Elise Peters.
Hace una semana que Vince y yo somos novios. Novios. Es algo gracioso.
Las cosas van bien, muy bien en realidad, la pasamos realmente bien a todo momento, es como haber vuelto a cuando empezamos a salir.
Ahora iré a cenar con él, me dijo que quiere hablar conmigo sobre algo y que irían unos invitados a la cena, que es algo realmente importante y me llena de emoción.
Termino de arreglarme y bajo, encontrándolo al inicio de las escaleras con una hermosa sonrisa adornando su rostro.
—Hola —susurro y sonrío, apenada.
Sigue causando ese efecto en mí, mirarlo me hace sentir nerviosa, pero también siento paz, es... raro, me hace sentir intranquila pero a la vez me brinda paz como nadie lo hace.
—Hola —se acerca y me besa castamente—. ¿Lista? —asiento.
Tomo su mano cuando la extiende hacia mí y salimos de la casa para después subir al auto. Mark nos lleva al restaurante y bajamos, entramos tomados de las manos y vamos a nuestra mesa, una mesa alejada de los demás donde podemos tener privacidad para hablar de lo que querramos.
Pasaron unos quince minutos, los cuales estuvimos hablando de cosas triviales y bebiendo algo de vino. Era un tiempo realmente agradable, esperar a alguien tanto tiempo nunca me gustó, pero no lo estaba pasando incómodo asi que no importaba.
Eso hasta que vi a lo lejos a mis padres, el pánico se apoderó de mí y más cuando la vista de mi madre cayó sobre mí y me señaló haciendo que papá volteara a verme.
—Vince, Dios mío, escondete —digo al ver que mis padres caminan hacia nosotros y frunce el ceño.
—¿Por qué?
—Mis padres vienen hacia acá.
—Está bien —frunzo el ceño, horrorizada.
¿Cómo pude decir eso y de esa manera? Me estoy muriendo de miedo y él como si nada.
—¿Cómo que está bien? Vince...
—Yo los invité —me interrumpe y me quedo helada al oírlo.
—¿Qué? —logro preguntar.
Iba a contestar pero mamá lo interrumpió. —Hija, hola —me levanto al igual que Vince y saludo a mis padres, después ellos saludan a Vince y nos sentamos.
—Perdonen la demora, ya sabes cómo es tu madre —dijo papá, lo último viéndome.
—¿Por qué están aquí y tan tranquilos? —pregunto y miro a Vince para encontrarlo divertido por la situación.
—Vincent nos invitó —dice mi madre y volteo a verla.
—Sabemos todo —ahora es mi padre quien habla y lo miro.
—¿Qué? —pregunto, saltando mi vista de uno al otro.
—Sólo queríamos darte tu tiempo a que estuvieras segura y nos lo dijeras —dice mi madre.
—Pero estabas tardando mucho así que decidí invitarlos para que supieras que ellos saben —concluye Vincent.
—¿Así que siempre supieron que el chico con el que salía era él? —miro a mis padres y asienten—. ¿Y qué les dijo?, ¿por qué parecen estar contentos?
—No lo estamos, o al menos no por completo —dice mi padre.
—Pero verte de la manera en la que estabas antes de reunirte con él era peor —siguió mi madre.
Siempre odie que completarán las frases el uno del otro.
—Siempre hemos querido verte feliz —siguió mi padre—. Costó mucho trabajo al principio aceptarlo, pero mirarte sonreír como lo haces no tiene precio.
—Pero... —miro a Vince y sonríe.
—Le expliqué todo a tu padre, tu madre también ayudó mucho, lo entendió al fin.
Intento procesar cada una de sus palabras, ver a mi padre tan tranquilo me hace pensar que no es real. ¿Él en verdad me dejará volver con Vincent tan fácilmente?
—¿En verdad no te molesta?, ¿no vas a negarte a esto? —le pregunto a mi padre.
Él toma mi mano y me mira a los ojos. —Hija, sé que no eres tonta. Sí en verdad te hubiera lastimado, no lo seguirías amando —miro a Vince y lo veo algo triste—. Yo sé que estás bien, y que él te tiene bien —lo miro y me sonríe levemente—. Además se lo advertí —empiezo a reír y él también.
Pedimos la cena y hablamos, el tiempo fue realmente agradable, mi padre y Vince hablaron de la empresa, mientras que yo y mi madre hablábamos de cosas de chicas.
A la hora de irnos mis padres se veían contentos, Vince por fin pudo dejar de estar tan tenso porque, aunque quiso ocultarlo, noté que estaba realmente preocupado y más cuando él y papá hablaban de sus cosas, ya no estaba yo para meterme en los momento incómodos así que tuvo que arreglárselas sólo.
—Fue una noche agradable, ¿no? —pregunta.
Ahora vamos en el auto, él toma mi mano y con su pulgar la acaricia.
—Sí, aunque estábamos muy nerviosos —ríe levemente.
—Estabas —es mi turno de reír.
—Estábamos, noté que tus hombros de relajaron cuando su auto salió de tu campo de visión.
—No es cierto.
—Si es cierto —rie.
—Bien, estaba nervioso. Tu padre me asusta —levanto las cejas, y sonrio divertida.
—Lo sé —digo entre risas.
Llegamos a la casa y Vince se ocupo de algo de la empresa antes de que nos fuéramos a dormir.
Agradezco demasiado que haya pasado esto, que ahora estemos juntos, que mis padres lo acepten y que ahora Vince y yo estemos bien, que él sea más consiente e intente no arruinar las cosas, sigue siendo algo celoso, más con Gabriel como lo había comentado, pero él sabe que lo amo, que jamás podré sentir con nadie lo que siento con él.
Pondré todo de mi parte, le daré todo de mí y espero recibir lo mismo de vuelta, quiero caer, levantarme, equivocarme, acertar, perder y ganar, pero con él. Quiero que vayamos por el mismo camino, uno a lado del otro, para ayudarnos cuando ya no podamos más. Lo amo.
¡Hola a todos!
¿Cómo están? Espero que muy bien.
Aquí está el nuevo capitulo, perdón la tardanza de nuevo pero el tiempo no me alcanza a veces.
Espero que les haya gustado :)
Nos leemos pronto.
Adiós. Se cuidan.
Atte. Giselle.
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Mi único amor. [Sin editar]
Romance-¿Y por qué crees que no me casaré con él? -Porque no lo amas -mantuve mi sonrisa desafiante aunque me hubiera afectado lo que dijo. Porque tiene razón. -Tú nunca fuiste como Blake -dije firme. -En eso estoy de acuerdo; yo sólo tenía ojos para ti...