¿Qué se siente estar enamorado?

¿Como surgió esta duda?

Bien déjenme presentarme mi nombre es Nakamura Shinji un chico de preparatoria de 17 años y pues para aclarar algunas cosas pues si, escasas veces pero he tenido novia, pero las situaciones, los sentimientos no se parecían en nada a mis libros de novelas románticas, Animes de romance y ese tipo de cosas, a pesar de que cuide mucho de las que en su momento fueron mi pareja, no despertaban en mi un sentimiento mas aya de un cariño incondicional, todo se sentía tan lineal que prefería no continuar con esas relaciones para no lastimar a esas chicas, siempre todo terminaba en buenos términos, sin peleas o enojos.

En cierto punto de mi vida empece a pensar que tantos libros y anime me habían dado una imagen de amor perfecto que era realmente inalcanzable, una simple falacia en un mundo que intentaba a toda costa aplastar tus sueños, muchas veces pensé en resignarme en esa búsqueda de respuesta una emoción que aun no experimentaba.

Pero no lo hice por que sabia que si existía ese amor perfecto y la mayor prueba de ello para mi eran mis padres, siempre juntos a pesar de las peleas, los problemas, economía y todo eso, después de tantos obstáculos seguían juntos y se les veía claramente felices, eso me enseño una valiosa lección, el amor no significa no tener problemas si no superarlos juntos a pesar de todo.

Cada vez era mas grande mi curiosidad ¿Qué se siente estar enamorado?, lo pensé mientras me vestía, desayunaba e iba de camino al instituto, cuando llegue me encontré con mu prueba numero dos de que el amor perfecto existe, Takeda Kio y Megumi Mei, mi mejor amigo y su novia, la manera en que se hablan, se miran, era simplemente de novela de televisión.

En ese momento se me ocurrió la brillante idea de preguntarle a Takeda, tal vez el tenia la respuesta a mi incertidumbre, pero pensé que era mejor preguntarle a el y a Megumi por separado para ver que cambia en su percepción y comparar sus respuestas, tal vez y solo tal vez por fin podría tener una respuesta clara, así que entre a clases pensando en el momento idóneo para hablar con cada uno por separado.

El tiempo y las clases se pasaban tan rápido como un rió sin control, antes de que pudiera darme cuenta ya estaba saliendo del instituto cuando logre divisar a la distancia a Takeda y para mi buena suerte se encontraba solo, así que decidí que era el momento perfecto para preguntar, de modo que me acerque rápidamente a el.