Pov Kagami.
Me desperté el sábado por la mañana gracias a la preciada alarma y termine estrellando el celular contra el suelo. Espera...¿Acabo de estrellar MI celular?.
Mierda.
Por suerte mi celular estaba intacto por lo que podía seguir mi vida como si nada.
Me bañe, vesti, desayune, tome mi balon y salí a trotar escuchando musica. Pare en una cancha de basquetbol y me puse a entrenar, como siempre solo.
Luego de unas 2 horas decidi que era suficiente y me fui a por unas ambuerguesas, ¿Cuantas pediría hoy?
10, 20 o 30. Unas 23 estarían bien por hoy no?.
Salí del lugar después de devorar las 23 ambuerguesas y me dispuse a volver a casa, tal ves hoy iría de fiesta con Kuroko. O tal vez no. Quien sabe.
Iba caminando y de repente. Pum. Estoy en un callejón. ¿Los causantes? Dos alfas que me miraban como un trozo de carne. Que hijos de puta.
-Miren que tenemos por aquí, un lindo omega con un gran trasero - Dijo el Cara de culo.
-¿Que dices de pasar un rato con nosotros? Sabemos que te va a gustar- Dijo su compañero el Cara de rata.
¿Estos imbéciles realmente creían que alguien iba a querer pasar tiempo con ellos?.
Los mire, levante mi puño y golpee a la rata. No quería peleas ahora, era sábado. Los sábados son para descansar, no para peleas idiotas.
Y Cara de culo saco una navaja... Una navaja...
Y ya valí.
-¿Quien demonios te crees perra! Pagaras por esto.
Y me enterró el cuchillo en el abdomen. Esta claro que me voy a desangrar, es obvio, pero mi orgullo es mas grande, no voy a huir y no dar pelea.
Estaba en desventaja, eran dos contra uno. Pero me arme de valor y golpee a ambos, ellos devolvían los golpes pero yo era mas certero y fuerte.
Esta bien, soy un omega pero eso no implica que no sepa pelear y que sea débil, además esos dos eran unos débiles que no sabían pelear.
En el proceso de la pelea la navaja se había perdido en el suelo por lo que los destruí fácilmente.
Me disponía a volver a casa cuando mi vista se volvió borrosa. La adrenalina había hecho que olvidara mi terrible estado pero estaba satisfecho. Si solo hubieran visto como quedaron esos imbéciles.
Mi vista se fue a negro y caí al suelo pero fue en ese momento que sentí ese olor, ese delicioso y exquisito olor. Que gritaba hombre. Un olor tan salvaje, tan abrumante, que con cada calada me volvía mas adicto.
Sentí como me levantaban en brazos. Fuertes y musculosos brazos. Pero el sueño se adueño de mi y no pude verlo.
Caí rendido en sus brazos.
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Tiger and Panther
RomanceKagami Taiga... Un omega diferente. Aomine Daiki... Un gran semental.