloteros, como no reconozco bien las caras porque no soy amante a ese deporte pedí ayuda a un chico que vi cerca.

-Hola. En que puedo ayudarla? -preguntó amablemente.

-Quisiera saber si tiene estas esferas pero con los peloteros Yadiel Molina y Pujols. -dije con miedo a que estuvieran en mi cara y por no reconocer sus caras y no saber leer firmas pasara una vergüenza con este chico.

-No se están mostrando aquí porque las han venido a comprar mucho pero creo que en el almacén me puede quedar alguna. -contestó amablemente.

De verdad espero que pueda conseguírmelas y que a Pet le gusten porque cada una cuesta más veinte dólares.

-Tarde un poco pero las conseguí. -dijo el chico entregándomelas con una sonrisa.

-Mil gracias! -dije devolviendo le sonrisa. -Estuve viendo esas camisas de los equipos. Me puedes dar una de PR y una de RD? Que sean Large por favor.

-Como no, deme un segundo. -contestó amable.

Luego de tomar lo que compré para Pet fui a pagarlo con una enorme sonrisa. Pensaba que se iba a volver loco cuando viera lo que le compre, sobre todo espero que a Des no le moleste.
Me acerco a la caja con los artículos y un chico los toma para pasarlos por el scanner.

-Serían siento sesenta dólares joven. -fingí que me dio un ataque cardiaco y el respondió con una carcajada. -De verdad espero que eso sea para alguien importante. No todos merecen que una chica gaste tanto dinero en ellos.

Sonreí -Pues realmente espero que valga la pena haber gastado una cuarta parte de mi último cheque en el. -respondí sonriente entregándole mi tarjeta.

Salí de la tienda y me dirigí al area de comida. Me decidí por KFC. Mientras comía recibí una llamada de Pet.

~~~Llamada telefónica~~~

-Hola fea -dijo riéndose.

-Hola Pet, cómo estás? Ya llegaste? -pregunté emocionada.

-Gracias a Dios si. Estoy esperando a que me busquen. -contestó medio cansado.

-Me alegro. Espero que te busquen pronto. -contesté. -te compré un regalo para cuando pudiera verte.

-Estoy planificando ir a tu casa esta noche. Saldré con Des y mi familia y luego iré a verte. -dijo tranquilo.

-Que bien! Allí te esperare. -contesté feliz.

Estaba feliz de que el tomara la iniciativa de que nos viéramos tan rápidamente. Obviamente yo me moría por verlo pero al mismo tiempo sabía que tenía una novia a la que ponía por encima de mi y tenía a su familia que es más importante que todo.

Me dispuse a terminar mi comida para luego pasar un rato en la casa de mi papá. Decidí decirle a mi mamá que pasaría la noche acá para poder decirle a Pet que viniera acá y así mi mamá no me estuviera gritando por el portón a cada hora para que me metiera a casa. Ella no se llevaba mucho con Pet, pero igual era mi mejor amigo, ella no podía hacer nada en contra de eso. Tan pronto como llegué me di un baño. Decidí enviarle un mensaje a Pet para que cambiar el camino a mi casa y viniera a la de mi papá.
Puse una película. Normalmente disfruto ver películas sola, no me gusta que la gente interrumpa cuando intento concentrarme en alguna escena en específico. Mi mama dice que es porque he sido hija única durante mucho tiempo pero que esa actitud tendrá que cambiar tan pronto venga la bebe. Obviamente cambiaré mucho. Pasaré menos tiempo en la casa de papá ya que voy a querer estar con la bebe todo el tiempo que me resta de vida. Por algo la estuve pidiendo desde que tengo uso de razón.

Cuando llegué a la casa de mi papá eran casi las dos de la tarde, ya son las siete y mi estómago lo que pide es comida de verdad, no popcorn. Decidí ir a un colmado a unas cuadras para conseguir una caja de pasta y un pote de prego, salsa blanca para hacerme mi pasta favorita. Media hora después estaba haciéndome mi pasta cuando recibí un mensaje de Pet.

-Espero que tengas comida para mi.

-Estoy haciendo pasta.

-Perfecto. Te veo en una hora y treinta minutos exactos. -escribió con un emoji de risa y uno de un beso.

Me dispuse a terminar mi comida y del muerto de hambre de Peter para luego comer mientras revisaba mis redes sociales en las que claramente no tenía nada que hacer porque no tengo casi amigos para después lavar mis dientes e ir al cuarto de papa otra vez. Rápidamente me acomodé en la cama para terminar la película que estaba viendo antes de que me diera hambre. Justo cuando venía mi parte favorita recibí una llamada de Pet para que le abriera la puerta de garage para guardar su auto.
Ya me entraron nervios. Cuando subió me quedé boquiabierta por lo mucho que ha crecido en masa muscular y por lo obscura que se había puesto su piel desde la última vez que lo vi. Se quedó ahí viéndome, igual me quedé viéndolo. No sabía si brincarle encima, si abrasarlo, si besarlo o que mierda. El dio el paso.

-Hola fea. -dijo con una enorme sonrisa en la cara

-Hola tu -dije con nervios.

Peter se acercó a mi y me abrazó super fuerte. Correspondí totalmente ese abrazo. Se sentía tan puro.
Se separó para mirarme a los ojos, estaba segura de que me besaría ahora y yo estaba loca por corresponder ese beso. Se acercó a mis labios y abrió su boca para murmurar unas palabras.

"Dónde está mi comida?"

Abrí los ojos para encontrarme con su cara de burla.

-Maldito idiota! -dije empujándolo provocando que se tropezara con las sillas del comedor y caminé a la cocina para servir su comida.

El idiota no paraba de reír. -Oye no te molestes, es que tengo mucha hambre. Prometo que cuando coma te doy uno que te va a dejar loca. -dijo sin pensar que esa para mi había sido una muy mala broma.

-Ahórratelo, no lo quiero. -dije molesta.

-Chica no seas así. -dijo caminando para pararse detrás de mi como con intención de darme un abrazo por la espalda pero no se lo permití. Le di su comida y fui a la habitación. Intentó seguirme pero no le permití comer dentro. Fue cuando terminó de comer que entonces me hizo compañía.

A escondidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora