One-shots

Reiji SakamakixReader.

Aburrida, camine por el jardín de rosas de Subaru, que desde que había llegado yo, también me había encargado de él y lo sentía mío de algún modo. Al llegar al centro del jardín, me senté frente una rosa y comencé acariciarla pensando el como mi vida había cambiado en el último año. Mi padre me había enviado aquí para "unas merecidas vacaciones" y cuando llegué, mis ilusiones se fueron por un tubo al enterarme de que sería una bolsa de sangre con patas. Fue bastante complicado convivir con los hermanos durante los dos primeros meses, sobre todo, con el otaku de las vajillas, Reiji Sakamaki, el segundo hermano y mi actual esposo. Él era el que más detestaba mi "inútil y desvergonzada" presencia en esta casa. Pero de algún extraño modo poco a poco nos fuimos abriendo el uno al otro y nos enamoramos o al menos yo sí lo estoy de él, pues adivinar los sentimientos de ese cuatro ojos era demasiado complicado y a eso le tenía que sumar el hecho de que era escasa la vez que era cariñoso conmigo.

Estaba tan metida en mis pensamientos que no me di cuenta a qué hora había llegado Laito a mi lado.
--Nee~ Bitch-chan, ¿Por qué tan triste?--me pregunto mientras se sentaba a mi lado.

--No estoy triste. Simplemente estoy pensando, aunque no creo que sepas que es eso--respondí sin voltear a verlo.

--No seas cruel conmigo, Bitch-chan. Estoy seguro que estás así por algo relacionado con Reiji-kun--me comentó este con su típico tono juguetón mientras recostando su cabeza en mi regazo. Solté un suspiro, a pesar de haberme casado con su hermano,éste seguía tratando de acostarse conmigo--Creo saber cómo mejorar su relación. Podrías ponerte un traje sexy para que tengan sexo salvaje. Por más correcta que sea su actitud, estoy seguro que no se resistirá a verte con un traje sexy. Nfu, yo tengo unos que te quedaron bastante bien--me dijo él mientras levantaba la mano para acariciar mi mejilla, pero antes de que me tocará, una mano tomó su muñeca. Voltee ver de quién era esa mano y me encontré con unos ojos fiusha muy conocidos para mí.

--Debo pedirte que te alejes de ella y dejes de tratar de meterla en tus trajes vulgares-- dijo Reiji serio mientras Laito se levantaba y lo miraba burlón.

--No te pongas celoso, después de todo Bitch-chan ya te escogió a ti-- dicho esto se teletransporto a quién sabe dónde. Reiji se me quedó viendo fijamente y de pronto, de manera brusca, tomo mi mano y nos teletransportamos a nuestra habitación/laboratorio.

--¿Qué hacemos aquí?-- le pregunté mientras trataba de zafarme de su agarre el cual sólo se intensificaba.

--Recuerdo haberte dicho que no te acercaras a ninguno de mis hermanos, sobre todo el bueno para nada de Shu y al pervertido de Laito-- me dijo este sin siquiera mirarme.

--Pero tú dijiste que para ser una dama necesitaba aprender a tocar violín y piano como mínimo, y como tú no sabes me mandaste con ellos, genio-- le contesté un tanto sarcástica mientras rodaba los ojos. Grave error.

--Una dama no utiliza ese tono de voz y mucho menos rueda los ojos. Supongo que tendré que volver a enseñar modales-- dicho esto me empujó con su cuerpo hasta acorralarme con la pared-- Tú eres mía, sólo mía. No estoy dispuesto a compartirte con nadie-- dicho esto, acercó su boca a mi cuello y clavó bruscamente sus colmillos en este. Sin poder evitarlo solté un pequeño grito de dolor. Maldito celoso. Cuando se dio por satisfecho, me soltó bruscamente y sin remedio, caí al piso.

--Puta gravedad-- murmure tratando de pararme, pero la gravedad seguía haciendo su miserable trabajo.

--Lo he comprobado, has perdido totalmente tus modales-- dijo Reiji mientras sea agachaba a mi altura.

Alerta: lo que está a continuación es un intento de Lemon.  Puedes leerlo, pero bajo tu propio riesgo.

Me tomo del brazo y me obligó a pararme bruscamente, pero debido a la pérdida de sangre, al pararme perdí un poco el equilibrio, pero él me recargo en su torso y me rodeo con sus brazos. Nos quedamos así unos momentos pero luego él me alejó un poco, se agachó y me cargo estilo nupcial hasta nuestra cama. Al llegar a esta, me aventó sobre ella e inmediatamente se puso sobre mí colocando sus manos a cada lado de mi cabeza. Después de una manera muy sexy, se quitó los lentes junto a sus guantes y los dejó en la mesita de noche.