Augusto

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Genevieve sin duda alguna tenía un temor: tener contacto mínimo con Augusto Vega.

Augusto Vega era el típico adolescente rebelde por el que todas las chicas suspiran. Él no era feo, por supuesto que no, y si de algo era maestro, era del desorden. Sólo pregúntenle a los maestros de la preparatoria: “Es un chico problemático”, “siempre lo tengo que sacar de la clase”, “está loco”.

Augusto tuvo una pequeña interacción con Genevieve el año pasado, durante el cuarto semestre. Les habían permitido hacer parejas para la clase de sexualidad y por voluntad propia, Augusto había invitado a Genevieve con él. Las cosas iban perfectamente, pero en un pequeño descuido la chica había dejado al aire libre sus shorts al salir de su silla. El chico no aguantó la risa, por lo que todos se giraron para ver lo que era tan chistoso. Y como borreguitos, se empezaron a reír. Genevieve ni enterada estaba, hasta que su mejor amiga se lo hizo saber. Y eso fue el único contacto que había tenido con Augusto Vega.

Augusto era un tipo sincero, no tenía pelos en la lengua al hablar sobre un tema en particular. Era muy cariñoso y detallista con sus novias, claro… contaba con el dinero que Genevieve no tenía.

Augusto era como un bicho raro en su casa. Tenía gustos tranquilos, no le gustaba el rock o el punk. Adoraba las canciones de Ed Sheeran y de Taylor Swift. También a Green Day y a Blink 182. La música de su país también era de su agrado, como Jesse & Joy, CD9 y otros.

Su mamá escuchaba mucho de Chayanne y de The Beatles, así que él también escuchaba de aquello. Le gustaba todo lo ochentero: The Smiths, Led Zeppelin, The Doors, Sex Pistols, etcétera.

Su estilo era muy casual, las camisas de cuello redondo y sin mangas con estampados, mezclilla oscura y Vans.

Augusto casi no salía de casa, le gustaba mucho pasar tiempo con su hermano Javier y su hermanita Iris. A pesar de ser un muchacho tranquilo dentro de su espacio, tenía su actitud delincuente en la escuela. Pero dentro de aquel ambiente no se sentía cómodo, como si no perteneciese a aquello.

Tal vez se haría de alguna novia pronto o de menos de alguien con quien pueda ilusionarse y sentirse satisfecho en la escuela.

Un día sin ti es simplemente injustoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora