Capítulo XXIV

227 12 2
                                    

Esa tarde Ángela, Jana y Valentina se sentaron con nosotros a la hora del almuerzo. Aunque platicaban entre ellas, Charly y yo solo estábamos en silencio.
Su mirada me daba a entender que estaba avergonzado con lo que había pasado la noche anterior, se sentía incómodo, y no sabía porqué si lo que hizo no estuvo mal, solo fue un simple abrazo, no era para tanto.

Charly soltó el tenedor que tenía en la mano y miró hacia Ángela, dándose cuenta que ella estaba entretenida con sus amigas; después volteó hacia mí y me miró a los ojos.

-- Jade... Sé que lo que hice anoche no estuvo bien.-- habló bajo para que Ángela ni sus amigas escucharan.-- De verdad disculpame, estábamos en tú casa, y si tus padres se daban cuenta del abrazo probablemente canselarian el permiso. De verdad no fue ni intención, actúe sin pensarlo, ahora veo que debí hacerlo...

Charly bajó la cabeza. ¿De verdad estaba tan apenado por eso?.

-- Charly, no te disculpes, no hay necesidad. No creo que un abrazo fuera malo, incluso si mis papás no vieran creo que no pensarían algo mal. Es algo... Completamente dulce y sin segundas intenciones, no hay problema con eso.
-- Bueno, creo que a mí parecer si es algo malo.-- Charly suspiro.-- Pero bueno, entonces solo me quedo con el interrogatorio de Ángela.
-- ¿Interrogatorio?...-- pregunté curiosa.
-- Si. Después de llegar a casa anoche Ángela me sometió a preguntas incómodas por más de una hora.-- Charly rodó los ojos.-- Me preguntaba una y otra ves qué si tú y yo teníamos algo, qué si éramos pareja, qué si yo sentía algo por ti, todas esas cosas... Solo me la logré quitar de encima diciéndole buenas noches.

Charly estaba rojo, era obvio qué él sabía desde muy adentro qué lo que insinuaba Ángela era verdad, él sentía algo por mí, y ese abrazo había sido una de las muchas acciones que me habían ayudado a darme cuenta. Solo me lo confirman.

-- Me imagino que debe de ser muy molesto, como es Ángela debe de ser terca y constante, de seguro que yo no podría lidiar con eso.
-- Pues veo que la conoces bien. Es una malcriada en esos casos, se porta como una niñita interesada, y no desiste amenos de que me cierres la puerta en las narices.

Solté la risa, debía de ser divertido ver cómo Ángela y Charly se peleaban por algo, sería como ver a dos niños peleando por un dulce.

-- No me imagino a Ángela enojada.
-- Mejor no la imagines nunca, se convierte en un diablo. Ha llegado a tirar cosas y romperlas, incluso una vez la descubrí en su habitación quemando la foto de su ex, el muy jodido la engañó dos veces. Ella temblaba de tanta rabia que sentía, y a la mañana siguiente cuando vio al marica le metió una cachetada y una patada en sus partes, quedó rebajado ante toda la escuela.

Me sorprendí al escuchar eso, no me imaginaba a Ángela ser así, creía que cuando se enojaba solo tendría el rostro rojo y tal vez soltaría unas cuantas groserías, no al punto de darle una paliza al muchacho

-- Espero nunca hacerla enojar.
-- Ojalá que nunca la hagas, no quiero que te mate.-- Charly río, aunque yo me quedé seria. No sabía si lo decía en tono tierno o en tono serio. Aunque después me reí con él.

-- ¡Hey! ¡Tortolitos! ¿Está bien si después de la escuela acompaño a Jade por sus cosas a casa? No quiero que sus padres piensen cosas.

Charly frunció el seño ante las palabras de Ángela, yo estaba sonrojada. ¿De verdad parecíamos tortolitos?.

-- Primero, Ángela, deja de decirnos eso, que ya te expliqué anoche. Y segundo, creo qué es la única buena idea que has tenido, haríamos lo correcto llevándola a casa los dos pues juntos pedimos el permiso.
-- Oky tortolito, entonces nos vemos después de clases. Yo me voy, tengo que ver al profe de ciencias para entregarle un trabajo. Bye.-- Ángela se levantó de la silla y nos lanzó un beso mientras nos dedicaba una mirada picarona.
Después sus amigas y ella se retiraron.

¿Y si te digo que me enamoré de ti?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora