Parte única.

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ChenLe no entiende coreano, pero no necesita ser muy inteligente para darse cuenta que RenJun -su primo- está locamente atraído por aquel chico que pasa paseando sobre su skate. Suelta un bufido y con eso logra despertar al mayor de su trance. Había estado siguiéndolo con la mirada con una expresión estúpida en su rostro. Su primo despabila y finge que no estuvo observando a Lee JaeNo por diez minutos enteros, sujetando de nuevo el libro de Yi Mun-Yol. 

  — Eh... ¿Dónde me quedé? Ah... sí... — acomoda sus lentes nerviosamente —El salón de profesores vino a confirmar esta primera impresión. El de la escuela de donde venía era amplio y brillante, como lo de los mejores establecimientos de Seúl... (*) — RenJun leía lento, señalando con sus dedos las sílabas escritas en las páginas a medida que las iba pronunciando para que el menor las relacionara auditiva y visualmente. 

ChenLe puso una mano sobre el libro de RenJun. Habían estado estudiando en el parque desde hace un par de horas y él comenzaba a desesperarse. 

  — ¿Qué tal si me cuenta sobre algo coreano más divertido que ese libro?— preguntó, con un gesto de aburrimiento enorme en su cara. 

RenJun asintió un poco extrañado. A pesar de que ChenLe era un jovencito entusiasta, no parecía muy interesado en aprender la cultura del país en el que ahora vivía.

 — ¿Sobre qué quieres que te hable? — preguntó, muy curioso. 

 — Ese chico— señaló al rubio que por enésima vez en la tarde había pasado frente a ellos con su skate. 

RenJun se puso colorado en ese mismo momento y se alteró bastante. ChenLe se rió. El chico parecía un cliché barato de chico malo. Con sus jeans oscuros y desgastados, con su remera sin mangas con una imprenta con un mensaje ofensivo en inglés y su cabello casi blanco todo despeinado. Si su tía, la mamá de RenJun, lo viera,  seguramente pegaría el grito en el cielo. Ya se volvió loca cuando el chico quiso teñirse el cabello de castaño porque "eso no es para muchachos decentes" y sí, lo odiaba un poco por tener el cabello lila en esos momentos, pero nadie iba a decirle nada a él. 

  — ¿Qué tiene ese chico? 

 — No sé, debería decirme usted, lo ha estado mirando desde que llegó — ChenLe le sonrió. 

RenJun lo dudo un momento, como pensando si era correcto que su travieso primo supiera el nombre de aquella persona. 

 — Lee JaeNo es su nombre. No sé mucho más. 

 — ¿Y por qué no sale con él si le gusta tanto? — preguntó, queriendo hacerlo pasar como una pregunta inocente. 

 — ¿Estás demente? Mi mamá me mataría. Primero, es un muchacho. Segundo, es ese muchacho. 

 — ¿Qué tiene de malo Lee JaeNo? — insistió, ahora sí con sincera curiosidad. 

 — Dicen que forma parte de una pandilla, ya sabes, esos iljin que molestan gente en las escuelas y cometen otros crímenes menores.

ChenLe desvió la mirada. En ese momento llegó un chico pelirrojo a los brincos y se colgó del rubio. 

 — ¿Y ese quién es? 

 — No sé, pero siempre están juntos — murmuró apesadumbrado. 

ChenLe frunció el ceño. Puso sus manos alrededor de su boca como un altavoz. 

 — ¡Oigan, ustedes dos! — gritó. El rubio y el pelirrojo se voltearon, hicieron un gesto y el extranjero asintió.— ¡Vengan aquí! — el rubio y el pelirrojo se miraron con cara de duda pero terminaron acercándose con sonrisas brillantes. — ¿Ustedes dos son novios? 

érase una vez / norenWhere stories live. Discover now