Fragmented 「T.J」

Prólogo

El joven de cabello castaño se encontraba admirando la gente del enorme salón mientras bebía algo de champán. Su mirada viajaba desde los hombres importantes con traje hasta las hermosas mujeres las cuales acompañaban a alguno de estos.

Estaba aburrido, no había sido buena idea haber asistido a aquella fiesta sin conocer a las personas que le rodeaban, estaba harto así que decidió dejar su copa de lado e ir a mezclarse con los demás o bueno eso tenía en mente hasta que un joven de tez morena y cabello un tanto extraño se acercó a él con una peculiar sonrisa.

No sabía que decir o cómo reaccionar ante tal gesto ya que no estaba acostumbrado a entablar una conversación y más con un extraño, con sus esfuerzos por no ser maleducado se alejó de la barra y de aquel joven que por alguna extraña razón había captado su atención. En cuanto pudo notar hacia donde se dirigía, inconscientemente se mezcló con la gente que se encontraba en el amplio salón danzando al ritmo de la música lenta, casi antigua y aburrida para su gusto.

Y nuevamente allí estaba esa hermosa sonrisa cuadrada y aquel extraño cabello, frente a él se encontraba el apuesto joven de hace unos minutos, le estaba mirando con una expresión seria casi analízante podía sentir como su mirada traspasaba sus prendas, por primera vez se sintió desprotegido, desnudo ante alguien que no conocía.

Con seguridad el joven se acercó al menor y no pronuncio ninguna palabra hasta que estuvieron cerca, para el joven castaño aquello era extraño mientras que para el otro joven era simplemente fascinante.

ㅡ¿Me concedería usted esta pieza? ㅡ Pregunto el joven de tez morena mientras analizaba al contrario en silencio como si tratara de descifrar su respuesta antes de que hablara.

ㅡ Claro que sí, señor. ㅡ Se atrevió a responder el joven de cabellos castaños y tomo la mano del más grande, ¿bailar con un extraño? No sería tan difícil o bueno eso pensaba mientras sus cuerpos se movían al ritmo de la música y se perdían entre algunas parejas que estaban a su alrededor.

Nadie podría asegurarle al joven de cabellos castaños que ese sería el último día que se fijaría en aquella sonrisa y en aquella piel. Nadie aseguraba que aquel joven "Extraño" no sería la perdición para el menor. Su próximo modelo para muchas de sus preciadas fotografías.